Tatuajes, una cicatriz en la cara y una renguera en la pierna izquierda, producto de un ataque de sicarios; eran las señas particulares a las que los detectives de Gendarmería tenían que prestar atención en caso de estar frente a Robert Wilmer De la Cruz Aredo, alias “Mascarita”, un ex jefe de la organización narco de Marcos Estrada González, en la 1-11-14. Con “Marco” condenado a 24 años de prisión y expulsado del país en 2022, los integrantes de la megabanda que dominó por más de dos décadas el asentamiento del Bajo Flores quedaron desamparados. Entre ellos, “Mascarita”, que estaba prófugo desde 2021. Hasta este martes.
Los agentes de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Cinturón Sur”, en conjunto con miembros del Escuadrón “1-11-14″ y de la Dirección Antidrogas de la Fuerza y del Comando Unificado del Conurbano (CUC), que fueron tras sus pasos lo encontraron en una casa de González Catán, en el partido de La Matanza. Vivía como un vecino más.
Los detectives llegaron hasta ese domicilio tras las detenciones en noviembre pasado de otros dos miembros de la estructura criminal, conocidos como “Viejo Verde” y “Tiki Tiki”. Al abrir sus celulares hallaron pistas claves para localizar tres domicilios vinculados a “Mascarita”.
Los investigadores montaron vigilancia sobre cada uno de esos domicilios hasta que lograron visualizar a un hombre con las señas particulares del buscado. Uno de ellos, encubierto, se acercó a la reja de la propiedad y le realizó una pregunta. En medio de la charla, “Mascarita” intuyó las pretenciones del desconocido e intentó huir por el fondo.
En ese momento, los detectives entraron en acción para evitar que se vuelva a fugar. No entraron de inmediato al domicilio de “Mascarita” debido a que cuatro perros, feroces y de gran parte -uno de ellos de la raza Mastín Napolitano- lo evitaron, detallaron las fuentes.
Sin embargo, desplegaron un operativo sobre los techos de las viviendas aledañas y lograron frustrar el escape del narco. Luego, junto al can “Amancay”, los agentes procedieron a la requisa del inmueble, donde el perro reaccionó en presencia de droga, como usualmente lo hace.
En el patio, se halló una bolsa de nailon amarilla con dos panes de 1,52 kilo de una sustancia verde amarronada. Estaba en un montículo de escombros. También había en una caja de cartón de color rojo con 78 envoltorios de la misma sustancia sobre la pared medianera. El narcotest, como era de esperar, dio positivo en marihuana.
Hallaron en el interior del horno, en la cocina, dos balanzas de precisión, una de ellas aún se encontraba en su caja de transporte. Por último, secuestraron tres celulares con chips activos.
Las fuentes destacaron que, al ser detenido, “Mascarita” rompió la pantalla del teléfono que llevaba con el fin de que los investigadores no logren acceder al contenido, agregaron.
Tras el arresto, Gendarmería contactó al Consulado de la República del Perú para comunicar la detención, en la que intervino el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº12 y la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR).
“Mascarita” fue una pieza clave de “Los Antiguos”, la alianza entre “Marco”, su hermano Fernado “Pity” Estrada González y Raúl Martín “Dumbo” Maylli Rivera, en un intento para mantener el control de la 1-111-14 frente a un nuevo grupo, conformado por ex integrantes de la organización.
El ladero de “Marcos”, sufrió el rigor de esa guerra interna cuando fue atacado y baleado en un bar del barrio del Bajo Flores, en noviembre de 2020. Ese día recibió siete tiros a quemarropa que casi lo matan. El narco fue asistido en el Hospital Piñero y solo le quedó una renguera y varias cicatrices producto del atentando.
Su nombre aparece por primera vez vinculado al capo peruano en 2012, en la megacausa que le dio el primer golpe a la organización. En ese momento, lo detuvieron en un punto de venta de droga al menudeo denominado ‘Puesto Varela’ (emplazado en un pasillo de acceso público que divide las manzanas 13, 21 y 22 de la 1-11-14) y le secuestraron 953 envoltorios de cocaína alta y baja.
Su ex jefe corrió este martes la misma suerte: la Policía Nacional del Perú capturó a Marco Estrada González en el distrito de Surco, acusado de ser el líder de una organización de lavado de activos en ese país. Desde que había sido repatriado estaba en libertad.