La investigación para esclarecer el crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero asesinado en los bosques de Palermo la semana pasada, continúa en busca de pistas. Por lo pronto, hay una hipótesis con respecto al asesino. Los detectives de la Policía de la Ciudad, dirigidos por el fiscal Marcelo Munilla Lacasa, creen que el asesino es un indigente que frecuenta o frecuentó la zona de la plaza República del Perú, ubicada en la avenida Figueroa Alcorta, a 9 cuadras de Libertador y Lafinur, donde Barbieri fue encontrado muerto tras pedir auxilio en una heladería.
Los investigadores de la División Homicidios de la fuerza porteña lograron individualizar a quien consideran que es el autor del hecho mediante el rastreo de cámaras de seguridad y el reporte del testigo que llamó al 911 que relató la agresión sufrida por la víctima, ocurrida supuestamente en la zona de Berro y Casares, cercana al Jardín Japonés.
Las cámaras de seguridad coincidieron con el relato del testigo, que habló de un hombre de 30 años con un buzo rojo, la marca distintiva del posible asesino hasta el momento. Gracias al trabajo de cámaras también se pudo establecer el lugar desde donde provenía, lo que llevó a los investigadores hasta la Plaza Perú.
Sin embargo, las filmaciones no revelaron la cara del sospechoso que llevaba una gorra, lo que dificultaba aun más su identificación positiva. El cuchillo encontrado en Palermo, presuntamente el arma homicida, tenía una huella parcial que no fue suficiente para una identificación en bases de datos.
Mientras tanto, hoy comenzará a realizarse la pericia de ADN a la sangre hallada en el cuchillo y en la ropa de la víctima, una pericia de rigor para determinar si, efectivamente, el arma fue usada para matar a Barbieri, una pericia que se realizará a pedido de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 36 a cargo de Munilla La Casa.
El estudio se realizará de manera conjunta entre el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Universidad de Buenos Aires con el equipo especialista en genética de la División Análisis Físicos, Químicos e Industriales de la Policía Científica.
A pesar del resultado negativo para la huella parcial dactilar, se encontraron estos rastros sanguíneos, que se cotejaran con los existentes en la remera para despejar dudas.
El presunto homicida fue captado por las cámaras antes de ingresar a la plaza del Parque Tres de Febrero por el Jardín Japonés, casi en el mismo horario en el que lo hizo Barbieri, cerca de las 22.45. Creen los detectives que, en el interior del parque, se cruzó al ingeniero y lo atacó para robarle el celular. “Se trenzaron en lucha, incluso cayeron al suelo”, precisaron en base a la declaración del testigo que llamó al 911.
Tras herirlo de una puñalada en el corazón, el asesino huyó en la misma dirección por la que ingresó: las cámaras lo captaron escapando -por momentos, corriendo y, en otros caminando- por el Jardín Japonés, hacia Figueroa Alcorta. Su rastro se perdió cerca del predio de la Policía Montada de la PFA en la calle Cavia.