La causa por la tragedia de Tigre finalmente iba a llegar a juicio esta semana. Joaquín Duhalde Bisi (20), quien el de 9 mayo de 2021 manejaba el Audi de su papá borracho y chocó a gran velocidad contra con una columna en el Camino de los Remeros, debía enfrentar esta semana a un tribunal por las muertes de sus amigos Franco Rossi y Joaquín Alimonda, que fallecieron en el acto en el siniestro vial. Sin embargo, según pudo saber Infobae, el debate se postergó por seis meses.
Así se decidió luego de que uno de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de San Isidro, que debía juzgar a Duhalde Bisi este 5, 6 y 7 septiembre, entrara en licencia por haber trabajado durante la feria de julio. Entonces, en agosto pasado se informó que la nueva fecha de debate será en marzo, los días 13, 14 y 15; o sea, a menos de dos meses de cumplirse los tres años de la tragedia.
Mientras tantos, Duhalde Bisi goza de una prisión domiciliaria que le permite ir y volver de la facultad, donde estudia Medicina, y de las prácticas que hace en el hospital de San Isidro.
El acusado enfrenta el delito de “doble homicidio y homicidio culposo agravado por la conducta imprudente, negligente y antirreglamentaria por conducir con un nivel de alcoholemia superior a un gramo por litro de sangre y por la pluralidad de víctimas fatales (alternativo).
El fiscal del juicio de la causa instruida por Jorge Sebastián Fitipaldi, de la UFI de Rincón de Milberg, será Juan Diego Callegari, mientras que la mamá de Franco Rossi, Bettina Pinto, será representada por el abogado Natalio Nicodemo y Horacio Semin, Ricardo Morello y Gustavo Adolfo Posleman ejercerán la defensa.
El caso
Ese 9 de mayo de 2021, aproximadamente a las 03.50, Duhalde Bisi manejaba el auto marca Audi de su padre. Junto a él iban tres amigos: Franco Rossi y Joaquín Alimonda, quienes fallecieron en el acto cuando el coche se estrelló contra una columna metálica en el Camino de los Remeros. El cuarto ocupante del coche resultó ileso: Mateo “Colo” Lezama. Los cuatro eran amigos de toda la vida: habían ido juntos al Colegio Santa Teresa de Tigre y formaban un grupo unido.
Tras el accidente, el resultado de la alcoholemia que registró Duhalde Bisi fue de 1,39 gramos por litro de sangre, casi el triple de lo permitido (era de 0,5 gr/l) por ese entonces sin Ley de Alcohol Cero, por lo que quedó detenido hasta que logró el beneficio de la domiciliaria en julio de 2021, cuando el juez de garantías Daniel Martínez avaló los certificados médicos que indicaban que el sospechoso padece asma y es celiaco y que fueron presentados por los abogados del imputado.
Rossi iba en el asiento del acompañante del conductor y Alimonda se encontraba atrás de Duhalde Bisi. Lezama iba también en la parte trasera del vehículo y se salvó. El accidente quedó registrado por las cámaras de seguridad. La violencia del impacto produjo que el guardarraíl se desprendiera: ingresó por la rueda derecha y atravesó el auto de arriba hacia abajo y hacia la izquierda.
El accidente fatal sucedió en un horario en el que por aquel entonces estaba prohibido circular, tanto por la provincia como por la Ciudad de Buenos Aires, ya que aún regían las restricciones por la pandemia del coronavirus.
En su pedido de elevación a juicio, el fiscal Fitipaldi destacó que Duhalde Bisi, sumado a que había ingerido alcohol, circulaba a una velocidad aproximada entre 140 y 165 km/h previo al hecho, por lo que “era imposible mantener el control del rodado, como así también cualquier posibilidad de reacción ante las rotondas y curvas que posee el camino”.
Para el fiscal, el imputado “internalizó la posibilidad” de un desenlace trágico “dadas las características del lugar en donde circulaba, y de las condiciones bajo las que conducía”, pero “le resultó indiferente y aceptó la posibilidad de su ocurrencia”.
“La temeraria conducta desplegada demuestra un estado de certeza del eventual resultado lesivo. Dicho comportamiento indefectiblemente hacía prever el resultado ocurrido en autos, y la adhesión o aceptación de este por parte del imputado Duhalde Bisi resulta irrefutable. El imputado mantuvo dicha conducta hasta el desenlace señalado; demostrándose así la indiferencia ante el probable resultado; aceptando el mismo, cuya posibilidad -destaco, en virtud de la zona y velocidad apuntada- estuvo en él representada. Por ello, el homicidio ocurrido en autos, debe analizarse a la luz del dolo eventual”, consideró el fiscal.