(Desde Resistencia, Chaco) Hoy se cumplen tres meses y trece días desde que Emerenciano Sena está detenido y con prisión preventiva, acusado de ser coautor del femicidio de Cecilia Strzyzowski, junto a su esposa, Marcela Acuña, y su hijo, César. De viaje por Chaco, Infobae recorrió el barrio que lleva el nombre del dirigente social donde el último lunes la candidata presidencial de Juntos por el Cambio —Patricia Bullrich— tuvo un cruce con un grupo de militantes que le impidieron el ingreso. Dos días después, el miércoles, hubo un intento de toma. Es que, sin la presencia de sus líderes, la base del clan Sena quedó acéfala y atraviesa una etapa abandono.
Construido sobre el predio del ex campo de Tiro del Ejército en el año 2010, el barrio Emerenciano está conformado por unas quince medias manzanas, de tamaños irregulares, ubicadas en las afueras de Resistencia y sobre el margen sudoeste de la capital provincial. Se estima que allí viven entre 400 y 500 familias.
En auto, la principal vía de acceso es la avenida San Martín, que sale del centro de la ciudad y atraviesa Resistencia hasta chocar con una escultura de un puño en alto pintado de rojo (insignia del partido socialista), con un estrella blanca en el centro. Si uno se acerca, dos palabras en letra imprenta negra recuerdan que: “Falta Cecilia”. Hasta ahora, nadie se animó a borrarlas.
Unos metros hacia la derecha, donde antes se anunciaba “Emerenciano” —con letras gigantes y del color de la bandera de los pueblos originarios— ahora solo quedan en pie la “I” y “A”. El barrio, que en su época dorada tuvo hasta “serenos”, ahora no tiene ni carta de presentación: adónde fueron a parar el resto de las letras, cuándo y quién se las llevó es un misterio aun sin resolver.
A medida que avanzamos, la falta de mantenimiento del barrio está a la vista. El pasto crecido, una iglesia a medio construir y varias hectáreas de campo que acumulan desde chatarra hasta una ambulancia y un camión en desuso. La foto se completa con pilas de ladrillos, bolsas de arena y algunos caballos que galopan cerca de la Biblioteca Popular, que ya no lleva el nombre de “Saúl Acuña”, el padre de Marcela.
“A Emerenciano le duele mucho porque este lugar es parte de la construcción que fue haciendo durante los últimos 30 años. Antes de que pasara ‘todo esto’, él venía todos los días a controlar las obras (N.d.R: hay unas cuarenta casas que están semifinalizadas y están prontas a entregarse). Estaba en cada detalle. Ahora pide que lo cuidemos y que no dejemos de luchar por lo que conseguimos”, asegura José Ramón Suárez (63), vecino del barrio, que se presenta como el actual “vocero” de Sena. El frente de su casa pide en letra roja “Libertad para Emerenciano” y “Basta de presos políticos”.
Sobre la acefalía del lugar y la preocupación que arrastran los dirigentes sociales desde sus lugares de detención, también se expresó Marcelina Sena (58), la hermana de Emerenciano. “Cuando fui a visitar a Marcela, ella me pidió que me hiciera cargo del barrio y que guíe a las compañeras. Lo intenté, pero hay cosas que no puedo hacer porque yo no era parte de ese lugar”, sostuvo “Lina” en charla con este medio.
Para Marcela Acuña el aseo y el orden del barrio eran claves. Así lo detalló en la biografía “Emerenciano, caudillo del norte” (Ediciones Librería de la Paz), que ella misma escribió. “La limpieza y la pelea contra la cabeza de los compañeros que no dimensionan su importancia, como la del cuidado de los árboles, las plantas, hace que se pueda llegar a un barrio limpio y ordenado, donde lo verde supera a cualquier otro color”, dice en la página 208, en el capítulo “Construir el barrio”.
Del rojo al blanco
A fines de junio pasado, el barrio Emerenciano comenzó a transformarse. De un día para el otro, las paredes de las casas, que estaban pintadas de rojo y llevaban el nombre Sena y el rostro del “Che” Guevara, pasaron a ser blancas.
Una de las versiones indicaba que, tras el crimen de Cecilia, los vecinos querían “despegarse” de Emerenciano y reconstruir la identidad del barrio. Suárez la desmiente categóricamente. “Hay una unidad entre los vecinos. No estamos divididos entre los que creemos en Emerenciano y los que no. De hecho, más adelante, voy a proponer una asamblea para ratificar el nombre del barrio. Estoy seguro de que el 100% de las personas que viven acá van a revalidarlo”, dice.
El cambio de colores también se replicó en la Escuela Pública de Gestión Popular N°2, corazón del barrio, que brinda educación en los niveles Inicial, Primario, Secundario y de Formación Profesional. A los docentes, y a los cerca de mil estudiantes de los tres niveles, se les solicitó que abandonaran los guardapolvos rojos.
Según pudo saber Infobae, fue una instrucción del Gobierno de Chaco que, por disposición de Personería Jurídica, intervino tanto la institución educativa, como la Fundación “Saúl Acuña”, que recibía transferencias del Estado provincial para planes de vivienda y educación. Solo en 2023 le entraron 141 millones de pesos, los últimos 825.000 en la misma mañana que detuvieron a los Sena.
“Hicieron un desastre. Intervinieron para hacer daño”, lamenta Suárez que, tras el procedimiento, se quedó sin trabajo en la escuela, donde se desempeñó como preceptor durante casi una década.
La intervención
En comunicación con Infobae, el ministro de Educación provincial, Aldo Lineras, contextualizó la intervención en la E.P.G.S. N°2.
“A partir de la detención de la familia Sena por el femicidio de Cecilia, desde Personería Jurídica se dispuso la intervención inmediata tanto de la Fundación ‘Saúl Acuña’ como de la escuela, porque esta última quedó completamente descabezada: Emerenciano Sena y Marcela Acuña eran las autoridades”, sostuvo el funcionario.
Luego, siempre según el relato del funcionario, se nombró al director regional de esa zona, Omar Rojo, como interventor de los niveles educativos y se le pidió que corroborara matrículas y revisara las carpetas con los antecedentes docentes.
“En base a eso lo que hicimos fue una reorganización. El objetivo siempre fue que la comunidad mantuviera la oferta educativa y que todo aquel docente con título, que estuviera al frente de un curso, pudiera conservar la estabilidad laboral. Para eso les pedimos que crearan otra fundación, a la cual llamaron ‘Asociación de Educadores Unidos’, a la cual vamos a trasladarle la responsabilidad de coordinar la Escuela de Gestión Social”, agregó Lineras.
El intento de toma del barrio
Ocurrió este miércoles 20 de septiembre cerca de las 7 de la mañana, cuando un grupo de vecinos (no está claro si eran o no del barrio) se congregó en el predio y comenzó a tomar terrenos. Con celeridad, la Policía chaqueña se desplegó hasta el lugar para mediar con los manifestantes.
Según publicó Diario Chaco, el intento de usurpación fue de gran magnitud. “Quisieron tomar unas 10 manzanas. Cada una estaba ‘custodiada’ por un dirigente de distintas fundaciones”, informó dicho medio y explicó que el conflicto no pasó a mayores: “A través del diálogo, se solucionó todo y los vecinos se retiraron pacíficamente”.
Es la primera vez que sucede desde la detención de los dirigentes sociales.
La causa por el femicidio de Cecilia Strzyzowski está próxima a elevarse a juicio. Los Sena están imputados por el delito de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el concurso premeditado de dos o más personas”, que está penado con prisión perpetua.
*Fotos: Edgard Aguirre.