En las últimas horas, el Departamento Delitos Fiscales de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA detuvo a dos sospechosos acusados de operar una cueva financiera que se ocultaba tras la fachada de una inmobiliaria en Lomas de Zamora. Los arrestos se produjeron en el marco de un allanamiento realizado en un local ubicado en la calle Loria al 100, en el que funcionaba MiguelezAdrián Propiedades, una conocida firma en la zona.
Según indicaron fuentes policiales a Infobae, la “cueva” ofrecía la compra y venta de dólares, euros, pesos uruguayos y reales brasileños. Sin embargo, acceder a estos servicios requería una cita previa y coordinada, y en algunos casos, se requería ser recomendado por otra persona.
El modus operandi incluía un riguroso protocolo de control. Los clientes debían anunciarse mediante un portero eléctrico y ser identificados por cámaras antes de poder ingresar a un primer ambiente que contaba con puertas de máxima seguridad, apertura interrumpida y un circuito cerrado de monitoreo. Una vez dentro, se les permitía el acceso a un segundo ambiente donde se realizaban las transacciones financieras.
Lo que parecía una inmobiliaria convencional estaba compuesta por al menos dos empleados pertenecientes a una misma familia. Pese a esto, bajo este disfraz, se ocultaba un centro de operaciones financieras con compartimentos secretos diseñados para esconder grandes sumas de dinero en efectivo.
La investigación fue liderada por detectives del Departamento Delitos Fiscales de la PFA y dirigida por la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal N° 2, a cargo de Cecilia Incardona, y la Secretaría Única a cargo de Florencia Soglio. Esta labor implicó un entrecruzamiento de información digital y financiera, así como una serie de tareas de campo que incluyeron filmaciones, seguimientos y trabajos de vigilancia. El operativo fue ordenado por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 a cargo de Ernesto Kreplak, con el secretario Augusto Peloso.
Cuando los oficiales se acercaron al local, se dieron cuenta de que existían rutas de escape hacia las casas vecinas. Rápidamente, se implementó un dispositivo de seguridad en las inmediaciones, lo que permitió la detención de uno de los empleados que intentó escapar por una pequeña ventana, quien llevaba consigo una bolsa negra.
Durante su fuga, el hombre arrojó la bolsa hacia un garaje vecino, en un intento por deshacerse de la evidencia. Sin embargo, los agentes lograron detenerlo antes de que pudiera completar su plan de escape.
Luego, recuperaron la bolsa negra. Allí hallaron una gran cantidad de pesos y dólares además de una escalera apoyada contra la pared, lo que indicaba que los sospechosos ya habían contemplado una posible fuga ante cualquier problema.
Como resultado final del procedimiento se logró la detención de los dos principales investigados, el secuestro de al menos media docena de equipos informáticos, teléfonos celulares, documentación y máquinas de contar dinero. Además, se incautaron más de 20 mil dólares y cinco millones de pesos.