Esta semana, agentes de la Dirección General de Aduanas descubrieron a una cirujana oriunda de Costa Rica intentó ingresar al país una serie prótesis mamarias y materiales descartables en su equipaje personal, sin los avales sanitarios requeridos.
La maniobra fue detectada durante las inspecciones de rutina realizadas en el Aeropuerto Internacional de Córdoba, tras la llegada de un vuelo procedente de Panamá. La médica fue sometida a un riguroso examen aduanero en el área de control de equipaje, según explicaron fuentes del organismo público a Infobae.
Para sorpresa de los agentes, al abrir la maleta de la mujer, que declaró ser cirujana, se encontraron con 14 prótesis mamarias y 15 embudos plásticos destinados a cirugías estéticas programadas para llevarse a cabo en la capital provincial. Sin embargo, los productos carecían del aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), un requisito esencial para su importación.
La certificación de la ANMAT asegura que los elementos médicos que entrarán en contacto con el cuerpo humano cumplen con los estándares sanitarios vigentes: su ausencia constituye una infracción al Decreto 1490/92. Además, la maniobra de la cirujana infringió el Régimen de Equipaje, establecido en los artículos 489 y 490 del Código Aduanero, dado que este tipo de mercancía no está permitida, lo que llevó al secuestro de los productos.
De acuerdo a fuentes de la Aduana, el valor estimado de la mercadería incautada asciende a $1.300.000. De acuerdo con el artículo 977 del Código Aduanero, la pasajera podría enfrentar una multa de hasta $3.900.000.
Esta situación fue detectada en medio del creciente debate sobre la seguridad de las cirugías estéticas en Argentina, que cobró relevancia tras el fallecimiento de Luna, víctima de Aníbal Lotocki, quien fue acusado de inyectar productos tóxicos en los cuerpos de sus pacientes. Lotocki fue condenado por las lesiones graves sufridas por tres mujeres, entre ellas Silvina Luna. También, fue procesado por el homicidio simple de otro paciente.
Por otra parte, otro operativo de seguridad fue llevado adelante por los agentes de la Aduana esta semana. Ocurrió en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde se detectó un intento de contrabando de cinco silenciadores para armas de fuego, los cuales están estrictamente prohibidos a nivel nacional.
El hallazgo se produjo mientras los oficiales realizaban procedimientos de control sobre encomiendas provenientes de China, cuando una caja sospechosa llamó su atención.
Frente a esto, el personal aduanero procedió a abrir el paquete para inspeccionarlo en forma exhaustiva y encontraron nada menos que cinco silenciadores para armas de fuego, actualmente considerados como materiales de “uso prohibido” según la normativa vigente de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) y cuya importación está vedada de acuerdo al artículo 610 del Código Aduanero.
Los silenciadores para armas habían sido camuflados con una manguera para ocultar su verdadero uso y estaban declarados como filtros de combustible valuados en aproximadamente 170 dólares. Sin embargo, especialistas de la Aduana estimaron que su valor real se encuentra casi el doble de lo declarado.
Según informaron fuentes de la oficina pública a Infobae, los elementos habían sido adquiridos por un residente de la Provincia de Buenos Aires, quien intentó importarlos al país haciendo uso del subrégimen de courier, es decir, a través de una empresa de logística internacional.
Tras ser confiscados, desde la Aduana aseguraron que los silenciadores serán destruidos y explicaron que se inició una investigación para esclarecer el origen y la ruta de la encomienda ilegal.