Un ciudadano chino con antecedentes por haber sido un activo miembro de la mafia conocida como PI XIU, fue detenido en las últimas horas, acusado de regentear una cocina de drogas sintéticas a metros del shopping Abasto. Fuentes policiales indicaron a Infobae que la banda usaba como fachada un lavadero de ropa de una franquicia reconocida.
Se trata de He Xi, detenido tras una serie de allanamientos realizados por detectives de la Dirección General de Operaciones Antidrogas Hidrovía del Paraná de la PFA, relacionados con una causa por producción, distribución y venta de drogas sintéticas, en particular pastillas de éxtasis, comercializadas en distintos eventos de música electrónica y en el boliche Pinar de Rocha.
La investigación, a cargo del Juzgado Federal N° 3 de Morón de Alicia Vence con el secretario Leonardo Cano, permitió establecer que el comercio en el que He Xi también vivía era, en realidad, una importante cocina para reducir a polvo ketamina líquida de una organización que contaba con varios hornos microondas para pasar la sustancia de estado líquido a sólido para, luego, dosificarla en polvo para su venta por gramos.
En el procedimiento se secuestraron unas 2400 pastillas de éxtasis de distintas clases y variedad de logos. Entre ellos, uno con la forma de la cabeza de Goku de Dragon Ball Z. Además, incautaron 25 litros de ketamina; gran cantidad de dosis en polvo de ketamina; tusi en diferentes colores; cocaína; marihuana, entre otras drogas; 15.000 dólares y casi 300.000 pesos. Además, secuestraron dos vehículos, un arma de fuego, teléfonos celulares y cuatro microondas con función específica para reducir ketamina.
Además, durante el operativo se detuvo a Hernán Daniel F. M., un argentino conocido en el ambiente de las discotecas de música electrónica como “Hercha” y que se dedicaba a la venta de la droga en el boliche de Ramos Mejía. Los policías le incautaron una camioneta Jeep Renegade Sport.
HE XI había sido procesado en 2018 por ser el delito de extorsión, encubrimiento, tenencia de ama de guerra y asociación ilícita en la causa que develó el funcionamiento de Pi Xiu, la organización criminal oriental conocida por los salvajes ataques de sus sicarios a comerciantes chinos. En esa causa, intervino la jueza María Gabriela Lanz.
Otro caso similar ocurrió en Ingeniero Budge, donde un hombre, con libertad condicional y varias causas narco en su contra, volvió a ser detenido por montar una cocina de cocaína. Los agentes que lo arrestaron lo sorprendieron junto a sus cómplices en plena cocción.
A fines de la semana pasada, el Departamento de Investigaciones Federales de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA irrumpió por orden del juez Federico Villena en una casa de la calle Bariloche, en el Barrio Tongui de esa localidad de Lomas de Zamora. Fueron en busca de una cocina de cocaína que abastecía a una red de dealers en Budge y Villa Celina, con un producto que llegaba incluso a la Villa 1-11-14.
Así, arrestaron a los dueños del lugar que operaban la cocina, identificados como Fausto Montaño (56) y su pareja, Rufina Andia de Méndez, ambos oriundos de Bolivia. Los investigadores les habían intervenido los teléfonos: hablaban en quechua y en código, los kilos de cocaína eran disfrazados como “conejos”.
Tanto Rufina como Fausto son veteranos en el hampa, con viejas estadías registradas en penales federales. Fausto, por ejemplo, ya tiene una condena en su contra. En marzo de 2017, el Tribunal Oral Federal N°1 le dio la libertad condicional.
Le impusieron como condición “procurar adoptar, en el plazo de 30 días, oficio, arte, industria o profesión si no tuviere medios propios de subsistencia”, además de “no cometer nuevos delitos”. Requisito que, a las claras, no cumplió.