Quién era Gabriela Pérez, la joven asesinada a tiros en un acto sindical en Córdoba

La víctima recibió al menos un disparo en el cuello mientras comía con sus compañeros. Dalma, su hermana, presenció el crimen y habló con Infobae sobre el hecho. “Murió por una interna del sindicato”, dijo

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Gabriela tenía 25 años
Gabriela tenía 25 años

Para poder sobrevivir en medio de un contexto económico difícil, Gabriela Mónica Pérez, una joven de la ciudad de Córdoba de 25 años, tenía que trabajar prácticamente todo el día. Se desempeñaba dentro de una empresa de limpieza que ofrece servicios en la Municipalidad y luego de cumplir con su horario, lavaba autos para ganar algún dinero más.

El sábado pasado, en uno de sus pocos ratos libres, la mujer asistió a un acto del sindicato al cual estaba afiliada, el Sindicato de Obreros y Empleados de Empresas de Limpieza, Servicios y Afines de Córdoba (SOELSAC) sin imaginarse que iba ser un víctima de la violenta interna que atraviesa el gremio desde hace ya algún tiempo: en medio del almuerzo con sus compañeros, Gabriela fue asesinada de un balazo en el cuello que, al parecer, provino de afuera del club donde se llevaba el evento.

Dalma, su hermana y también empleada de la misma empresa, estaba a centímetros de ella cuando ocurrió el ataque. En diálogo con Infobae, la joven detalló los instantes previos al crimen y contó cómo era la vida de Gabriela antes del crimen, marcada por el sacrificio, esfuerzo y trabajo precarizado, que terminó antes de tiempo por una bala que todavía no se sabe quién disparó.

“Llegué más tarde al acto porque estaba trabajando, mi hermana me dice que estaba en la segunda mesa, me senté, no llegué a dar el primer bocado y empecé a escuchar los disparos”, dijo Dalma. Y agregó: Yo tenía a mi bebé de dos meses en brazos, retrocedí un poco y fue ahí que la vi a Gabriela retorciéndose en el piso, con las manos en el cuello”, contó Dalma.

Al principio, no entendía lo que pasaba. Es que al escuchar las detonaciones los más de 100 asistentes al acto del SOELSAC, que se llevó adelante en el club Yapeyú, ubicado en la calle Juan Roque al 150, se dispersaron en diferentes direcciones sin saber lo que ocurría. Dalma, sin embargo, se detuvo y vio cómo empezó a brotarle sangre a Gabriela. Lo primero que hizo fue entregarle su bebé a un extraño y socorrer a su hermana.

Gabriela y su hija de
Gabriela y su hija de cinco años

“Un compañero la tapó con una remera. Empecé a gritar que me ayuden”, relató la hermana. En ese momento -dijo- pasó por lado de la joven herida el líder de la organización gremial, Sergio Fittipaldi. De acuerdo con la familiar, el hombre apenas la miró, dejó la bandeja de comida y se retiró del lugar. Desesperada, Dalma le suplicó a los gritos a otro de los dirigentes gremiales que la llevara a un hospital. Casi obligado, el sindicalista accedió y la trasladó sin esperar a la llegada de la ambulancia. En el centro médico, no pudieron hacer nada y Gabriela finalmente murió.

“Esto es una interna sindical, no hay dudas. No sabíamos lo que estaba pasando. Si sabíamos que había gente armada en el lugar, no íbamos. O que iba a pasar eso jamás hubiese ido con el bebé de dos meses”, aseguró Dalma, quien además aseguró que el día anterior desde el gremio las llamaron para indicarles que “era obligatorio” asistir al evento. De lo contrario, el sindicato les retiraría el apoyo en caso de tener algún problema con la empresa que las tenía contratada. Las hermana obviamente fueron. “Nos obligaron. Esa era su manera de amenazarnos”, denunció.

Fue justamente este detalle el que dio pie para que Dalma recordara cómo era su hermana. Gabriela era una persona en extremo responsable con su trabajo y como lo necesitaba más que nada para mantener a su familia, accedía a todo lo que le pedían tanto en la empresa como en el sindicato. De lunes a viernes, la joven- que es madre de una nena de 5 años- trabajaba desde las 7 hasta las 15 como personal de limpieza en la Municipalidad. Como lo que ganaba no le alcanzaba para llegar a fin de mes, se dedicaba a lavar autos.

La necesidad de un ingreso extra se debe además a que su marido está incapacitado para trabajar porque padece una enfermedad que recién comenzó a tratar. Es decir, la mujer de 25 años era el único sostén de la familia.

“Mi hermana vivía por su familia. Salía de trabajar en la Municipalidad y se iba a lavar autos. Con lo que cobraba no le alcanzaba. Trabajaba desde las 7 de la mañana hasta las 15 y le pagaban 100.000 pesos. Ella era la que estaba con él todo el tiempo. Se encargaba de todo; de ir a pagar las cuentas, al hospital, se encargaban de la niña. Él no sabe todavía qué hacer. Ella era la que lo cuidaba”, relató Dalma.

La joven junto a su
La joven junto a su equipo de fútbol

Gabriela quedó embarazada apenas terminó el colegio y no pudo estudiar en la universidad. Hace cuatro años que trabajaba para la empresa de limpieza bajo una modalidad de contrato temporal, que se renovaba cada tres meses. En el medio, estudió para hacer peluquería y cada tanto también trabajaba cortando el pelo. Como pasatiempo, jugaba a la pelota y hasta tenía su propio equipo de fútbol femenino. Era fanática de Belgrano de Córdoba y sólo tenía tiempo para su familia. Además de Dalma, la joven tenía otros 15 hermanos, de edades muy dispares. El mayor tiene 38 años y la menor tiene apenas cinco. Los mismos que su hija.

“Sólo pido que el sindicato dé la cara. Fueron ellos los que nos obligaron a venir y desde que pasó todo no nos llamaron. No dijeron nada. Gabriela era la persona más buena y dedicada a su familia que conocí. Todo por una interna en la que no teníamos nada que ver”, concluyó.

Qué se se sabe del crimen

La investigación está a cargo de la fiscal Silvana Fernández, quien ayer mantuvo una reunión con la familia de la víctima para darle detalle de lo que se sabe hasta ahora. De acuerdo con lo que dijo la propia funcionaria en diálogo con medios locales, la práctica del dermotest realizada a todos los presentes en el acto sindical, incluido Fittipaldi, arrojó negativo. Es decir, nadie que estaba adentro del club efectuó disparos.

En este punto hay algunas discrepancias con los familiares de Pérez. Según su hermana, ella escuchó detonaciones de adentro del lugar.

Las cámaras de seguridad ubicadas afuera del club registraron el instante en que una persona aparece en escena y realiza varios disparos contra la puerta de ingreso desde la vereda de enfrente. De acuerdo a las pericias, utilizó un arma 9 milímetros. En total fueron diez los disparos. La fiscal Fernández investiga denuncias cruzadas entre SOELSAC y el SURRBAC, el gremio que dirige Franco Saillén y quien iba a competir en la elección de Junta Electoral del sindicato de limpieza con Fittipaldi.

Los videos del asesinato de la mujer durante un acto sindical en Córdoba

El abogado de la familia, Carlos Nayi, dijo que se trató de un “crimen mafioso” y según dijo Dalma a este medio, “va a ir por el sindicato y por el club donde ocurrió todo”, ya que -denunció- la misma noche del día del crimen hizo un evento.

“Está claro que estamos hablando de una disputa. Quienes participaron como ejecutores y quienes ordenaron con nombre y apellido, lo está por ahora analizando la fiscal”, amplió el letrado. Además, pidió que se investigue la comisión del delito de “coacción” en relación a la participación de Gabriela en el evento del gremio de limpieza, sosteniendo que ella “no fue voluntariamente”.

Los videos del ataque

Una cámara de seguridad del exterior registró al agresor. Estaba vestido con un buzo azul y chaleco negro y tenía su rostro cubierto: usaba barbijo y gorra. Así, cuando el reloj marcaba las 14.39, se acercó caminando hacia un auto que estaba estacionado frente a la puerta de ingreso al club. Delante del vehículo se agachó un instante y al ponerse de pie, abrió fuego. Luego, huyó corriendo. La secuencia dura apenas doce segundos.

El presunto atacante

Una toma desde otro ángulo muestra que, al momento de los disparos, había varias personas que pasaban por el lugar y salieron espantadas con las detonaciones. Además, otra cámara de seguridad registró la dramática escena desde el interior del club.

En esa filmación se observa a las personas almorzando cuando sucedió la balacera. En medio de la confusión, casi todos corrieron en busca de refugio. En esas circunstancias, Gabriela cayó herida grave debajo de una mesa. Con la mayoría todavía desconcertada, Dalma empezó a reclamar asistencia con desesperación. La víctima fue trasladada al Hospital de Córdoba, donde falleció a consecuencia del disparo.

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