Este último lunes, la Agencia de Control Policial de la Policía de Santa Fe arrestó en la zona de Funes Town a Mariana Ortigala, sospechada de ser la testaferro de “Guille” Cantero, capo de Los Monos, en el marco de una investigación iniciada por extorsiones, balaceras y ataques incendiarios ocurridos desde 2021 contra una agencia de quinielas que tiene varias sucursales en Rosario. “Guille” Cantero, que acumula 113 años de cárcel en sus diversas condenas, fue allanado en el penal de Marcos Paz por el mismo expediente. Desde Marcos Paz, sostiene la Justicia de Rosario, comanda la operación de su clan mafioso, el mayor de la Argentina, que fue más allá del comercio de drogas para exigirle dinero a comerciantes a punta de pistola.
Ayer jueves, cuatro días después, el oficial de inteligencia César Carmona, que investigaba a narcos rosarinos, fue acribillado de trece tiros en la puerta de entrada de la Agencia de Inteligencia Criminal. Por primera vez en todo este año, la industria del sicariato rosarino mató a un policía.
Que haya ocurrido tras el arresto de Ortigala, para muchos, no es casual. Con el cuerpo de Carmona todavía en la morgue, Mariana pasa al centro de la escena. El edificio de la ACP, que arrestó a la mujer, fue blindado con vallas y patrulleros tras el crimen de Carmona.
La mujer tiene una larga historia en el hampa rosarina. Fue testigo clave en el juicio contra el jefe narco Esteban Lindor Alvarado, enemigo histórico de Cantero y Los Monos. A la mujer la intentaron matar en marzo de 2020, cuando sobrevivió a una emboscada de sicarios vinculados a Alvarado. Tras recuperarse de los disparos que recibió, declaró en el juicio en el que Alvarado recibió la pena de prisión perpetua.
En marzo del año pasado, Horacio Lucchini, director de Análisis Criminal Estratégico del Ministerio de Seguridad de Santa Fe renunció después de haber sido mencionado públicamente por Ortigala por supuestamente ofrecerle beneficios en la cárcel a Cantero a cambio de que baje el nivel de violencia de su banda en Rosario.
El próximo lunes, Ortigala y “Guille” Cantero volverán a verse en la audiencia imputativa en su contra en los tribunales rosarinos por las extorsiones al quinielero, un evento que fiscales, comisarios y conocedores del hampa aguardan con una expectativa cargada de temor.
Mientras tanto, Ortigala fue indagada ayer en otra causa. El juez federal Carlos Vera Barros la interrogó por facilitar una propiedad para la venta de droga. Según la investigación, otros inmuebles que eran propiedad de Ortigala también fueron ocupados por narcos que terminaron presos en diferentes causas. En este caso, el fiscal Claudio Kishimoto y su adjunto Franco Benetti apuntaron a un departamento ubicado en la avenida Francia en Rosario, en el que fue detenido en agosto de 2021 un hombre llamado Alan Gabriel Coronel, que este año fue procesado por venta de drogas, según información de Télam.
Ortigala no es la única jugadora clave del clan Cantero que fue arrestada el lunes. La Policía de Santa Fe también detuvo a Daiana Leguizamón, sospechada de ser la articuladora de las comunicaciones de Cantero desde Marcos Paz. Al ver a la Policía llegar, se tragó un chip de teléfono