Los ataques con sello sicario en Rosario no cesan. Anoche hubo otro en la zona norte de la ciudad y dejó herido a un joven de 18 años que fue baleado en una pierna y debió ser hospitalizado.
Sucedió en una estación de servicio YPF ubicada en el cruce de Marul y Rondeau. La víctima no era el destinatario de los disparos, sino que estaba allí junto a sus compañeros de colegio, aguardando abordar una serie de camionetas Trafic para dirigirse a la provincia de Córdoba en el marco de un viaje de egresados. En ese contexto, dos sicarios se presentaron en el lugar y comenzaron a disparar.
Los atacantes, además, dejaron una nota amenazante. El mensaje está dirigido al fiscal Matías Edery, uno de los principales investigadores dedicados a perseguir a Los Monos. Allí también se menciona a Mariana Ortigala, una cómplice clave del capo de esa organización narco, Ariel “Guille” Cantero.
“Fiscal Matías Edery, dejá de hablar por teléfono con Mariano (sic) Ortigala y armar la causa contra los pibes porque te vamos a matar a tu familia”, se lee en el escrito que lleva la firma de “La Mafia”.
El mensaje alude a una investigación contra Los Monos por extorsiones, ataques a tiros e incendiarios ocurridos desde marzo de 2021 hacia el dueño de la agencia de quinielas El Califa, a quien le exigieron el pago de un millón y medio de dólares “para dejarlo trabajar tranquilo”.
Cantero y Ortigala, entre otros, están imputados en esa causa. La mujer fue detenida la semana pasada: está acusada de ser la presunta prestanombre de Cantero.
Así lo afirmaron los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno durante la audiencia imputativa realizada ayer, donde la acusaron de haber registrado a nombre suyo o de su círculo cercano 14 inmuebles en los últimos cuatro años, casualmente, desde que ingresó en el programa de protección de testigos.
Socca aseguró que Ortigala, su pareja y sus respectivas familiares “empezaron a incrementar su patrimonio a partir del vínculo cercano con Cantero”.
La relación entre la pareja y el líder de Los Monos es públicamente conocida. Incluso, Sebastián Felipe, el concubino de Ortigala, pidió la palabra este martes para decir ante la jueza María Trinidad Chiabrera que visita a “Guille” cada 35 días en el penal federal de Marcos Paz.
“Es mi amigo, no tengo nada que ocultar con eso”, subrayó.
No es la primera vez que Ortigala aparece en escena en una causa judicial: el año pasado se convirtió en una testigo importante en el juicio en el que fue condenado el capo narco Esteban Lindor Alvarado.
Este miércoles, Socca requirió que Ortigala y los otros ocho imputados del caso queden en prisión preventiva por el plazo de ley, a excepción de uno que habría tenido una participación secundaria en el plan. A la hora de argumentar por qué sería peligroso que queden en libertad algunos de los acusados, el fiscal expuso una serie de capturas de pantalla de conversaciones vía WhatsApp que resultaron incendiarias y que podrían sacudir los cimientos de la Justicia. Se trata de charlas entre la acusada y el fiscal Edery, quien había informado en 2021 a sus superiores que esa mujer era una de sus informantes.
Según lo que reconstruyó Socca a partir del intercambio de mensajes en cuestión, Edery no habría compartido información sobre el tiroteo a un comercio de Mendoza y Matienzo en el marco de una extorsión. A su vez, el funcionario le hablaba a ella sobre escuchas a Esteban Alvarado.
En conversaciones con otras personas que se hallaron en el celular de la mujer, queda expuesto que la acusada recibió datos sobre allanamientos.