Inventó un secuestro para extorsionar a su jefa pero confió en la persona equivocada: era un policía encubierto

Ocurrió en una chacra de Exaltación de la Cruz, en la que trabajaba el empleado infiel. El hombre, que fue detenido, había dicho que un grupo de delincuentes intentaría raptar a la hija de su empleadora

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El empleado infiel fue detenido por la PFA en una chacra de Exaltación de la Cruz

Un empleado de un emprendimiento rural del partido bonaerense de Exaltación de la Cruz fue detenido en su lugar de trabajo por inventar el secuestro de la hija de su jefa para extorsionarla, indicaron fuentes policiales a Infobae.

Todo comenzó a fines del mes de agosto, cuando una empresaria relacionada con la industria farmacéutica, que posee un emprendimiento rural en el Norte de la provincia de Buenos Aires, denunció que le había llegado el dato de que un grupo de delincuentes, que tenían contacto con la Policía Local, estaba organizando el secuestro de su hija.

La mujer mencionó que la información le había llegado a través de uno de los empleados de su chacra, quien había pedido dinero a cambio de mayor información sobre la presunta banda de delincuentes, añadieron las fuentes del caso.

Tras la denuncia, tomó intervención la Fiscalía Federal de Campana, a cargo de José Bringas, quien encargó a los detectives de la Unidad Antisecuestros Sur de la Policía Federal el análisis de seguridad sobre el lugar de residencia y movimientos de la denunciante, como así también de su familia. De manera inmediata, se les concedió una custodia para evitar el supuesto rapto.

Al mismo tiempo, se iniciaron las primeras tareas investigativas que permitieron establecer la identidad y los movimientos del hombre que terminaría detenido. Los detectives determinaron que no tenía ningún tipo de contacto con personas u organización criminal con capacidad operativa y recursos humanos para poder llevar adelante el supuesto ilícito que había planteado.

Los policías le incautaron un arma al detenido
Los policías le incautaron un arma al detenido

Con la finalidad de esclarecer los verdaderos motivos de los comentarios intimidatorios del empleado infiel investigado, un agente encubierto tomó contacto directo con él y logró entrar en confianza. El trabajador le contó que, si bien había una compleja organización criminal que quería atacar a sus patrones, él tenía la capacidad y armamento necesario para protegerlos. Dijo, según las fuentes, que “todos estarían seguros mientras él siguiera trabajando allí”.

Tras la información recolectada por el agente encubierto, la Fiscalía y el Juzgado Federal de Campana N°1, a cargo de Adrián Charvay, dispusieron las medidas que permitieron la detención del empleado infiel, el secuestro de un arma de fuego que tenía en su poder y equipos de telefonía celular que serán analizados.

Antecedente

Días atrás, un delegado comunal del departamento de Chicligasta, en la localidad de Medina, provincia de Tucumán, fue detenido por la Policía Federal, acusado de ser el organizador de una banda que cometió el feroz secuestro extorsivo de los hijos de un empresario.

Se trata de Diego Víctor Figueroa, electo en su cargo en noviembre de 2019, fue allanado y arrestado en su casa del Barrio 20 Viviendas de la zona de Medina, por el Departamento Antisecuestros Norte de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, con la cooperación de la Agencia Regional Tucumán, bajo las órdenes del fiscal federal Agustín Chit.

Todo ocurrió el 22 de diciembre pasado. Las víctimas fueron dos hermanastros, uno de 18 años, oriundos de la localidad de Aguilares, hijos de un reconocido dueño de un corralón. Tomaron un remís para dirigirse a la vecina ciudad de Alberti, donde se encontrarían supuestamente con una mujer, que les pagaría la compra de materiales de construcción. En verdad, era una emboscada.

Cuando llegaron al lugar pactado, vieron un auto oscuro, del que bajaron varios hombres armados, quienes redujeron a los hermanastros y al remisero a golpes de puño y amenazas. Así, luego de circular por distintas calles por varios minutos, fueron encerrados por la fuerza en un galpón. Momentos después, el padre de los cautivos, recibió llamados de los captores: pidieron nueve millones de pesos para liberarlos, circunstancia que no se produjo. Los liberaron a las 18 de ese mismo día.

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