Dudas, misterio y horror, esas son las sensaciones que rodean a la muerte de una beba de un año que ingresó sin vida a un hospital de la localidad salteña de Las Lajitas. Los signos de su fallecimiento son claros, golpes y fracturas en su cabeza y otras partes del cuerpo. Ante esta situación su madre y abuela ya quedaron detenidas.
Así lo informaron fuentes del Ministerio Público de Salta luego de que la fiscal penal de Joaquín V. González, María Celeste García Pisacic, quien está a cargo de la investigación, lo dispusiera.
Las principales apuntadas son las familiares de la pequeña, quienes además de detenidas quedaron imputadas por homicidio calificado por el vínculo. Entre ellas, la madre fue quien se dirigió al establecimiento con su hija, ayudada por un vecino que la transportó en una moto. En su explicación, la mujer sostuvo que la menor sufrió las lesiones cuando estaba jugando, le agarró un ataque de epilepsia y colapsó.
El relato de la madre generó la desconfianza de la fiscal, quien tomó medidas inmediatas y ordenó la realización de la autopsia correspondiente, según explicaron los voceros.
El informe de la autopsia médica arrojó que la causa de la muerte fue politraumatismo, traumatismo craneoencefálico y pérdida de masa encefálica, debido a fracturas múltiples, y además fueron detalladas otras lesiones graves que incluyen escoriaciones y equimosis (hematomas) en varias partes del cuerpo, todas de reciente data.
Asimismo, la fiscal dispuso una serie de medidas adicionales que incluyen inspecciones oculares, el secuestro de celulares y vehículos, y la recopilación de pruebas relacionadas con la causa.
En ese marco de la investigación, García Pisacic dispuso que ambas mujeres fueran detenidas y que se concretara la audiencia de imputación. Como consecuencia de esta situación judicial, las mujeres, que fueron asistidas por defensor público, optaron por no hacer ningún tipo de declaración.
Según se desprende de la investigación, la menor vivía en el asentamiento la Fortaleza, de la localidad de Las Lajitas, ubicada en el departamento Anta, a 210 kilómetros al este de la capital salteña, junto a su madre y su abuela. Ahora, el proceso continuará con el objetivo de esclarecer las circunstancias que provocaron la muerte de la bebe.
Violencia sin freno
Otra situación de violencia, pero más extrema, se sufrió en Rosario cuando una bebe murió tras ser apuñalada por su madre adolescente de 17 años. Tras el hecho, ocurrido en la zona de Barrio Belgrano, en la parte noroeste de la ciudad, la niña fue internada de urgencia en el hospital Maternidad Martín.
Desde el centro de salud indicaron que la madre y su beba llegaron acompañadas por la Policía luego de un parto domiciliario. Al presentarle las primeras atenciones, se constata que la beba tiene lesiones cortopunzantes.
La investigación reveló que la menor sufrió 10 heridas de arma blanca: nueve en el pecho y una en el cuello. Fue asistida en el área de neonatología. Su estado era considerado crítico y requirió asistencia mecánica, sin embargo, la niña falleció a las 5 AM del día siguiente a causa de las heridas.
Tras ser notificados del hecho por el personal de salud, policías de la Comisaría Segunda de Rosario se acercaron hasta el hospital y detuvieron a la madre de la niña herida. Junto a ella se encontraba la abuela de la recién nacida, una mujer de 43 años.
La fiscal de Homicidios Dolosos Georgina Pairola recibió la consulta policial y derivó el caso a la Justicia juvenil, que investiga las circunstancias del ataque. En ese marco, la sospechosa quedó detenida por orden del Juzgado de Menores 2°, a cargo de Estanislao Surraco, que ordenó que una junta médica psiquiátrica la evalúe.