Entre los antecedentes de José Luis Báez, el hombre de 40 años que apareció muerto en el lago Victoria Ocampo de Palermo, se cuenta un homicidio: el indigente había apuñalado a un pasajero de un colectivo de la Línea 152 en julio de 2021, luego de que le pidiera que pague el boleto. Fue declarado inimputable y derivado al hospital Borda.
Antes de ese crimen, en julio de 2020, Báez había atacado con un hierro a un joven y, tres meses después, fue imputado por amenazas. La Justicia lo sobreseyó: “No conservaba la autonomía psíquica ni capacidad para comprender el alcance de sus actos”.
El hombre chaqueño tenía varios antecedentes penales de 2020 a esta parte no sólo en la base de datos de la PFA, sino en la Policía de la Ciudad y en la de la provincia de Chaco. De todos, el más grave fue el crimen en el colectivo. La víctima, identificada como F.G., de 44 años, fue apuñalada en el pecho a bordo de un colectivo en la zona de Palermo y falleció el 7 de julio de 2021 -dos días después del ataque- tras ser operado en el hospital Rivadavia.
El hecho ocurrió en el interno 56 de la Línea 152, sobre la intersección de avenida Santa Fe y Vidt. Báez, en ese momento de 37 años, agredió al pasajero frente al chofer y al resto de los ocupantes del colectivo. Su víctima, según la acusación en su contra, simplemente lo había increpado por subirse a la unidad sin pagar.
“El tipo subió sin pagar, el chofer le indica que pague y el sospechoso empieza a increpar a la pareja que había subido en la misma parada que él. Es en ese momento un pasajero sale en su defensa y se empiezan a pelear. Así, recibe la puñalada”, aseguró una fuente policial por entonces.
El indigente tomó un cuchillo de carnicero que llevaba en una bolsa de plástico y le atravesó el tórax. Intentó huir, pero la Policía de la Ciudad lo capturó en la calle. Los propios pasajeros lo sostuvieron. En el caso intervino el juez porteño Darío Bonnano.
El magistrado ordenó un estudio interdisciplinario para determinar el estado de salud mental del acusado y lo envió al hospital Borda. En dos páginas manuscritas firmadas por un psiquiatra forense, la pericia lo definió como un hombre “antisocial” y “sin remordimiento”. Desde el comienzo, el perito descartó factores alucinatorios o delirantes, así como un riesgo cierto e inminente. “No tiene criterio de internación psiquiátrica”, aseguró su informe.
Sin embargo, lo que sigue es fuerte. “Presenta conducta manipulatoria” con un “trastorno antisocial de la personalidad”. También, “desconoce” el intento de homicidio del que lo acusan. Más allá del cuadro revelado por los profesionales, luego fue declarado inimputable.
Por ese entonces, Báez, con un domicilio registrado en la calle Adolfo Alsina, también relató su historia. Recordó haber estado en coma tras un accidente de tránsito en Chaco que le causó varias heridas. Aseguró que comenzó a beber a los 16 para convertirse en un alcohólico. Ya había pasado por el hospital Borda: afirmó que fue internado allí por orden judicial en 2019.
También estuvo preso, en penales como la cárcel de Ezeiza.
Entre los antecedentes que registraba Báez, además de la inimputabilidad, se destacan la más reciente, del 5 de septiembre pasado, por amenazas agravadas por el uso de arma blanca. Del 10 de agosto del año pasado, en tanto, tiene una causa por abuso sexual simple, y del 4 de ese mismo mes y año, otra por robo.
Además, según las fuentes, cuenta con contravenciones por portación de un arma no convencional de junio y julio de 2022 y de marzo y octubre de 2021; por exhibiciones obscenas de mayo y junio del año pasado, por amenaza simple de octubre de 2020.
Justamente, en ese mismo año de la pandemia por coronavirus, durante el ASPO, tiene una causa por lesiones leves (05/7/20) y una tentativa de robo (28/6/20) previa.
Este martes, el fiscal Matías Di Lello, a cargo de esclarecer el hecho con un expediente por averiguación de causales de muerte, recibió también los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo, que se realizó en la Morgue Judicial. “Se encontraron escasas partículas de plancton en los pulmones, lo que lleva a descartar que haya muerto ahogado. Se confirma que no había ningún tipo de lesiones compatibles con cualquier mecánica de una muerte violenta. Es posible suponer un episodio vinculado al consumo de drogas o a una muerte súbita”, aseguró una fuente clave en el caso a Infobae.
Fuentes policiales indicaron, en tanto, que “se pudo apreciar un edema encefálico difuso”, que podría ser producto de un ACV. Así, la causa precisa de muerte queda a determinarse. Di Lello ya ordenó estudios toxicológicos y anatomopatológicos para terminar de esclarecerla.
El cuerpo de Báez fue hallado a muy pocos metros de donde asesinaron al ingeniero Mariano Barbieri el 30 de agosto pasado: lo apuñalaron en el pecho para robarle el celular cuando iba a la Plaza Sicilia a hacer la meditación de la Luna, según sus allegados.