La causa por el crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero civil que fue asesinado el miércoles pasado a metros de la esquina de avenida Del Libertador y Lafinur, una de las zonas más exclusivas y costosas del barrio porteño de Palermo, ya tiene dos detenidos. Ambos fueron atrapados este lunes en el Barrio 31 de Retiro por la Policía de la Ciudad. Uno cayó al mediodía y el otro por la tarde. Ambas detenciones fueron avaladas por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número N°8, a cargo de Yamile Susana Bernan.
Los investigadores consideran que Isaías José Suárez, de 29 años, el segundo hombre en ser capturado es el principal sospechoso del homicidio.
Según confiaron fuentes del caso a Infobae, además de tener una fisonomía similar a las del presunto asesino que fue registrado por las cámaras de seguridad, le secuestraron una gorra casi idéntica a la que se ve en los videos. Los detectives comandados por el fiscal Marcelo Munilla Lacasa obtuvieron testimonios que refieren que este segundo detenido del lunes en la Villa 31 comentó: “Me mandé una macana, uno se me trabó y luchó”.
Suárez es carrero y, justamente, los agentes de la división Drogas Norte de la Policía de la Ciudad encontraron en su carro la gorra similar a la que se ve en las cámaras de seguridad que captaron al presunto asesino de Barbieri y una bufanda.
Ambos elementos, además de la ropa que vestía el detenido, serán peritados en busca de ADN y sangre del ingeniero asesinado. Además de un cotejo biométrico con el video, el sospechoso también enfrentará una revisión médica forense: buscarán si tiene lastimaduras, “sobre todo en las manos”, dijeron las fuentes.
“Se dedicaba a hacer robos de este estilo en Capital y luego se refugiaba en la Villa 31″, comentaron los investigadores sobre Suárez, que suma 10 ingresos a penales, muchos más a comisarías. “La última vez que fue capturado fue el 23 de junio del año pasado y salió el 29 de diciembre. Además, en 2020 estuvo preso en la cárcel de Devoto por un intento de robo”, destacaron.
También estuvo preso en un penal federal entre 2015 y 2016, donde trabajó y cobró el sueldo por tareas penitenciarias menores. En una cárcel del SPF, precisamente, recibió su DNI. Antes, Suárez estaba indocumentado.
“Este caso es como el de muchos que merodean la Ciudad, que estuvieron presos, que entran y salen de la cárcel y no tienen dónde quedarse, ni reinserción laboral y lo que hacen es permanentemente robar”, continuaron los investigadores.
Suárez y el primer detenido -que cayó sobre el mediodía por vestir una campera roja similar a la que describió el testigo del crimen de Barbieri-; suelen parar en la zona de containers de la Villa 31, a la que se ingresa por la calle Saldías. A los dos los capturaron con el rastro de las cámaras de seguridad, y sobre todo porque son de características fisonómicas muy similares entre sí y con el presunto homicida.
Los videos han sido cruciales. No sólo registraron a la víctima, herido y tomándose el pecho, cruzando la avenida Del Libertador en la esquina con Lafinur y cuando se desplomó en la heladería a la que ingresó a pedir auxilio; sino que también les permitieron a los investigadores seguir el trayecto del presunto homicida.
Las filmaciones registraron al homicida antes de ingresar a la plaza Sicilia del Parque Tres de Febrero por el Jardín Japonés, casi en el mismo horario en el que lo hizo Barbieri, cerca de las 22:45 del 30 de agosto pasado, solo que la víctima entró a metros de Lafinur y avenida Del Libertador.
Las imágenes de las cámaras de seguridad coincidieron con el relato de ese testigo, que habló de un hombre de 30 años con un buzo rojo. Tras herirlo de una puñalada en el corazón, el asesino huyó en la misma dirección por la que ingresó: las cámaras lo captaron escapando -por momentos, corriendo y, en otros caminando- por el Jardín Japonés, hacia Figueroa Alcorta.
Los detectives creen que, en el interior del parque, se cruzó al ingeniero y lo atacó para robarle el celular. “Se trenzaron en lucha, incluso cayeron al suelo”, precisaron en base a la declaración del testigo que llamó al 911.
Luego, gracias al análisis de las imágenes también se pudo establecer el lugar desde donde provenía, lo que llevó a los investigadores hasta la Plaza Perú este lunes. Sin embargo, las filmaciones no revelaron la cara del sospechoso, que llevaba una gorra y dificultaba aún más su identificación.