La Cámara de Casación confirmó la cadena perpetua contra Lucas Azcona por el femicidio de la Nicole Sesarrego Borquez, la estudiante universitaria chilena que fue asesinada en Almagro en 2014.
La decisión estuvo a cargo de los jueces Gustavo Bruzzone, Eugenio Sarrabayrouse y Horacio Días de la Sala II, quienes rechazaron el planteo de la defensora oficial y ratificaron la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 15 porteño.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder Télam, en el fallo Bruzzone alegó que “los hechos que protagonizó Azcona son de una gravedad acorde con la sanción de prisión perpetua que el ordenamiento legal prevé para el concurso de delitos por el que, finalmente, fue condenado”.
En su apelación, la defensa había planteado que “no se tuvo en cuenta la condición de paciente ‘esquizoide’ de Azcona, lo que debió haber servido de factor para la reducción de su culpabilidad” y consideró a la pena aplicada como “evidentemente desproporcionada”. En respuesta a esto, el fallo sostiene que “el tribunal sí abordó de modo suficiente la cuestión de la compatibilidad de la pena de prisión con el sistema internacional de derechos humanos”, al tiempo que adelantó que, tal como reclamaba la defensa, el hombre tendrá acceso a la libertad condicional “siempre que cumpliera con los requisitos previstos”.
Sessarego Borquez fue asesinada el 15 de julio de 11 puñaladas, a metros de la entrada de su departamento, en Almagro, cuando volvía de bailar. Había llegado al país desde la ciudad chilena de Valparaíso en el marco de un programa de intercambio para estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Esa madrugada, la chica se bajó en la estación Castro Barros de la Línea A de subtes y, poco tiempo después, fue brutalmente asesinada en la calle Don Bosco al 4200.
Un chico que vivía en su mismo edificio fue quien encontró su cuerpo tendido en el hall principal cerca de las 7 de la mañana, cuando se dirigía rumbo a la escuela. Nicole tenía las llaves en su mano.
Para poder dar con el asesino, las cámaras de seguridad jugaron un rol clave, puesto que permitieron identificar al agresor. En las imágenes se veía una persona de mediana estatura, tez blanca, que vestía ropa oscura y un gorro, que se había bajado en la misma estación, pero había viajado en una formación anterior a la que tomó la estudiante para llegar a su casa.
El atacante, que en ese momento tenía 24 años, fue captado por primera vez merodeando a las 05:43 de la mañana. Once minutos después, las cámaras tomaron a Nicole caminando por la misma esquina. Segundos más tarde, Azcona reaparece en la imagen, siguiendo a quien sería después su víctima.
Otros videos lo muestran cerca de la Avenida Rivadavia y Treinta y Tres Orientales huyendo a paso acelerado, mientras se limpiaba con un trapo lo que sería su propia sangre, ya que el femicida se cortó mientras cometía el crimen.
Gracias a la difusión de las imágenes, su hermana lo identificó y le informó a su padre, domiciliado en el barrio San Francisco Solano, de Quilmes, quien decidió entregarlo a la Policía.
De esta manera, fue imputado por el delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y femicidio”. Durante el debate oral que se realizó en su contra, Azcona admitió ser el autor del asesinato, por lo que la defensa no cuestionó la materialidad del hecho o la imputabilidad del acusado; por el contrario, intentó probar que había sufrido un “brote psicótico”, algo que fue descartado por el Tribunal.
A esta causa se le sumó otra condena a 8 años de prisión el delito de “abuso sexual agravado por haber sido cometido con acceso carnal en concurso real con robo siempre”, cometido el 10 de agosto de 2014. Frente a esto el TOC 15 de la Ciudad de Buenos Aires dispuso la condena única de prisión perpetua, esto fue apelado por la defensora y ahora, rechazado por Casación.