La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó este sábado la prisión preventiva de Guillermo Germán Berjeli, el podólogo acusado de envenenar y asesinar a su esposo a través de la inyección de suero mientras este se encontraba internado en un hospital porteño.
La resolución de las autoridades judiciales se conoció en las últimas horas tras una audiencia realizada a partir del recurso de apelación que había solicitado la defensa del acusado el pasado 1 de agosto. En esa ocasión, los abogados del imputado habían pedido reconsiderar la decisión del juez Diego Slupski de procesarlo por el delito de “homicidio agravado por el vínculo, por haber sido cometido con alevosía, por el suministro de veneno y por codicia”.
Luego de debatir sobre las conclusiones explicitadas hace un mes por el magistrado, la Justicia finalmente decidió hacer efectivo su procesamiento, tal como lo pidió el abogado de la familia de la víctima, Diego Carbone. De acuerdo a lo indicado en el documento, se consideró que Berjeli “causó la muerte de quien fuera su cónyuge, administrándole sustancias nocivas para su salud mientras la víctima estaba internada e inconsciente en el Sanatorio Anchorena de esta ciudad”.
En el escrito se detalla: “Ello, con la aparente finalidad de heredar una propiedad en la República de Chile. Además, inmediatamente después de concretada la muerte habría decidido cremar el cuerpo, imposibilitado así la práctica de una autopsia”.
Guillermo Germán Berjeli estaba en pareja con el chileno Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque desde hace un tiempo. Se habían conocido a través de una aplicación de citas y así habían dado inicio a un vínculo amoroso que terminó con un trágico y macabro final.
Guzmán Jaque, empleado de una aerolínea, no imaginó que el podólogo que había conocido por una app de citas sería su verdugo; como así tampoco Berjeli previó que las cámaras de la sala de terapia intensiva del Sanatorio Anchorena lo registrarían manipulando el suero del paciente de la cama 11, 13 veces en 10 días. El hecho que lo llevó a la muerte.
La víctima había ingresado el 16 de diciembre de 2019 al centro de salud con un cuadro de “deterioro del sensorio, insuficiencia renal, desorientación, trastorno en la marcha y alteración en el habla”. Falleció el 12 de enero de 2020, tras un deterioro de salud tan veloz que despertó sospechas en el hospital de Recoleta.
Los médicos y enfermeros, que notaron irregularidades en los rótulos de los sueros, no se equivocaban: Berjeli lo había envenenado con alcoholes pesados, como metanol o etilengliclol, a través del goteo que ingresaba por sus venas.
De acuerdo con la investigación, que llevó adelante el magistrado junto con la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, el podólogo manipuló el suero por lo menos 13 veces en un período de solo 10 días. Sus ingresos a la habitación del hombre fueron registrados por las cámaras de seguridad del centro médico.
En el auto de procesamiento del 1 de agosto, al que accedió Infobae, se detalla cómo fue cada una de las manipulaciones que hizo el imputado para envenenar a la víctima. Los videos, aportados por el Sanatorio Anchorena, son la prueba clave que lo tiene a Berjeli hoy acusado de un delito muy grave: homicidio cuádruplemente agravado por el vínculo, la alevosía, el envenenamiento y la codicia.
Berjeli intoxicó a su marido para quedarse con una herencia de 300 mil dólares, aunque su plan fracasó porque en Chile la unión civil no está reconocida. El objetivo era quedarse con un departamento en Santiago de Chile valuado en USD 200 mil y con un un fondo común de inversión por un valor estimado de USD 100.000, dinero que estaba en cuenta bancaria que poseía en Banco Security. Lo único que pudo conseguir Berjeli fue cobrar un seguro de vida por un monto de poco más de 68 mil pesos, que estaba a nombre de su suegra.