El próximo martes 3 de octubre comenzará el juicio contra un hombre de 37 años, acusado de ser el autor del macabro crimen ocurrido en el distrito de Amenábar, provincia de Santa Fe. Apuñaló a su víctima, le arrancó el corazón y lo decapitó como una ofrenda a San La Muerte.
El imputado es Carlos Emanuel “Perro” Lucero, quien está acusado de asesinar en septiembre de 2020 a Juan Marcos “Tito” Correa, de 39 años, frente a un altar pagano.
En la noche del 27 de septiembre “Tito” se ausentó de la casa en la que vivía con su madre, algo que no era de extrañar para la familia, puesto que había caído en el alcohol y otras adicciones, por lo que no pasaba todas las noches en el domicilio. Sin embargo, pasó una semana entera de esa noche y tanto la madre como sus hermanos no tuvieron noticias suyas. Fue entonces, cuando la familia decidió hacer la denuncia en el destacamento policial del pueblo. En los bares que solía frecuentar tampoco lo habían visto.
La investigación cayó en el fiscal Eduardo Lago. De esta manera, comenzó una larga búsqueda que incluyó perros, drones y hasta buzos que se sumergieron en una de las lagunas donde el hombre solía pescar. Pasaron los días y las noticias no llegaban, pero el 13 de octubre un llamado cambió el rumbo de la investigación.
Se comunicaron desde un destacamento de una ciudad cercana para contar que una de las personas detenidas allí había dado datos macabros sobre un posible crimen en Amenábar. Se trataba de Lucero, quien había sido apresado por un caso de violencia de género.
En paralelo, el propietario de una casilla en la que residía el atacante dijo que había visto una imagen de yeso de San La Muerte en el lugar y un recipiente que presuntamente contenía sangre.
El cuerpo fue encontrado en las inmediaciones del basural del pueblo, enterrado a dos metros de un altar pagano. Estaba decapitado y presentaba una herida muy grande y profunda en la parte frontal del torso. Junto al cadáver también estaban la cabeza y un corazón humano, que habían sido enterrados a menos de un metro. En la autopsia, detectaron hasta signos de canibalismo en el corazón.
La causa dio un giro rotundo: comenzaron a investigar a Lucero y confirmaron que rendía culto a San La Muerte. De acuerdo con la acusación a la que pudo acceder el medio santafesino Rosario3, los fiscales Rafaela Florit y Mauro Menéndez, que participarán del juicio, plantearon que el hombre “actuó con la intención de hacer un sacrificio humano como ofrenda al santo pagano San La Muerte”.
En ese sentido, explicaron que “Perro” sabía de la adicción de Correa, algo que habría aprovechado para engañarlo y llevarlo al monte donde se encontraba el basural. “A partir de un plan previo, el acusado llevó cigarrillos de marihuana, un cuchillo y un recipiente”, agregaron.
Al llegar, “el investigado le dio un golpe de puño a Correa, lo hizo caer al suelo y le advirtió que iba a ofrendarlo en el marco de su culto”, tal como reconstruyeron. Luego de eso, lo apuñaló en varias partes del cuerpo y, mientras agonizaba, le quitó el corazón, provocándole la muerte. Después decapitó el cadáver y enterró las partes a pocos metros del lugar del crimen.
En consecuencia, el hombre fue imputado por homicidio calificado por alevosía y ensañamiento, por el que los fiscales solicitarán la pena de prisión perpetua durante el juicio.
El tribunal estará conformado por los jueces Mariana Vidal, Mauricio Clavero y Adrián Godoy. El debate comenzará el martes y durará hasta el próximo viernes cuando está previsto que se realicen los alegatos de clausura antes de que los magistrados resuelvan sobre la situación del hombre.