Un delincuente al que la Justicia había dejado en libertad este lunes fue detenido nuevamente 48 horas después luego de arrebatarle un teléfono celular a una mujer en el barrio porteño de Constitución. Según indicaron fuentes oficiales a Infobae, luego del arresto comprobaron que no sólo había sido excarcelado dos días antes sino que además contaba con un amplio historial en el mundo del delito.
El sospechoso, identificado como Javier Eduardo Cardozo, fue visto por los efectivos mientras estaban junto a personal de la Agencia Gubernamental de Control mientras realizaban inspecciones en distintos comercios de la zona. Pese a la presencia de las autoridades en el barrio, al ladrón no le importó y atacó nuevamente a una víctima.
Al observar la situación, los oficiales comenzaron a perseguirlo por la calle Salta y lo redujeron al llegar a Caseros al 1300. Al cruzar su nombre en el sistema, los agentes corroboraron que Cardozo había sido liberado recientemente y que tenía un historial delictivo que incluía múltiples causas por hechos de robo y evasiones.
El delincuente tiene una causa abierta por robo radicada que data del 7 septiembre pasado. Se le formaron tres expedientes en su contra en 2020: en la Comisaría Comunal Nº12, en noviembre, le iniciaron una causa por evasión simple; el mismo mes, en la 1-C, fue acusado de los delitos de robo y lesiones leves, mientras que en enero fue imputado de robo en la misma sede policial.
No es lo único. A Cardozo ya lo conocían en esa comisaría desde el 24 de agosto de 2018, cuando efectivos de esa dependencia lo atraparon mientras concretaba otro asalto. “Hay que dar un debate serio que termine con la puerta giratoria, la Justicia lo había liberado hace dos días y hoy vuelve a cometer un ilícito”, aseguró el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Coria. Y añadió: “Necesitamos que los delincuentes estén encerrados para que los vecinos vuelvan a vivir en libertad”.
Robo de celulares en la Ciudad
A comienzos de este mes, agentes de la Policía Federal desbarataron una organización criminal que se encargaba de vender teléfonos móviles en una de las galerías ubicadas en el barrio porteño de Once. El allanamiento y las detenciones de los ocho detenidos fueron ordenadas por el juez Ariel Lijo, a cargo del Juzgado Federal N° 12.
La operación encabezada por el Área de Cibercrimen fue realizada durante la jornada del jueves en varios locales de una galería ubicada sobre la Avenida Pueyrredón, en donde individuos de nacionalidades argentinas, venezolanas y peruanas fueron aprehendidos por integrar una banda de “enfriadores”, es decir que se encargaban de recibir los teléfonos que habían sido recientemente robados para reinsertarlos luego en el mercado negro.
Los detenidos cumplían el rol de revisar toda la información que pudieran contener los dispositivos, para sortear la posibilidad de vaciar las cuentas bancarias de las víctimas, y derivarlos a los laboratorios, en donde procedían a liberarlos para que puedan ser comercializados en el mercado negro.
La investigación estuvo a cargo de la División Delitos Tecnológicos de la Superintendencia de Investigaciones Federales, que solicitó al Juzgado Federal N°12 una orden de allanamiento para poder revisar el interior de los locales que habían sido previamente señalados por las autoridades.