Isaías José Suárez (29) seguirá detenido con prisión preventiva por el crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero civil de 42 años que fue atacado de una puñalada en un robo el 30 de agosto pasado en la Plaza Sicilia de los bosques de Palermo.
Suárez (29) fue procesado esta tarde por la jueza Yamile Susana Bernán como autor de “homicidio agravado por haber sido perpetrado para consumar otro delito (criminis causa) y robo agravado por su comisión con armas, ambos en concurso real entre sí”.
En el mismo fallo, de 38 páginas y al que accedió la agencia de noticias Télam, la magistrada le trabó a Suárez un embargo de 60 millones de pesos sobre sus bienes, al tiempo que sobreseyó a un segundo sospechoso que había sido apresado al comienzo de la investigación.
Bernán resaltó que “el alto grado de violencia” que el imputado empleó en el ataque contra Barbieri “amerita mantenerlo privado de la libertad”.
Al reconstruir los hechos, la jueza resaltó que Suárez sorprendió a la víctima con fines de robo y le asestó una puñalada sin mediar palabras.
“No existió un amedrentamiento previo a la víctima para conseguir que le entregase el teléfono, ni tampoco comenzó intentando arrebatárselo por la fuerza, sin recurrir al cuchillo que llevaba, sino que, sin mediar palabra, y aprovechando que Barbieri se encontraba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas y desprevenido, le propinó directamente la puñalada letal en el pecho”, estableció en la resolución.
Suárez fue detenido el lunes de la semana pasada en la Villa 31 por la Policía de la Ciudad, luego de una investigación de la fuerza porteña bajo el fiscal Marcelo Munilla Lacasa.
La magistrada destacó que, al momento del arresto, el acusado “llevaba puesta una gorra y bufanda (esta última con rastros de sangre humana) de idénticas características” a la que usaba el sospechoso registrado a través de las cámaras de seguridad.
Por otra parte, se refirió a las lesiones que Suárez presentaba en sus manos, hombros, pecho y espalda. Concluyó que eran “compatibles con la pelea descripta” por un testigo presencial del asalto a Barbieri y que la data de las mismas era “concomitante al día del hecho”.
El detenido siempre fue un errante del delito. Nunca tuvo un DNI a su nombre. Lo obtuvo por primera vez ocho años atrás, cuando estuvo preso en una cárcel federal, con el número 62 millones, usado para los privados de su libertad. Los datos de la Cámara Criminal y Correccional hablan de una vida de violencia: como mayor de edad, fue imputado por robos y hurtos en 13 causas antes del crimen de Barbieri.
En los procesos penales acumuló seis condenas. La primera fue dictada en abril de 2015, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOCC) 14 le impuso 3 años y seis meses de cárcel por los delitos de “robo con armas agravado por la intervención de un menor de edad en grado de tentativa, en concurso real con robo simple en grado de tentativa reiterado en seis oportunidades”.
Dos años después, en noviembre de 2017, recibió un año de prisión de cumplimiento efectivo otra vez por robo. Suárez recuperó la libertad y volvió a caer al poco tiempo: en abril de 2019 lo condenaron a 14 meses de arresto por un nuevo hecho de robo, esta vez en grado de tentativa. En septiembre de 2020 y en marzo de 2022 nuevamente lo mismo: las condenas en estos casos fueron de 6 y 7 meses respectivamente, siempre por el delito de robo en tentativa.
Por último, el 12 de junio de este año, el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°31 le dio seis meses de prisión de efectivo cumplimiento por lesiones leves agravadas por haber sido cometidas contra su pareja y por mediar violencia de género.