Los restos de Mariano Barbieri (42), el ingeniero que fue asesinado de una puñalada el miércoles pasado durante un robo en el barrio porteño de Palermo, son velados esta tarde en una cochería de la ciudad bonaerense de San Fernando. Familiares, amigos y vecinos se acercaron para darle el último adiós tras una convocatoria realizada desde el círculo íntimo de la víctima, a través de la cual se agradeció el acompañamiento “en este terrible momento”.
El velatorio comenzó a las 16 en la sala funeraria “Lestrade”, ubicada en la calle 3 de Febrero al 700. El cuerpo de Barbieri fue trasladado hasta allí luego de que ayer se llevara a cabo la autopsia, que reveló que el ingeniero murió por una lesión de arma blanca en el tórax, de entre 6 y 7 centímetros y a la altura del corazón. La ceremonia se extenderá hasta las 22, según adelantó Fernando Barbieri, el hermano de Mariano, quien se presentó en el lugar cinco minutos antes de que se abrieran las puertas. Allí ya esperaban Melina, pareja de la víctima, y otros allegados, rodeados de la prensa.
A lo largo de la jornada, los abrazos de consuelo en la puerta de casa de sepelios se repitieron una y otra vez. Las expresiones de dolor en el interior pudieron advertirse desde la vereda, donde fue colgado un cartel con un reclamo de justicia. “#JusticiaPorMarianoBarbieri”, rezaba en letras rojas y blancas sobre un fondo negro.
En la calle, mientras tanto, los allegados expresaban su indignación y tristeza, a la vez que también mencionaban los buenos recuerdos que dejó el hombre de 42 años.
En diálogo con Infobae, Gerardo —uno de los amigos de toda la vida en San Fernando— recordó a Mariano: “Era divino, pulcro, sin vicios, una persona llena de luz. Estaba lleno de proyectos, acababa de ser papá... No se merecía esto. Lo único que pedimos es justicia, que haya avances en la causa”. Y reclamó: “Sabemos que mañana va a haber otro Mariano. Esto tiene que cambiar”.
“Era único, una persona excepcionalmente buena”, agregó otro amigo de la infancia que viajó desde Bariloche cuando se enteró de la triste noticia.
Unos minutos después de las 17, Fernando, Melina y la madre de ella salieron a hablar con los medios. “Era un loco lindo que le encantaba la vida. Era tan bueno que pensaba que no había maldad. Así salió a Palermo a caminar. Fue a hacer una meditación de la luna y terminó apuñalado por un hijo de puta. No tenía nada, solo un celular de mierda, todo roto. Eso le sacaron. Ahora mi bebé se quedó sin papá”, dijo la pareja ante las cámaras.
A su turno, Fernando, que más temprano había recordado a Mariano como “un pibe muy estudioso que se mató estudiando para recibirse de ingeniero civil y que siempre ha ayudado a todos”, lo definió como un “chico sano” que pertenecía a una familia “muy trabajadora”. “Mi viejo siempre laburó en una carpintería, mi mamá fue maestra”, contó. Y señaló que junto a su hermano amaban el deporte: ´”Él (Mariano) hizo handball; yo, fútbol”, mencionó el joven, que estaba vestía una campera del club Tigre.
La familia se organizó para reunirse en la calle nuevamente a las 20. Ante las cámaras, exhibieron varios carteles y un pasacalles que pedían justicia. Por allí también se encontraba Carlos, el padre de la víctima, quien gritó: “¡Gracias por ser un ejemplo, hijo!”.
Los familiares, por otra parte, dijeron que aún no habían recibido novedades de avances en la investigación aunque el joven, en horas del mediodía, destacó que “la Policía está haciendo su trabajo poniendo lo mejor”.
Barbieri fue atacado cuando se encontraba caminando por el parque ubicado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de Buenos Aires. El comisario general de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, Miguel Ángel Fornaro, indicó anoche que se hizo un relevamiento de las cámaras públicas y privadas de la zona, y de testigos, para poder dar con el asesino.
En la reconstrucción de los hechos se estableció que desde que el ingeniero entró al parque hasta que salió “no pasaron más de cinco minutos”. Después de ser apuñalada, la víctima volvió sobre sus pasos e hizo al menos 300 metros hasta llegar a la heladería donde pidió ayuda.
De acuerdo a la información a la que accedió hoy este medio, existe una imagen que coincide con el primer llamado de un testigo al 911, la cual muestra a una persona huyendo del lugar donde habría ocurrido el ataque.
En el parque se hallaron un short de color gris, una mochila, un tapabocas y una frazada que serán peritados. También un cuchillo con restos de sangre, que los investigadores buscarán, en primer lugar, determinar si es humana y, en segundo término, si corresponde a la víctima. La investigación del caso está en manos del doctor Marcelo Munilla Lacasa, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°36.