El barrio de Palermo donde fue asesinado el ingeniero es de los más costosos y seguros de la Ciudad

Mariano Barbieri, de 42 años, recibió una puñalada mortal en el corazón en un intento de robo a metros de la Avenida Del Libertador. La reacción de los vecinos y comerciantes tras el homicidio

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El equipo de la Policía
El equipo de la Policía Científica que trabajó en el lugar (Adrián Escándar)

Sorpresa, zozobra, indignación y hasta pedidos de más presencia del Estado. Esas fueron algunas de las sensaciones de los vecinos que viven en los alrededores de la esquina de la avenida Del Libertador y la calle Lafinur, en una de las zonas más exclusivas y costosas de Palermo, luego de enterarse de que, a unos cuantos metros, un ingeniero civil de 42 años había sido apuñalado en el corazón por un presunto ladrón que quiso robarle el celular.

Infobae recorrió la zona para conocer de cerca el impacto en una de las manzanas más caras de Buenos Aires, donde el metro cuadrado oscila entre los USD 3.100 y los USD 3.300, en promedio. Valores apenas superados por Puerto Madero o algunos lugares de Belgrano.

Además, es uno de los barrios con mayor seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Con un simple relevamiento visual es posible notar que las cuadras están llenas de cámaras, tanto del Gobierno como de los edificios lujosos y locales. Incluso, a pocas cuadras de la escena del crimen vive el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

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Sin embargo, los dispositivos no fueron suficientes para evitar la tragedia: Mariano Barbieri fue atacado en la Plaza Sicilia del Parque 3 de Febrero y resultó gravemente herido. Llegó hasta una heladería para pedir ayuda. Su corazón no soportó y, al poco tiempo de llegar al Hospital Fernández, murió.

Los peritos dentro de la
Los peritos dentro de la heladería a la que llegó el ingeniero de 42 años para pedir ayuda (Adrián Escándar)

La zona se vio invadida desde temprano por móviles de canales de televisión, decenas de periodistas y un sinfín de curiosos que se detenían para preguntar qué había pasado. De a poco, se asomaron los encargados de los edificios aledaños, comenzaron a abrir los locales y los vecinos salieron de sus casas para arrancar el día.

Cristel, una jubilada que vive a unas cuantas cuadras que se acercó a la heladería donde Babieri se desvaneció luego del puntazo fatal, le dijo a este medio en general se trata de un barrio tranquilo, en el que los hechos de inseguridad no son algo habitual.

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Yo me muevo de noche, llego tarde, camino y hago mis cosas. Esto me sorprende”, aseguró la mujer, quien cree que el homicidio fue motivado por el consumo de droga. “Esto lo hace alguien que está fuera de sí. El problema no es la inseguridad. El problema de fondo es más complejo”, aclaró.

La zona fue rodeada por
La zona fue rodeada por Policía de la Ciudad (Adrián Escándar)

Cristian, el encargado de un edificio ubicado en diagonal a la heladería, opinó en sentido contrario. Al consultarle sobre la situación del barrio, el hombre no dudó en decir que la seguridad se deterioró en los últimos 18 meses. Se quejó de la falta de iluminación en la zona, especialmente en la plaza en la que Barbieri fue apuñalado, y pidió más presencia policial

“La inseguridad es cosa de todos los días. Falta iluminación en la plaza donde lo mataron. Es una boca de lobo. Falta Policía. Desde hace un año y medio, aproximadamente, se deterioró todo. Se llenó de indigentes. Antes eran 4 o 5, que uno conocía, pero hoy vemos las cuadras llenas”, comentó.

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En ese sentido, resaltó que al ser un sitio repleto de turistas, los delincuentes se aprovechan de los desprevenidos para atacar. “Casi siempre los que roban son menores de edad. Son mandados por los padres. Yo mismo he visto cómo marcan a las víctimas”, reveló el portero.

Con el correr de la mañana, la vida en el barrio se fue tornando relativamente normal. De hecho, la propia heladería en la que el ingeniero pidió ayuda comenzó a atender a sus clientes como si nada hubiera pasado. Varias de sus mesas se llenaron, mientras las cámaras de televisión apuntaban al interior, quizá, con la intención de encontrar alguna respuesta al salvaje crimen.

El mismo punto donde se desvaneció la víctima estaba completamente limpio y ordenado. Gastón, el encargado del turno mañana de la heladería, le dijo a Infobae que en el barrio prácticamente no pasa nada. “Está como asilado”, lo definió. Por eso -sostuvo- la sorpresa de toda la situación. “Sí, por la noche es oscuro, pero nunca vi algo así”, agregó.

Un perro de la Policía
Un perro de la Policía rastreó los pasos de la víctima en el parque 3 de Febrero (Adrián Escándar)

Poco tiempo después, la heladería comenzó a ser desalojada por miembros de la Policía Científica que comenzaron a trabajar en el lugar. “¿Recién ahora van a hacer las pericias? Si está lleno de gente. Increíble”, dijo a este medio una mujer que, al igual que muchos, se ubicó frente al vidrio del local a observar la tarea de los investigadores.

Antes del mediodía, el local -uno de los puntos claves en la investigación que lleva adelante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 36, a cargo del fiscal Marcelo Munilla Lacasa- fue cerrado al público.

El número de curiosos, vecinos y estudiantes que pasaban por la zona no cesó durante toda la mañana. Cada vez que pasaba el micro turístico de dos pisos del gobierno de la Ciudad, se podía observar a los pasajeros con sus celulares sacando imágenes de la heladería.

Las cámaras de seguridad son
Las cámaras de seguridad son parte del paisaje en el barrio donde asesinaron a Mariano Barbieri (Adrián Escándar)

En la plaza del cuchillazo, por su parte, se mezclaban los agentes de la División de Homicidios de la Policía de la Ciudad con las personas que suelen concurrir al espacio verde para hacer ejercicio. Un operativo policial hecho, al menos, en extrañas circunstancias.

Pasadas las 10, se hizo presente en el lugar del crimen el comisario mayor Miguel Ángel Fornaro, jefe de la Superintendencia de Investigaciones, quien confirmó que una persona que llamó al 911 brindó una ubicación exacta en la que vio al presunto atacante.

“La persona que realiza el llamado ubica al agresor en Berro y Casares, a metros del Jardín Japonés. Esta persona dice que lo ve y que el agredido se dirige hacia avenida del Libertador”, precisó.

Los peritos trabajaron durante toda
Los peritos trabajaron durante toda la mañana en el parque en el que habría sido atacado el ingeniero (Adrián Escándar)

En esa zona, uno de los canes de la Policía de la Ciudad, después de olfatear la ropa de la víctima, marcó la ubicación de una frazada que luego sería levantada como prueba.

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