En la continuación de la audiencia por extorsiones, ataques incendiarios y a tiros contra el dueño de la agencia de quinielas El Califa, realizada hoy en los tribunales de Rosario, causa en la que se encuentra acusado “Gulle” Cantero -capo de Los Monos- y su presunta testaferro, Mariana Ortigala, el fiscal Pablo Socca realizó un fuerte pedido.
Socca requirió que los nueve imputados del caso queden en prisión preventiva por el plazo de ley, a excepción de uno que habría tenido una participación secundaria en el plan. A la hora de argumentar por qué sería peligroso que queden en libertad algunos de los acusados, expuso una serie de capturas de pantalla de conversaciones vía WhatsApp que resultaron incendiarias y que podrían sacudir los cimientos de la Justicia.
Se trata de charlas entre Ortigala y el fiscal Matías Edery, uno de los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación más reconocidos por lograr condenas contra las principales bandas de Rosario, entre ellas, a “Guille” Cantero y la plana mayor de Los Monos.
Ortigala hizo entrega de sus celulares cuando fue allanada el lunes de la semana pasada en su casa de Funes Town. Aclaró que uno de ellos, de marca Xiaomi, estaba únicamente destinado “a pasarle información a Edery”. La mujer fue testigo de la causa en el juicio contra Esteban Alvarado: uno de los fiscales a cargo de la acusación fue Matías Edery.
El fiscal Edery ya había informado en 2021 a sus superiores –fiscal regional y general– que esa mujer era una de sus informantes. Dicho acto fue realizado a través de un sobre cerrado, por lo que las altas autoridades habrían estado al tanto del vínculo.
Este miércoles, el fiscal que imputó a Ortigala, su pareja Sebastián Felipe y a otros presuntos integrantes de Los Monos, afirmó que la mujer –que fue testigo en el juicio contra Esteban Lindor Alvarado, rival de Los Monos– tenía un vínculo “que no era gratis, que tenía recompensa” con “Guille” Cantero. En ese marco, ventiló que puso 14 propiedades a nombre suyo y de su círculo íntimo desde marzo de 2019, casualmente, cuando ingresó al programa de protección de testigos por su actuación en la causa Alvarado.
En la pericia del teléfono en cuestión, se encontraron conversaciones donde Ortigala le envía a Edery una noticia del medio Rosario3 de 2021 referida a una balacera contra un comercio de Mendoza y Matienzo, que anteriormente fue propiedad de un joven condenado por narcotráfico. Después de ese ataque, pasó a estar a nombre de Ortigala.
“La mujer le pregunta si el caso era suyo y pone «jajaja». Después de recibir de respuesta un audio, ella responde que sabe que lo baleó un tal Flaco, que era su amigo y que le manejaba la plata a René (se presume, Ungaro, otro capo narco rosarino). La causa por esa balacera la tuvo el fiscal Federico Rébola y nunca se compartió la información. Ya que tanto se valora la información que esta mujer brindó, en este caso no llegó”, dijo Socca.
Sobre ese hecho puntual, desde la Agencia de Criminalidad Organizada indicaron a Infobae que el mismo día del ataque al local de Mendoza y Matienzo, ese diálogo entre Edery y Ortigala se envió un correo electrónico a la unidad de Balaceras, donde se dio la información y se explicó por qué sospechaban que detrás de esa balacera en realidad estaba la propia Ortigala.
Desde la Agencia de Criminalidad Organizada se comentó a este medio que ese chat fue una respuesta del fiscal Edery con el objetivo de “dejarla tranquila” a Ortigala, pero que en realidad no existía la mencionada intervención telefónica.
Otro de los chats entre Ortigala con el contacto agendado como “Mati Fiscalía”, el fiscal le comenta que “hace un año que Esteban (Alvarado) habla con Carmona, tenemos todas las escuchas”. Si bien se desconoce quién sería el nombrado Carmona, el fiscal Socca reparó en que el propio funcionario del MPA estaba compartiendo información de una causa penal en curso.
En otras conversaciones que exponen los contactos que tiene Ortigala, la mujer habla con un tal “Villalba en cana” –se presume que es un presunto narco que fue detenido en el barrio Gráfico con 12 kilos de cocaína–, y el recluso le cuenta que al día siguiente “iba a hacerse allanamientos por parte de la Agencia de Investigación criminal”.
“Ya sabe la gente del Peruano”, le dijo ese contacto a la mujer.
Ortigala, en otro diálogo con una persona agendada como “Pikín Último Último”, recibe datos sobre allanamientos que estaban por hacerse en una causa por homicidio que tiene a su cargo la fiscal Gisela Paolicelli.