Crimen de Matías Rosales en Bolivia: el simbólico regalo que le había comprado a su hijo de 11 años y el desgarrador testimonio de su novia

El joven neuquino de 30 años fue apuñalado el pasado martes por un hombre que aún no pudo ser identificado. Su familia denunció que le negaron la atención médica

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Matías Rosales murió en Oruro,
Matías Rosales murió en Oruro, Bolivia, tras ser apuñalado por otro hombre.

A medida que pasan los días y las horas, son más los interrogantes que las certezas en torno al crimen de Matías Rosales, el joven argentino de 30 años que el pasado martes fue apuñalado por otro hombre en la ciudad de Oruro, Bolivia, y murió tiempo después en la puerta del hospital San José de Dios. Mientras se lleva adelante la investigación para encontrar al asesino, Carina Cheuquepan, la madre de la víctima, se encuentra en el lugar donde ocurrió el hecho para conocer detalles del episodio que derivó en la muerte de su hijo. A la espera de reunirse con el cónsul argentino y las autoridades bolivianas a cargo del caso -hay un encuentro pactado para este viernes a la mañana-, la mujer brindó una entrevista radial en la que contó más detalles del hecho y, además, advirtió que irá hasta las últimas consecuencias para dar con los responsables.

Ya instalada en Oruro, adonde arribó ayer por la noche tras un extenso periplo por tierra, Carina pudo reunirse con Florencia, la novia de Matías, y conoció los pormenores de la situación que finalizó con la puñalada fatal a su hijo. “Florencia me dijo que el colombiano los espiaba después del primer encuentro que tuvieron. Ellos estaban tomando unos mates en la puerta del hotel alojamiento donde paraban y vuelve el colombiano, que ya estaba muy nervioso. Van hasta la despensa, a media cuadra. Matías no quería ir porque ya tenían que entrar al hostal. A las 22.30 todos los hospedajes cierran sus puertas. Van a comprar y a los cinco minutos vuelve Matías corriendo con una gaseosa debajo del brazo y con la otra mano en el pecho. Decía: ‘Negra, me apuñaló el colombiano’. Él cae frente a la farmacia que está frente al hotel y dice ‘llamá a la ambulancia’. Y después se desvaneció”, relató Carina esta mañana en diálogo con radio La Red.

Ante ese desesperante escenario, la pareja de Matías comenzó a gritar para pedir auxilio. En el interín, la dueña de la farmacia salió a la vereda y le dijo “correlo de acá porque me va a ensuciar la vereda”, a lo que la joven le pidió un poco de empatía y sensibilidad. “Y ella le dijo ‘pero señora, por favor, no me diga eso. Llame a una ambulancia por favor’. Y ella le respondió “no tengo teléfono”. Por los gritos de Florencia se acercaron unas personas que llamaron a emergencias, pero nunca contestaron”, aseguró la madre de Matías durante el reportaje.

Matías Rosales viajaba junto a
Matías Rosales viajaba junto a Florencia, su novia.

En medio de su testimonio, Carina reforzó la versión que apunta a que hubo abandono de persona por parte del personal del centro de salud al cual fue derivado Matías varios minutos después del ataque. “Pasó media hora y llegó una camioneta de los bomberos. Todavía estaba vivo, tenía pulso. Suben a Matías a la camioneta pero nadie lo toca, nadie le chequeó los signos vitales. El hospital estaba a dos cuadras, llegaron en cinco minutos. No lo ingresaron porque decían que Matías estaba muerto. Y muere en la vereda del hospital. Salió un doctor a verlo pero tampoco lo revisa. Y Florencia le suplica ‘por favor, asístalo, éntrelo al hospital, por favor se lo pido’. Entonces él se agacha, le observa la pupila de uno de sus ojos y le dice ‘viste, tiene la pupila dilatada, está muerto’. Y ahí se da media vuelta y regresa al hospital”, sostuvo.

Con evidente angustia por la trágica muerte de su hijo, Carina describió a Matías como alguien sociable y que entendía el sentido de hermandad entre los pueblos argentino y boliviano. Quizás por ello fue que había elegido un simbólico regalo para su hijo de 11 años, que todavía no sabe nada sobre la muerte de su padre. “Le había comprado una camiseta boliviana a su hijo, porque él entendía de la hermandad. Entendía que Argentina y Bolivia eran hermanos. Le llevaba de regalo a mi nieto, que vive en Olavarría. Todavía no sabe nada. La madre optó por no decírselo todavía para buscar ayuda psicológica”, explicó al borde del llanto.

Por último, la mujer avisó a las autoridades bolivianas que hará todo lo que esté a su alcance para esclarecer el crimen de Matías. “Ellos piensan que uno no va a hacer nada, pero se equivocaron. Si me tengo que quedar un mes acá, me voy a quedar para saber qué le pasó a mi hijo”, concluyó.

Minutos después del reportaje a Carina, la citada señal radial se comunicó con Florencia, la novia de la víctima. Entre lágrimas, aseguró que “Matías tenía signos vitales cuando llegó al hospital”, pero aún así “no recibió asistencia en ningún momento”.

“El médico lo único que hizo fue mirarlo desde su punto, cuando yo le empiezo a gritar para preguntarle por qué no lo atendía, entra, busca un estetoscopio y me dice que él ya no lo iba a tocar”, recordó.

Desgarrador testimonio de la novia de Matías Rosales, el joven argentino asesinado en Bolivia

Mi compañero se me murió en los brazos porque me negaron un teléfono. Los que estaban en la ambulancia nos dieron a entender de por qué estábamos acá, qué estábamos haciendo acá. Dándonos a entender que no somos de acá y no teníamos que estar en Oruro”, lamentó en otro tramo de la entrevista.

Consultada por si recordaba algún dato característico del atacante, Florencia reveló que “en algún momento dijo que se llamaba Jon”.

Por su parte, el Gobierno argentino esperará el avance de la investigación para ejercer un reclamo diplomático ante Bolivia por lo que, según considera la familia, fue un accionar negligente del sistema de emergencia. La fiscal del caso, la doctora Reynilda Callejas Silvestre, ya tiene en su poder las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel dónde paraban los argentinos, que está situado a la vuelta del lugar donde fue apuñalado Rosales.

Esas imágenes dejarán a la luz cuál fue la secuencia de tiempo en la que sucedieron los hechos. La cantidad de minutos que tardó la ambulancia, si había transeúntes presentes en el lugar, si recibió ayuda inmediata, si alguien se acerco a la pareja, si se puede divisar quién fue la persona que asesinó al joven y cuánto tiempo pasó desde que lo apuñalaron hasta que un servicio médico lo atendió. Faltan certezas.

“Por la información que tenemos, se está avanzando correctamente en la investigación”, deslizaron desde el gobierno argentino. Según supo Infobae, el fiscal general podría conformar un equipo de fiscales que permita que la investigación se desarrolle más rápido. Hay dos relatos distintos. Uno es el de la novia de Rosales y otro es el que unificaron los distintos estamentos del estado boliviano que tuvieron participación en las últimas horas de vida del argentino.

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