Cinco detenidos se fugaron de la Comisaría 2° de Lanús Este de la Policía Bonaerense hoy martes a las 00:10 horas, según confirmaron fuentes oficiales a Infobae. La alerta llegó cuando el personal de la seccional oyó ruido en los techos. Luego, corrieron a los calabozos y descubrieron que los candados de las puertas de las rejas habían sido rotos.
Así, comenzaron el conteo y descubrieron quiénes faltaban: los prófugos son Juan Marcelo Fascio, acusado de robo a mano armada, Gabriel Roldán, imputado por tentativa de robo, Jonathan Gabriel Fernández, robo a mano armada, Marco Antonio Ramírez, mismo delito y Marcelo Nicolás Solís, que fue detenido también por el mismo delito luego de un pedido de captura en su contra de una fiscalía de Lomas de Zamora.
La búsqueda de los evadidos se encuentra en curso. El área de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense no tomó ningún temperamento contra los policías en el lugar. Las primeras investigaciones, de acuerdo con lo que informaron, establecieron que los detenidos efectivamente se escaparon por el techo de la Comisaría.
Las fuentes consultadas por este medio revelaron que la Comisaría 2º de Lanús se encontraba en pésimas condiciones y sus mecanismos de seguridad interna no eran los mejores. “Se comprobó que los barrotes eran de muy mala calidad y que los dos candados que rompieron estaban oxidados”, indicaron. De igual forma, revelaron que en el momento en que se escaparon los cinco presos había únicamente tres policías cuidándolos.
En ese sentido, explicaron que la Comisaría estaba habilitada para 12 presos en total: antes de la fuga, había 27.
Entre otros detalles acerca de las fallas en la seguridad de la seccional, las fuentes explicaron que parte del problema también se explica debido a que en Lanús había quedado pendiente la construcción de una Alcaidía que hubiese permitido aliviar la sobrepoblación de presos.
De hecho, se trata de un problema que se da en varias localidades de la provincia de Buenos Aires desde hace ya varios años. Sin embargo el tiempo pasa y ninguna solución se pone en marcha. “Nunca se hizo”, justificó.
Asimismo, señalaron que uno de los problemas que golpeó de lleno a la seguridad dentro de las seccionales es que el control sobre los detenidos es prácticamente nulo y cuentan con la posibilidad de ingresar a los calabozos cualquier elemento que está prohibido. La explicación que dieron es que el origen del problema se debe a una decisión política.
“Hubo una resolución del Ministerio de Seguridad de suspender las requisas por las quejas de los presos. Era una tarea que hacía el Grupo GAD en la comisarías, pero se suspendió a pedido de los detenidos”, sostuvieron las fuentes.