A pocos días del hallazgo que horrorizó a Olavarría, se conocieron los primeros resultados de las pericias realizadas sobre los cuerpos de la mujer y su hijo de 13 años encontrados dentro de un freezer. No se defendieron, fueron brutalmente golpeados y habrían muerto al menos un día antes de ser colocados en el congelador.
El pasado martes policías de la Comisaría N° 2 de Olavarría se hicieron presentes en un domicilio de la calle Lisandro de la Torre del barrio Carlos Pellegrini, debido a la denuncia de las hermanas del menor e hijas de la mujer por no tener noticias de ambos durante unos días. Al no obtener respuesta en la vivienda, los oficiales ingresaron a la casa y encontraron tres cuerpos: dos dentro de un freezer y otro en uno de los pasillos, que corresponden a María Sandra Aguer (52), Thiago Contreras (13) y Fabián Marcelo Ene (38), respectivamente.
En consecuencia, se hizo presente en el lugar la fiscal a cargo del caso, Paula Serrano. Los investigadores sospechan que se trató de un doble homicidio seguido de suicidio, tal como informaron fuentes de la investigación a Infobae.
Los cuerpos fueron retirados del lugar por la Policía Científica y trasladados a la morgue para que se le realice la autopsia correspondiente. Los resultados de las pericias indicaron que tanto Aguer como Contreras sufrieron destrucción de masa encefálica como consecuencia de las lesiones que presentaban en el lado izquierdo de su cabeza, compatibles con golpes producidos con la maza que se secuestró en el lugar. Las víctimas no presentaban signos de defensa, según informaron fuentes judiciales a Télam.
Además, la necropsia logró fijar el momento de la muerte entre 24 y 48 horas antes de que sean colocados en el freezer, debido al estado de putrefacción que presentaban los cadáveres. En ese sentido, los médicos solo pudieron tomar muestras de sangre del cuerpo de la mujer, puesto que el estado en el que encontraron el cadáver del adolescente no lo permitía.
Por otro lado, la autopsia realizada sobre el cuerpo de Ene indicó que el autor del doble crimen murió como consecuencia de asfixia mecánica, compatible con un suicidio por ahorcamiento.
Antes de quitarse la vida, el doble homicida dejó una nota escrita de puño y letra en la que explicaba los motivos que lo llevaron a asesinar a su pareja y al hijo de la mujer. El hombre argumentó que estaba “cansado de no poder hacer nada y de que se quejen por todo. También de la rebeldía y las contestaciones del chico”.
“El jueves exploté”, se confesó el asesino y contó que con un martillo golpeó violentamente a las víctimas. “Fui un hijo de mil puta. Solo me queda pedir perdón, pero el perdón no arregla lo que hice. No le digan a mi vieja, tírenme al arroyo y listo”, finalizó la carta.
Antes de suicidarse, el hombre envió un mensaje desde el celular de Aguer, en el que le aseguraba a sus otras dos hijas que se había ido de la casa junto al menor. “En ese momento, empezaron a sospechar porque la mujer se había operado de la vista y no podía leer bien. Al no atender los llamados y solo responder por chat, se alarmaron”, mencionaron los detectives del caso a este medio.
Fuentes judiciales confirmaron que el presunto homicida no tenía denuncias previas por violencia ni causas penales. Sin embargo, en enero de 2023 la mujer lo denunció luego de una discusión en el juzgado de familia de Olavarría.
Luego de que se conociera la trágica noticia, amigos de la víctima de 13 años lo despidieron en redes sociales. “Siempre vas a estar en mi alma, wachín. Todavía no caigo. Pienso que hace dos semanas estábamos bardeando en bici, rompiendo espejitos... En tan poco tiempo te volviste re importante para mí”, expresó en una historia de Instagram uno de los chicos.