Luego del velatorio que se llevó a cabo durante toda la noche, los restos de Mariano Barbieri (42), el ingeniero que fue asesinado de una puñalada el miércoles pasado durante un robo en el barrio porteño de Palermo, fueron trasladados este sábado por la mañana al cementerio de San Fernando. Familiares y amigos de la víctima, que ayer encabezaron una protesta en la puerta de la sala velatoria para pedir justicia, realizaron una caravana de automóviles para acompañar el féretro.
Tal como estaba previsto, el cortejo partió a las 9.30 de la mañana desde la sala funeraria “Lestrade”, ubicada en la calle 3 de Febrero al 700, en el partido bonaerense de San Fernando, con destino al cementerio local, a unas 30 cuadras de distancia de la casa velatoria.
Maricel, la pareja de Mariano, participó del último adiós junto a su bebé de tan solo dos meses de vida. Por su parte Carlos, el padre de la víctima, lucía visiblemente afectado por la trágica muerte de su hijo. Desorientado y sin un rumbo claro, dio vueltas por las afueras del cementerio como si tratara de encontrar explicaciones a lo sucedido. Ante la consulta de un periodista del canal de noticias Crónica HD, el hombre se negó a dar declaraciones en medio de un duro momento.
El cuerpo de Barbieri fue velado este viernes por la tarde en la citada cochería. Allí se hicieron presentes familiares, amigos y vecinos para darle el último adiós a Mariano, tras una convocatoria a través de la cual se agradeció el acompañamiento “en este terrible momento”.
Previamente, los restos de Barbieri fueron sometidos a una autopsia que reveló que el ingeniero murió por una lesión de arma blanca en el tórax, de entre 6 y 7 centímetros y a la altura del corazón.
A lo largo de la jornada angustiante y de profundo dolor, los abrazos de consuelo en la puerta de casa de sepelios se repitieron una y otra vez. Por su parte, en la vereda se colgó un cartel con un reclamo de justicia. “#JusticiaPorMarianoBarbieri”, rezaba la leyenda del letrero, escrito en letras rojas y blancas sobre un fondo negro.
En diálogo con Infobae, Gerardo —uno de los amigos de toda la vida en San Fernando— recordó a Mariano: “Era divino, pulcro, sin vicios, una persona llena de luz. Estaba lleno de proyectos, acababa de ser papá... No se merecía esto. Lo único que pedimos es justicia, que haya avances en la causa”. Y reclamó: “Sabemos que mañana va a haber otro Mariano. Esto tiene que cambiar”.
“Era único, una persona excepcionalmente buena”, agregó otro amigo de la infancia que viajó desde Bariloche cuando se enteró de la triste noticia.
Unos minutos después de las 17, Fernando, Melina y la madre de ella salieron a hablar con los medios. “Era un loco lindo que le encantaba la vida. Era tan bueno que pensaba que no había maldad. Así salió a Palermo a caminar. Fue a hacer una meditación de la luna y terminó apuñalado por un hijo de puta. No tenía nada, solo un celular de mierda, todo roto. Eso le sacaron. Ahora mi bebé se quedó sin papá”, dijo la pareja ante las cámaras.
A las 20, tal como estaba previsto, la familia se organizó para reunirse en la calle. Ante las cámaras, exhibieron varios carteles y un pasacalles que pedían justicia. Por allí también se encontraba Carlos, el padre de la víctima, quien gritó: “¡Gracias por ser un ejemplo, hijo!”.
Los familiares, por otra parte, dijeron que aún no habían recibido novedades de avances en la investigación aunque el joven, en horas del mediodía, destacó que “la Policía está haciendo su trabajo poniendo lo mejor”.
Barbieri fue atacado cuando se encontraba caminando por el parque ubicado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de Buenos Aires. El comisario general de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, Miguel Ángel Fornaro, indicó el jueves por la noche que se hizo un relevamiento de las cámaras públicas y privadas de la zona, y de testigos, para poder dar con el asesino.
En la reconstrucción de los hechos se estableció que desde que el ingeniero entró al parque hasta que salió “no pasaron más de cinco minutos”. Después de ser apuñalada, la víctima volvió sobre sus pasos e hizo al menos 300 metros hasta llegar a la heladería donde pidió ayuda.
De acuerdo a la información a la que accedió hoy este medio, existe una imagen que coincide con el primer llamado de un testigo al 911, la cual muestra a una persona huyendo del lugar donde habría ocurrido el ataque.
En el parque se hallaron un short de color gris, una mochila, un tapabocas y una frazada que serán peritados. También un cuchillo con restos de sangre, que los investigadores buscarán, en primer lugar, determinar si es humana y, en segundo término, si corresponde a la víctima. La investigación del caso está en manos del doctor Marcelo Munilla Lacasa, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°36, que trabaja para dar con el paradero del atacante.
Fuentes judiciales consultadas ayer por Infobae precisaron que hay un sospechoso en la mira que fue señalado por un testigo que vio el ataque ocurrido en la Plaza Sicilia, y llamó al 911 para denunciar lo sucedido. Al prestar declaración, ese testigo afirmó que observó una pelea entre dos hombres con empujones y gritos y apuntó como el agresor a un hombre de unos 30 años que vestía un buzo rojo y un pantalón de jean.
A partir de este testimonio, los detectives de la División Homicidios y los especialistas de Análisis de Imágenes y Video Judicial de la Policía de la Ciudad analizaron los registros de las cámaras públicas y privadas de las inmediaciones al parque y visualizaron a un sospechoso con atuendo similar al descripto a quien se lo ve arribar al lugar del hecho y salir del mismo.
“Las características de este sospechoso coinciden con lo declarado ante el personal de Homicidios por el testigo que llamó al 911 en un primer momento denunciando un robo en Berro y Casares”, comunicaron fuentes del caso a Infobae. Ahora, los investigadores se centran en reconstruir el recorrido que hizo este hombre para lograr identificarlo.