El martes poco después de las 23 horas, Lautaro Ramallo, un guía turístico de 34 años, entró a su casa de Florencio Varela acompañado por dos jóvenes. La idea era tomar algo y pasar el rato. Sin embargo, la velada terminó de manera salvaje. Los hombres que ingresaron al domicilio lo asfixiaron, mataron a golpes y desvalijaron.
Después escaparon, aunque según se pudo establecer, no fueron muy lejos. Al parecer, los asesinos son vecinos de la zona.
Fuentes judiciales con acceso al expediente revelaron a Infobae que el violento crimen ocurrió dentro de un domicilio ubicado sobre la calle Dardo Rocha, entre Florentino Ameghino y Luis Braille. Fue la madre de Lautaro la que halló el cadáver la mañana de ayer. La mujer, al ver que su hijo no le había atendió el celular durante casi dos días, decidió acercarse hasta el domicilio.
Allí, se encontró con una escena de terror. El cuerpo del guía turístico estaba amordazado, atado de pies y manos y tirado al costado de su cama. La vivienda estaba completamente revuelta. A la escena llegaron policías de la Comisaría 3° de Florencio Varela, quienes además de constatar que Ramallo estaba muerto, observaron los golpes que había sufrido. Tenía contusiones en en la zona del rostro, la cabeza y la nuca. La víctima tenía rastros de semen en una de sus piernas, constataron peritos, por lo que no se descarta que haya habido algún tipo de abuso sexual.
En un principio los investigadores sospecharon de que se trató de un robo al voleo, pero con el análisis de las cámaras de seguridad del municipio, el fiscal de la UFI Nº1 de Florencio Varela, Darío Provisionato, pudo establecer que hubo planificación y que claramente la víctima conocía a sus asesinos.
Una secuencia captada por cámaras mostró cómo Lautaro ingresó a su casa acompañado por los dos hombres. Eran las 23 horas aproximadamente del martes pasado. Dentro de la vivienda tomaron bebidas hasta que poco más de una hora después, se observó a los dos individuos salir del lugar con un televisor en la mano y con algunas prendas de vestir.
Después se comprobó que además sustrajeron una notebook, un celular y algo de dinero.
El seguimiento de las filmaciones permitió a los investigadores establecer el recorrido de los asesinos. Los sospechosos -luego de matar y robar- llegaron hasta un barrio ubicado a no más de 10 cuadras del lugar del crimen. De inmediato, y por orden del fiscal, comenzaron a averiguar datos en la zona hasta que obtuvieron un resultado de importancia: en el barrio había un joven que ofrecía a la venta un televisor de las mismas características que el que tenía Lautaro en su casa.
Los investigadores ahondaron un poco más, hasta que dieron con una joven que les reveló el nombre de la persona que le había dado el televisor al joven para que los pusiera en venta. La testigo indicó algunas características físicas del hombre. Según dijo, tiene un arito en la oreja izquierda, una cresta y un mechón de pelo teñidos de rubio. En la filmación que observó el fiscal, notaron que uno de los sujetos que salió del domicilio de la víctima tenía esos mismos rasgos.
Hubo otro detalle: el sospechoso fue observado con un camperón de fútbol que presuntamente pertenecía a Lautaro.
Respecto a la víctima, las fuentes señalaron que tenía 34 años, vivía sola y trabajaba como guía turístico en los ómnibus de dos pisos que recorren la ciudad de Buenos Aires. el contexto en que conoció a los asesinos todavía no fue esclarecido. Sólo se sabe, en base a las cámaras de seguridad, que antes de entrar a la casa pasaron por un supermercado para comprar bebidas.
Si bien no se descarta la posibilidad de un abuso por los rastros de semen hallados, la principal hipótesis es que todo fue motivado por el robo. La autopsia reveló -según revelaron a este medio- que a Lautaro lo golpearon en la tráquea y murió asfixiado. El fiscal se entrevistará durante el día de hoy con la mamá de Lautaro. La calificación del hecho es homicidio criminis causa. Es decir, matar para ocultar otro delito. En este caso, el robo.