“La Peque”, “Aldana”, “Camila” y “Marita”, tenía un nombre para cada ocasión, pero su modus operandi no cambiaba: seducir, drogar y robar. Y también matar. La viuda negra de 20 años que en las últimas horas fue capturada en Avellaneda por haber asesinado cuando era menor de edad a una de sus víctimas, no era la primera vez que se veía cara a cara con los agentes de la Policía de la Ciudad: en 2022 la habían detenido pero se escapó.
Infobae accedió a la trama detrás de su fuga. Fue el 14 de diciembre del año pasado, cuando la sospechosa, aún de 19 años, fue capturada por la división Homicidios de la fuerza porteña en el marco de la causa en la justicia de Menores en la que está imputada por el homicidio de un hombre de 58 años en Palermo, que tenía una patología de base; pero también por drogar y robarle a otra víctima en Chacarita junto a su hermano y otro cómplice.
“Para el momento del primer arresto estaba embarazada de 6 ó 7 meses. Cuando dio a luz, le pusieron una tobillera electrónica para que pudiera estar con su beba en el hospital, porque la nena debía quedarse internada. Ella se arrancó el dispositivo, escapó y dejó a la hija abandonada”, detallaron las fuentes del caso cómo se había esfumado la acusada, identificada como N.M.M.
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Desde entonces, desde la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), que dirige el fiscal José María Campagnoli, y el Juzgado Nacional de Menores N°2, se ordenó su captura nacional e internacional. Luego de varios meses de tareas de campo, se determinó que la sospechosa vivía en la zona de la Isla Maciel, en el partido de Avellaneda, junto a su familia.
Luego de allanar ese domicilio y no hallarla, agentes de la División Capturas y Prófugos de la Policía de la Ciudad lograron dar con la sospechosa cuando circulaba en un auto por la calle Ameghino al 700, en la zona Sur del conurbano.
Ahora, deberá afrontar las dos causas en su contra que tramitan en la justicia de Menores. Está acusada de los delitos de “homicidio en ocasión de robo y robo calificado por haber sido perpetrado en lugar poblado y en banda”, llevados a cabo entre enero y febrero de 2021.
Las víctimas
El primer caso que le endilga la Justicia ocurrió entre las 23.15 del 10 de enero de 2021 y antes de las 12.25 del día siguiente, y es el más grave. “La Peque”, que al momento tenía 17 años, contactó a la víctima, identificada como S.A.T. y de 58 años, y concurrió a su departamento de la calle Fray Justo Santa María de Oro, en Palermo, tras acordar por WhatsApp una cita.
Una vez en el departamento, le suministró sin que se diera cuenta una fuerte dosis de clotiapina, una medicación somnífera con el fin de dormirlo para robarle. La sustancia le provocó la muerte debido a que la víctima tenía una patología cardíaca preexistente.
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De acuerdo a la investigación, mientras el hombre agonizaba, se llevó tres celulares, una computadora, la billetera con sus tarjetas bancarias y, además, el vaso en el que habría colocado la droga para no dejar rastros. Ahora, la acusan de homicido por haberle dado a la víctima un fuerte somnífero que provocó su muerte.
Pero ese no fue el único golpe de la joven. Las fuentes indicaron que está acusada de un hecho similar en Chacarita, que fue cometido en complicidad con su hermano y otra persona el 23 de febrero de 2021, aunque en ese caso la víctima no murió y pudo relatar cómo fue engañado. El video del ataque encabeza la nota.
En ese segundo hecho en la que se la acusa de robo en poblado y en banda, la detenida conoció a un hombre en una app de citas, lo engañó y lo drogó. Es decir, la misma táctica que utilizó para asaltar a S.A.T..
De acuerdo a su testimonio, la viuda negra actuó bajo la falsa identidad de “Marita”, llegó a la propiedad y ofreció hacer dos daiquiris de naranja. Luego de prepararlos en la cocina, le dio uno de ellos a su cita. El hombre notó que el trago estaba amargo, pero, de todos modos, lo bebió.
A los pocos minutos empezó a sentir mareos y luego perdió la conciencia. La víctima, tras perder el conocimiento, fue atada con precintos y despojada de unos 20 mil dólares. El hombre se despertó horas más tarde sin poder moverse. Los gritos de auxilio alertaron a los vecinos, que llamaron a la policía.
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