Un hombre de 30 años fue detenido luego de darle una feroz paliza a su novia de 20. Como consecuencia de la violenta agresión, la joven perdió un embarazo de 10 semanas. Mientras la víctima se recupera en el hospital; el agresor quedará detenido durante los seis meses que dure la investigación del caso. Está imputado por el delito de “aborto con lesiones graves, doblemente agravadas”. La pena podría alcanzar 20 años de prisión.
El brutal episodio sucedió en la localidad chubutense de Playa Unión, en el departamento donde la pareja convivía desde hace, aproximadamente, un año. Allí, este sábado al mediodía, E.V. atacó a S.S. con objetos duros y cortantes. Además, le propinó una serie de golpes y patadas. La paliza le produjo lesiones en todo el cuerpo, entre ellas, una fractura de mandíbula, un traumatismo encéfalo craneano con hematoma, una herida de tres centímetros en el submaxilar derecho, edemas en ambos labios y en la mano izquierda, múltiples hematomas en ambos brazos, glúteos y miembros inferiores y un gran hematoma en el muslo derecho que abarcaba desde la cadera hasta la rodilla y casi toda su circunferencia.
Tras la agresión, la joven llegó al Hospital Rawson en estado de shock. Fue la médica de guardia que la revisó, Jimena Marcos, quien constató que el feto ya no presentaba signos vitales. Luego denunció el hecho. Inmediatamente, intervino la fiscal General Florencia Gómez, junto Leonardo Cheuquemán y la abogada Silvina Nicholson de la Fiscalía de Rawson.
En ese contexto, se abrió una investigación, se realizó una inspección ocular en el departamento y se tomaron distintos testimonios. Se destacó, por ejemplo, el de una vecina que dijo haber escuchado los pedidos de auxilio de la víctima. Además, se secuestró el teléfono celular del agresor a raíz de un mensaje que le envió a la pareja de la madre de S.S. en el que justificaba los golpes.
Horas más tarde, la fiscal General de Rawson le solicitó al juez de garantías Marcos Nápoli que dispusiera la prisión preventiva del agresor por el plazo de seis meses. En su resolución, el magistrado tuvo en cuenta los argumentos del Ministerio Público Fiscal y dijo que la información con la que se cuenta hasta el momento es “contundente”. Además, destacó las lesiones que el imputado tiene en sus puños.
También aseguró que con los golpes a su pareja, el imputado “quitó la vida de su propio hijo, quitó una vida, que es el bien más preciado desde el punto de vista penal”. Luego hizo hincapié en el nivel de violencia en contra de la mujer, “con lesiones en todo el cuerpo, fractura de mandíbula, además de los daños psicológicos”.
Dijo que el caso, así como fue descrito por la fiscal Gómez, “alcanza altos niveles de gravedad y violencia” además de utilizar términos como “brutalidad y repugnancia” para concluir que se está frente a “un hecho espeluznante”.
Un día después de la feroz paliza, la víctima tuvo que ser sometida a una cirugía de urgencia con el fin de realizarle un legrado. Aún permanece hospitalizada.
La causa tiene, hasta el momento, una calificación jurídica provisoria y de ello se desprende la posible pena en caso de que E.V. sea hallado culpable. La pena prevista hasta el momento tiene un mínimo de 3 años de prisión y un máximo de 20.
El juez Nápoli expresó que en el devenir de la investigación puede quedar probada la gravedad del caso y la conjunción de varios delitos, con una pena que “puede superar largamente el mínimo e incluso la media”, con la posibilidad por ello de que tenga que resolverse con la conformación de un juicio por jurados.
Los abogados defensores particulares del imputado, Martín Castro y Rodrigo Miquelarena, pidieron el arresto domiciliario para E.V. pero esta solicitud fue rechazada por Nápoli, que adhirió al pedido de los fiscales por considerar que el imputado se puede fugar teniendo en cuenta que pesa un pedido de pena grave en su contra, además de la posibilidad de entorpecer la investigación.