Los agentes de la Policía Federal desbarataron una organización criminal que se encargaba de vender dispositivos celulares en una de las galerías ubicadas en el barrio porteño de Once. El allanamiento y las detenciones de los ocho detenidos fueron ordenadas por el juez Ariel Lijo, a cargo del Juzgado Federal N° 12, luego de una ardua investigación.
La operación denominada “Pueyrredón” encabezada por el Área de Cibercrimen fue realizada durante la jornada del jueves en los locales de una galería ubicada sobre la Avenida Pueyrredón, en donde varios individuos de nacionalidades argentinas, venezolanas y peruanas fueron aprehendidos por integrar una banda en calidad de “enfriadores”, es decir que se encargaban de recibir los teléfonos que habían sido recientemente robados.
De acuerdo con la información a la que accedió Infobae, los detenidos cumplían el rol de revisar toda la información que pudieran contener los dispositivos, para sortear la posibilidad de vaciar las cuentas bancarias de las víctimas, y derivarlos a los laboratorios, en donde procedían a liberarlos para que puedan ser comercializados en el mercado negro.
La investigación que logró desentrañar el mecanismo de la banda estuvo a cargo de la División Delitos Tecnológicos de la Superintendencia de Investigaciones Federales, que solicitó al Juzgado Federal N°12 una orden de allanamiento para poder revisar el interior de los locales que habían sido previamente señalados por las autoridades.
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En los respectivos laboratorios tecnológicos, en donde se realizaba el análisis de los celulares robados, los efectivos incautaron más de 100 dispositivos, de los cuales una gran cantidad habían sido denunciados por robo; máquinas desbloqueadoras; y una serie de herramientas y material necesario para resetear los teléfonos.
En cuanto a los detenidos, las identidades de los acusados no trascendieron, pero confirmaron que fueron alojados en la Unidad Policial. Además, fueron formalmente imputados, por lo que en los próximos días podrían ser citados a declarar por el fiscal a cargo de la causa.
Durante el mismo operativo, las autoridades lograron detectar otro comercio que se dedicaba a la venta de estupefacientes mientras se realizaban los allanamientos anteriormente mencionados. De acuerdo con el relato de los agentes, se trataba de un hombre de nacionalidad venezolana que estaba a cargo de un local que vendía drogas.
A raíz del allanamiento que se realizó en esa tienda, los efectivos secuestraron un total de 28 envoltorios que contenían dosis de cocaína lista para ser vendida. Por este motivo, el detenido fue enviado a las alcaldías de la Superintendencia de Investigaciones.
Por otra parte, desde las fuentes oficiales descartaron que los allanamientos hayan estado vinculados al crimen de Mariano Barbieri (42), el ingeniero civil que murió de una puñalada en el corazón luego de que dos delincuentes prófugos de la Justicia le robaran el celular. En este sentido, los investigadores señalaron que hay otros procesos en marcha con el fin de combatir este tipo de delitos y desguazar más organizaciones criminales.
Con respecto a la muerte de Barbieri, los investigadores determinaron que el hombre había salido a caminar alrededor de las 22:30 horas en la plaza Sicilia del parque Tres de Febrero, cuando fue interceptado por los ladrones. En un intento de buscar ayuda, caminó herido hasta la heladería “Cremolatti”, ubicada en el cruce de Lafinur y la avenida Del Libertador, en donde se desplomó hasta que fue trasladado por el SAME al Hospital Fernández.
Según el testimonio del titular del SAME, Alberto Crescenti, la víctima sufrió un paro cardíaco en la ambulancia, por el que tuvo que ser reanimado y recibido por el shock room del centro médico para estabilizarlo. “Después de masajearlo durante casi 30 o 40 minutos, este hombre falleció”, indicó el médico en una entrevista para radio La Red.
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