Video: así atacaba una banda dedicada a cometer entraderas en Lanús

Los ladrones fueron detenidos tras una serie de diez allanamientos en distintas localidades bonaerenses

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Una de las entraderas cometida por la banda

Tras un operativo conjunto, agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires, el Grupo Táctico Operativo y las Unidades de Policía de Prevención Local del partido bonaerense de Lanús desarticularon una banda de al menos cuatro delincuentes dedicada a cometer entraderas en distintas casas de la localidad de Monte Chingolo.

Según confirmaron fuentes oficiales a Infobae, tres de los delincuentes fueron detenidos la semana pasada después de una serie de de diez allanamientos. El cuarto miembro de la banda ya había sido aprehendido el 22 de agosto, después de que la policía lo sorprendiera junto a los otros miembros del grupo mientras intentaba ingresar a una vivienda en la calle Pringles, en esa localidad bonaerense.

Los otros tres delincuentes lograron escapar en aquella oportunidad, pero tras una rápida investigación de las autoridades, se pudo dar con el paradero de todos y además, recuperar varios de los objetos robados.

Las fuentes consultadas por este medio revelaron que la banda había llevado a cabo una entradera en la calle Margarita Weild a mediados del mes pasado, donde le robaron a una pareja dinero (dólares y pesos), ropa, alhajas y electrodomésticos.

Los agentes de seguridad lograron localizar a los delincuentes, gracias al seguimiento del Gabinete de Análisis y Planificación del Centro de Monitoreo de Lanús, que lleva un registro de las cámaras de seguridad que se encuentran ubicadas en el distrito. De esta forma, se estableció la ubicación de los miembros del grupo y el vehículo en el que se trasladaban, un Fiat Palio.

Los últimos allanamientos que permitieron la captura de todos los integrantes de la banda se llevaron a cabo en diez direcciones de Lanús, Lomas de Zamora y Berazategui, donde lograron finalmente la detención de los tres ladrones que todavía estaban en libertad.

El primero en caer fue un hombre identificado como Brian Eugenio Cristaldo. Ocho días después, luego de los diez allanamientos simultáneos, cayeron en domicilios de Lanús Maximiliano Chayan y Diego Fernández. A Esteban Acosta, el cuarto de los ladrones, lo detuvieron en Lomas de Zamora.

Los sospechosos fueron acusados del delito de robo agravado por efracción. Además de las detenciones, se incautaron varios elementos relacionados con los asaltos: la policía secuestró vehículos, precintos, una barreta, 300 dólares en efectivo, zapatillas, celulares con denuncias por sustracción, un revólver marca Pucará con 8 cartuchos en el tambor, un televisor y una mochila.

Los sospechosos quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción N° 5 Lanús-Avellaneda, a cargo del fiscal Gastón Fernández, quien lideró la investigación.

Días antes de las detenciones, Lanús fue noticia tras un violento episodio de inseguridad. Un miembro del Ejército Argentino enfrentó a tiros a cuatro delincuentes que atacaban a su yerno para robarle el automóvil que había estacionado unos segundos antes en la puerta del domicilio de sus suegros. Los atacantes desistieron y huyeron mientras el militar les disparaba.

El incidente tuvo lugar en la intersección de las calles Sarmiento y Raúl Alfonsín, en Lanús Este. Al ser alertados, efectivos de la Policía Bonaerense se presentaron en el sitio y entrevistaron al integrante del Ejército Argentino. Según su testimonio, su yerno fue abordado por cuatro ladrones armados al bajar de su Ford Focus color gris oscuro.

Una cámara de seguridad registró el momento en el que los delincuentes estacionaron el automóvil en el que se trasladaban, y salieron corriendo en busca de la víctima.

Otro registro captó el instante en el que la víctima se vio sorprendida por los sospechosos, que en todo momento lo amenazaban con efectuarle un disparo si se resistía al robo. Producto del miedo lógico, por la violenta situación que estaba viviendo, el joven se refugió detrás de un árbol y, arrodillado, le suplicó a los agresores que no le dispararan. Ni bien observó que los cuatro violentos ya estaban a bordo del rodado, escapó corriendo a toda velocidad hacia una de las esquinas.

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