La Cámara Federal de Corrientes procesó y ordenó detener a siete militares acusados del crimen del joven soldado Matías Ezequiel Chirino, el subteniente cordobés de 22 años del Ejército Argentino que perdió la vida el 19 de junio del año pasado tras participar de una “iniciación” en un cuartel de la ciudad de Paso de los Libres.
Según la resolución a la que accedió Infobae, se trata de los capitanes Rubén Darío Ruiz (35), Claudio Andrés Luna (35) y Hugo Martínez Tárraga Reclus (34), como así también los tenientes Exequiel Emanuel Aguilar (31) y Darío Emanuel Martínez (31). Se suman los subtenientes Luis Facundo Acosta (26) y Gerardo Sebastián Bautista (31). El tribunal también resolvió agravar la calificación, que pasó de homicidio culposo a homicidio simple.
De acuerdo con el expediente, los siete militares fueron acusados como coautores del crimen, mientras que los otros dos imputados, Claudia Daniela Cayata (34) y Franco Damián Grupico (26), fueron procesados como partícipes secundarios, ya que para la Justicia podrían haber hecho algo para evitar la muerte de Matías y no lo hicieron. Por el momento, seguirán en libertad.
De esta manera, el tribunal de alzada aceptó el planteo de los abogados querellantes de la familia del soldado cordobés de 22 años, quienes se opusieron a la tipificación de “homicidio culposo y abuso de autoridad” sin prisión preventiva, resuelta el 10 de marzo pasado por el juez Federal de Paso de los Libres Gustavo del Corazón de Jesús Fresneda.
En aquella resolución, el magistrado además trabó embargos por montos de 500.000 pesos a los nueve integrantes del Ejército Argentino que presuntamente participaron del fatal rito de bienvenida que derivó en la muerte Chirino.
La Cámara Federal ordenó “remitir copia” al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, al Ministerio de Defensa de la Nación y al Ejército Argentino “a fines de que se tome razón y se eviten, en el futuro, prácticas compatibles con ‘rituales de iniciación’, en clara violación a derechos de Subtenientes de las Fuerzas Armadas”, contrarias a lo establecido en el Código de Disciplina de las Fuerzas Armadas.
El crimen y los resultados de la autopsia
La muerte de Chirino ocurrió en el interior del Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3, ubicado sobre el kilómetro 10 de la Ruta 117 de la localidad correntina de Paso de los Libres, el 19 de junio de 2022, durante un ritual de iniciación desarrollado entre las 0.30 y las 6.30, según consta en el expediente.
A raíz de la muerte del subteniente, en noviembre del año pasado el ministro de Defensa, Jorge Taiana, prohibió la autorización y realización de festejos, “ritos y ceremonias de iniciación”, reuniones sociales o cualquier tipo de actividad; así como también el ingreso, provisión y consumo de bebidas alcohólicas dentro de unidades y establecimientos militares con motivo del comienzo o la finalización de actividades de formación o entrenamiento.
Según la investigación del caso, orientada por el fiscal federal Fabián Martínez, se pudo determinar que los subtenientes Chirino, Chaile y Meza debían presentarse y comenzar a prestar funciones, por orden del segundo jefe de la Unidad, a las 7.30 del día 20 de junio de 2022, pero finalmente por instrucción del Subteniente Facundo Luis Acosta, debieron arribar antes de lo previsto, a las 20.15 del 18 de junio de 2022.
Entre el horario de ingreso y las 0.30 del 19 de junio de 2022, se constató que en el interior del quincho de oficiales y sus inmediaciones, en el marco del “bautismo”, los acusados ahora procesados “prevaliéndose de la autoridad que tenían (…), en desprecio a la integridad física y moral de sus camaradas Matías Ezequiel Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza, le impartieron órdenes arbitrarias y maltratos”, dice el expediente.
Detalla que los maltratos consistieron en “obligarlos a ejecutar diferentes tareas denigrantes, como ordenándoles previamente al arribo al cuartel que debían organizar una cena para ello y durante la noche debieron hacer comprar diferentes bebidas alcohólicas y gaseosa, cigarrillos y comida a pedido de los sindicados”.
Y que “con el estómago vacío los conminaron a beber alcohol en exceso, extendiéndole sus copas, una de ella conteniendo vino con abundante sal, bajo la orden ‘tome, tome’, provocando que perdieran el conocimiento”. Asimismo, les exigieron que se colocaran la ropa de verano ante temperaturas de entre 4 y 2 grados y se sumergieran a la pileta del casino de oficiales cuya agua se encontraba sucia, por un tiempo de 30 segundos aproximadamente.
A medida que fueron perdiendo el conocimiento por la intoxicación alcohólica y las demás circunstancias de maltrato, los soldados fueron dejados sin asistencia sobre colchones en el piso, sin calefacción en la habitación de Chaile, hasta que a las 6.09, la enfermera de la unidad, Sargento Clara Fernández, recibió un llamado telefónico del teniente Grupico solicitando que concurra a la Unidad para asistir a uno de los nuevos oficiales “que se había pasado de alcohol”.
Según la autopsia realizada a Chirino, la víctima murió por broncoaspiración tras vomitar en estado de inconsciencia y estando acostado, mientras que se registró 1,45 gramos de alcohol por litro de sangre.