Un fiscal presentó este miércoles una solicitud de pena de prisión perpetua para un hombre que había sido declarado culpable por un jurado popular en el caso de homicidio de Patricia Rendón, ocurrido en junio de 2022 en la localidad de Catriel, en la provincia de Río Negro.
La petición fue hecha por el fiscal Gustavo Herrera ante el juez Guillermo Baquero Lazcan, quien tiene previsto leer la sentencia el próximo miércoles a las 13:00 horas.
La fiscalía solicitó la pena de prisión perpetua para el acusado, Luis Cronenbold, y también la prórroga de su detención preventiva hasta que la sentencia se vuelva definitiva mientras que la representación legal de la familia de la víctima, a través de la querella particular, apoyó ambas peticiones.
Por otro lado, la defensa del acusado expresó su desacuerdo con el veredicto del jurado popular, que lo declaró culpable de “homicidio agravado por la relación de pareja y por haber sido cometido por un hombre a una mujer en contexto de violencia de género”.
A pesar de ello, y según informó Télam, la defensa aceptó que la única pena posible, de acuerdo con la calificación legal, es la que solicitaron los acusadores. Asimismo, no se opuso a la prórroga de la detención cautelar, tal como la presentó la fiscalía y la querella.
Durante su intervención, el imputado reafirmó la declaración de inocencia realizada por su abogado y después de escuchar las argumentaciones de ambas partes, el juez encargado del juicio anunció que la sentencia completa se dará a conocer el próximo miércoles en la sede judicial de España y Urquiza.
El incidente por el que se llevó a cabo el juicio tuvo lugar el 28 de junio de 2022 en una vivienda de Catriel, y el cuerpo de la víctima fue descubierto un día después, enterrado en un área desolada a 76 kilómetros del centro urbano de la mencionada localidad rionegrina.
El fiscal Herrera explicó que Rendón y el acusado eran una pareja que había emigrado desde Bolivia para establecerse en la zona y habían tenido una hija. Sin embargo, las circunstancias llevaron a la separación de la pareja, y Patricia continuó con su vida mientras que Cronenbold se sumió en el abuso de alcohol y drogas, lo que generó tensiones, especialmente en relación con la hija de ambos.
Según la versión del fiscal, la relación llegó a su punto de quiebre el 28 de junio, cuando después de llevar a su hija a la escuela, ambos regresaron a la casa de Cronenbold. Allí, él agredió a Patricia con un objeto contundente, causándole graves lesiones en la cabeza, incluyendo una fractura craneal.
La hemorragia resultante fue tan severa que, en un segundo acto, Cronenbold envolvió la cabeza de la víctima con papel film y escondió su cuerpo en el maletero del automóvil. Luego, recogió a su hija de la escuela y la llevó a casa de una amiga.
Posteriormente, se dirigió al campo en la zona de Medanito Este, camino a General Roca, donde excavó una fosa y enterró el cuerpo de Patricia. Según la fiscalía, solo él conocía la ubicación del cuerpo.
Amigas de la víctima notaron su ausencia durante la mañana del 29 de junio y, al no tener noticias de ella, informaron a la policía que sospechaban de Cronenbold.
El sargento Gustavo Pichiman interceptó al acusado en la entrada del pueblo, donde intentó huir y finalmente fue detenido. Durante la inspección del automóvil del sospechoso, los peritos encontraron sangre de Rendón.
Cronenbold, una vez detenido, proporcionó una versión falsa de los hechos, alegando que dos narcotraficantes colombianos a quienes Patricia le debía dinero habían sido los responsables del homicidio y que lo habían obligado a enterrar el cuerpo, según detalló el fiscal.
Con información de Télam