Carlos Coronel fue asesinado este sábado en la localidad bonaerense de Isidro Casanova, partido de La Matanza, por un delincuente que le pegó un tiro por la espalda para robarle la moto cuando estaba frenado en un semáforo de la ruta 3 y la calle Carlos Casares.
Ese día, la víctima se dirigía hacia Merlo para participar de un encuentro de motoqueros organizado por el grupo Celtas Argentina Motociclistas, al que pertenecía desde hacía 6 años.
Él venía circulando un poco más lento que sus amigos. Por eso, quedó frenado ante la luz roja del semáforo cuando el resto del grupo ya había cruzado. Fue en ese instante que tres delincuentes lo interceptaron con fines de robo. “Uno de ellos se le acerca como abrazándolo y a quemarropa le dispara en el omóplato”, relató a Infobae Stella Maris Coronel, hermana de la víctima.
Una vez desplomado en el piso, los delincuentes huyeron con su moto pero a las pocas cuadras el vehículo se apagó porque tenía activado el sensor de seguridad. Un automovilista que vio todo lo ocurrido fue quien le dio aviso a los otros motoqueros, que inmediatamente retomaron el camino para socorrer a su compañero. Pero ya era demasiado tarde.
Carlos vivía en Banfield, partido de Lomas de Zamora, tenía 45 años, tres hijos -dos mujeres y un varón- y tres nietos. Estaba en pareja y se desempeñaba como personal de seguridad de valores de Prosegur.
“Somos una familia chica pero muy unida. Carlos era mi único hermano y también está mi mamá, de 77 años, que todavía no le contamos nada porque está muy delicada de salud”, contó Stella. “Todos somos de zona sur, vivía a 5 cuadras de mi casa y era una persona muy solidaria”, agregó.
A Carlos lo apodaban “Chapi” y junto a otros integrantes del grupo de motoqueros, también conocido como “Celtas del Sur”, no solo se dedicaban a recorrer distintas ciudades y pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires sino también a “realizar festivales y acciones benéficas”, recordó su hermana, como ocurrió el último Día del Niño.
Dos semanas atrás, Carlos también había participado de la inauguración de una nueva sede de los Celtas en la localidad de Valentín Alsina. “Trabajaba de lunes a viernes y los fines de semana siempre se hacía un tiempo para compartir actividades con ellos”, señaló la mujer, que fue la primera en enterarse de la triste noticia y la encargada de ir a reconocer el cuerpo en la morgue.
Tras someter el cuerpo a las pericias correspondientes, fue entregado a cochería ayer por la noche. Sus restos son velados desde las 11 en la Casa de Sepelios Beretta, situada en la calle Villegas 1094, en la localidad de Remedios de Escalada.
“Me sacaron a mi hermano, le sacaron el papá a mi sobrina, el abuelo a mis sobrinos nietos, el único hijo varón a mi mamá, el padrino a mi nieta”, manifestó Stella, quien para este miércoles por la tarde convocó a una marcha para pedir justicia por Carlos en la misma esquina donde lo mataron.
“Te amo papi!!! No puedo más del dolor, pero soy una valkyria hija de Celta me decías! Tengo que ser fuerte! Donde quiera que estés! Estamos a tu lado, vamos a hacer JUSTICIA! Gracias por tanto! Siempre voy a extrañarte, te amo eternamente”, escribió Walkyria Coronel, una de sus hijas, en la página de Facebook de los Celtas, donde informan sobre el velatorio.
Su ex mujer Verónica, también dejó un sentido mensaje: “Gracias por las hijas y nietos que tuvimos. Fuiste un gran padre y abuelo. Siempre estarás en mi corazón. Se hará justicia porque no te merecías esto, vuela alto luz infinita para vos niño Charly”,
Mientras que Bárbara, otra de las integrantes de grupo Celtas, manifestó su profundo dolor: “Lo que iba hacer una fiesta terminó en esto. Mis condolencias para la familia y hermanos Q.E.P.D Chapy”.
“Carlos era muy querido y cuando se enteraron de la noticia vinieron amigos y compañeros de todos lados: de Mendoza, San Luis y La Plata”, concluyó su hermana.
Por el crimen, la policía detuvo a un menor de 19 años y busca a sus dos cómplices. El relevamiento de las cámaras de seguridad y el testimonio del apresado serán clave para dar con su paradero.
“Me mataron a mi papá por una moto. Por qué tanta maldad por una moto. Se llevaron una parte de mi alma. CHAPI como le decían, no lo merecía. Ya vamos a encontrar a las otras dos ratas cobardes”, posteó Walkyria en su Facebook.