A fines de la semana pasada, el Departamento de Investigaciones Federales de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA irrumpió por orden del juez Federico Villena en una casa de la calle Bariloche en el Barrio Tongui de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora. Fueron en busca de una cocina de cocaína que abastecía a una red de dealers en Budge y Villa Celina, con un producto que llegaba incluso a la Villa 1-11-14.
Precisamente, eso encontraron: allanaron el lugar cuando sus responsables en plena cocción, respirando los vapores de los precursores, sin barbijo, un olor notable en el aire.
Así, arrestaron a los dueños del lugar que operaban la cocina, identificados como Fausto Montaño de 56 años y su pareja, Rufina Andia de Méndez, ambos oriundos de Bolivia. Rufina tiene un domicilio legal en la Villa 1-11-14. Los investigadores les habían intervenido los teléfonos: hablaban en quechua y en código, los kilos de cocaína eran disfrazados como “conejos”.
La redada del día terminó con otros ocho detenidos y 19 allanamientos, 25 teléfonos incautados, armas de fuego, precursores químicos, ocho kilos de pasta base. Tras su arresto, los sospechosos fueron trasladados a la Alcaidía de la Superintendencia Federal de Investigaciones de la PFA en la calle Madariaga, donde quedaron incomunicados.
Tanto Rufina como Fausto son veteranos en el hampa, con viejas estadías registradas en penales federales. Fausto, por ejemplo, ya tiene una condena en su contra.
Hace más de diez años que Fausto y Rufina son pareja para delinquir. Un documento de la Cámara Federal de San Martín indica que:
“Se le imputa a Fausto Montaño haber tenido bajo su esfera de dominio, en concierto con Rufina Andia López, con fines de comercialización, una bolsa conteniendo 940 gramos de clorhidrato de cocaína, sustancia que fuera hallada en la finca de la avenida Perito Moreno y Riestra de la ciudad de Buenos Aires –perteneciente a su pareja, Rufina Andia López- el día 26 de junio de 2013. De igual modo se le adjudica a Fausto Montaño haber tenido bajo su exclusiva esfera de dominio, con fines de comercialización 21,095 kilogramos de clorhidrato de cocaína fraccionados en dos mil envoltorios cilíndricos, los cuales fueron hallados el día 16 de diciembre de 2013 en el interior de su automóvil marca Renault”.
“Don Fausto” hizo buena letra tras ser condenado. Documentos oficiales aseguran que fue dentro de la cárcel del Servicio Penitenciario Federal, Montaño fue “calificado el mes de diciembre del 2016 con Conducta Ejemplar Diez (10) y Concepto Muy Bueno Siete (7), se encuentra incorporado al período de prueba desde el 30 de septiembre del 2016 y fue incorporado el 21 de octubre del 2016″.
“Durante su tratamiento penitenciario ha logrado adecuación y cierta apropiación de hábitos laborales, educacionales y normas sociales, lo cual se ve reflejado en un pronóstico de reinserción social favorable”, siguió el documento.
Así, en marzo de 2017, el Tribunal Oral Federal N°1 le dio la libertad condicional.
Le impusieron como condición “procurar adoptar, en el plazo de treinta días, oficio, arte, industria o profesión si no tuviere medios propios de subsistencia” además de “no cometer nuevos delitos”.