El vendedor de libros nazis detenido en Beccar había sido allanado por primera vez en 2011

La causa por la que Pablo Giorgetti fue detenido en su casa familiar en Beccar, acusado de violar la Ley Antidiscriminatoria N° 23.592, tuvo un capítulo inicial hace 12 años, a mediados de mayo de 2011. Esa vez, el domicilio de la calle Charcas 2021 fue allanado por primera vez. Aquel procedimiento judicial tal vez pasó inadvertido porque ocurrió pocas horas antes de un clásico River-Boca. Por entonces el dueño de Librería-argentina.com también llamada Libros del Tercer Reich era un estudiante treinteañero de las carreras de Psicología y Física de la Universidad de Buenos Aires. También en esa época, era redactor de la página del Grupo Cívico Militar Cóndor, “Luz de encuentro nacional en la oscuridad colonial”, movimiento liderado por el vice comodoro retirado Horacio Ricciardelli, uno de los fundadores con Aldo Rico del Modín.

Por Internet, ofrecía más de 500 libros de apología al régimen nazi. El hombre no dejaba rastros, los llevaba a domicilio con estricta reserva, previo pago con tarjeta de crédito, rapipago o pago fácil y a un precio muy económico. En la página no aparecían direcciones, teléfonos ni ningún tipo de contacto. Solamente un correo electrónico al cual hacer el pedido. “Vendemos lo que no se vende en otras librerías, la historia silenciada”, rezaba el papiro donde se presentaba la publicidad del sitio web. Entre los títulos promocionados estaban “Fue Hitler realmente un dictador”, “Holocausto bajo la lupa”, “El mito de los 6 millones”, “Mi lucha” sin censuras (aclaraba). Todos, por esa época, entre 25 y 150 pesos. La web también ofrecía a la venta cientos de videos a sólo 30 pesos de tono propagandístico y en todos se exaltaba la imagen de Hitler. El material era muy vasto. Se podía adquirir desde “Los diez últimos noticieros de la última etapa de la resistencia del pueblo alemán a la invasión de las fuerzas aliadas”, a “Filmaciones de la vida de Hitler en familia y amigos” o aquel que exaltaba sus cualidades como artista plástico llamado “Pintor de brocha gorda”.

Aquel día le hice varias horas de guardia para el desaparecido Semanario Democracia, hasta que salió de su casa. Lo encaré y le pregunté. “¿Pablo vos tenés una página de internet donde vendés libros nazis?” En ese momento no respondió. Insistí. “¿Está registrada en Cancillería a tu nombre?” Y ahí reaccionó. “Soy diseñador web y pongo páginas a mi nombre, ¿Por qué voy a quedar pegado con un trabajo que hago? Hice más de veinte, hay mucha gente a la que le diseñé la página”, se defendió. “¿No te parece rara esa web con centenares de libros nazis que lógicamente son para propaganda?” Le insistí. “Las personas me piden que les haga una página y yo les hago una página. No tengo nada que ver ‘con lo que vendo’” (lo traiciona el inconsciente), “es una página como cualquiera”, concluyó y se fue corriendo.

La versión de Pablo Giorgetti ya en aquel tiempo difería con la que daban sus vecinos. Casi al final de la cuadra un señor mayor llamado Carlos aseguraba “Pablo vende libros, lo conozco hace años”. “Tienen supuestamente una imprenta, entran todo el tiempo resmas de papel”, aseguraba María la señora del frente. “Son muy raros todos, vino la Policía pero no sabemos por qué los allanaron. Esa familia no se da con nadie, excepto el padre que tiene un taller mecánico”, agregaba otra mujer de la cuadra que estaba más apurada por el ver el partido que por descubrir la existencia de argentinos neonazis.

En aquel momento la denuncia contra Pablo Giorgetti la había realizado el titular de la Fundación Simón Wiesenthal en América Latina, Sergio Widder. “Hay libros en los que se niega el holocausto, que dicen que no existieron las cámaras de gas en los campos de concentración, como El Mito del Siglo 20, Las Waffen ss en acción, Yo fui amigo de Hitler, libros de Josep Goebbels, el ministro de propaganda nazi. En fin, alguien que quiera empaparse de la doctrina de nazi encuentra en este sitio material de sobra”, agregaba indignado el investigador. También, el entonces titular del INADI, Claudio Morgado denunció a servidores como Taringa o Google que la página Librería-Argentina.com.ar violaba la ley nacional contra la Discriminación.

Pasaron 12 años, y esta vez la jueza Federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado junto al Departamento de Unidad de Investigación Antiterrorista ordenó finalmente la clausura de la distribuidora de libros nazis y antisemitas más grande de la Argentina. Esta vez, Si, Giorgetti, quedó detenido en su domicilio de Beccar luego de la denuncia que realizara la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina). Los efectivos, ingresaron a la misma casa que había sido allanada en el año 2011 y secuestraron gran cantidad de material propagandísitico del régimen nazi, libros listos para ser distruibuidos con imágenes de cruces esvásticas, cruces de hierro, reichsadler (el águila imperial del partido nacional socialista, ss (Schutztaffel) , totenkopf (calaveras) y la runa Odal. En el expediente, la jueza destacó que la mera exhibición de este tipo de simbología configura infracción a la Ley 23592 por reivindicar y venerar las atrocidades cometidas por el régimen nacional socialista contra la comunidad judía.