“Mataste a mi papá, me dejaste sin papá”. El grito lleno de dolor de la hija de Federico “Morenita” Marín tapó las sirenas y el murmullo alrededor del cuerpo del narco abatido durante un enfrentamiento armado con agentes de la PFA, que lo buscaban desde febrero pasado, cuando se fugó. La escena ocurrió este domingo por la noche en la localidad de Itatí, Corrientes y quedó registrada en un video que circuló en redes sociales, pocos minutos después de la balacera.
El narcotraficante muerto había llegado a esa provincia del Litoral para visitar a su familia y, al momento del enfrentamiento, estaba con su esposa y una de sus hijas, quien increpó a los gritos a uno de los dos policías que resultaron heridos en el tiroteo.
El ministro de Seguridad de Corrientes, Buenaventura Duarte, informó que el prófugo de 37 años, con varias condenas en su haber y quien declaró como arrepentido en la causa por narcotráfico derivada de la llamada Operación Sapacucay, “había sido visto hace varias semanas en Itatí, por lo que las fuerzas federales estaban tras él”.
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De acuerdo con Duarte, “Morenita” fue interceptado en “una zona cercana a la casa de su madre, porque visitaba en situación de prófugo a la familia”. En declaraciones a radio Sudamericana, el ministro agregó que, en el tiroteo en el que terminó muerto, “dos funcionarios federales fueron heridos con armas de fuego” y que uno ya recibió el alta médica, mientras que otro está en proceso de recuperación.
El hallazgo del Marín se produjo el domingo por la noche, cerca de las 22, en cercanías de la terminal de esa ciudad distante a 70 kilómetros de la capital provincial, “cuando se dirigía a la casa de su hermano junto a su esposa y a una de sus hijas”, señalaron a la agencia de noticias Télam fuentes de la investigación.
El abogado Jorge Barboza, defensor de varios de los imputados por narcotráfico en la causa “Sapucay”, dijo a que se presumía que Marín “andaba por la zona, iba y venía para visitar a su familia”.
“Su esposa y sus hijos fueron su talón de Aquiles, ya en 2018, cuando se encontraba prófugo, fue capturado en su casa cuando había llegado a visitarlos”, recordó el letrado, quien agregó que “hay versiones de que llevaba tiempo por la zona, se cree que en costas paraguayas o en las islas, y siempre armado”.
La fuga y el crimen
Marín, uno de los máximos narcotraficantes de marihuana del país, estaba prófugo desde febrero pasado, cuando violó el arresto domiciliario que cumplía en una casa del conurbano bonaerense con la excusa de ir a hacerse atender en un hospital, y nunca más regresó.
Desde el lunes de la semana pasada, dos brigadas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA que estaban tras sus pasos, una de ellas del Departamento Antisecuestros Sur y otra de la División Búsqueda de Prófugos, se hallaban en la localidad de Itatí, ya que contaban con la información de que ‘Morenita’ se alojaba junto a su familia en una casa de esa ciudad correntina.
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Anoche, los investigadores apostados en las inmediaciones de las calles Los Benedictinos, entre Fray Juan de Gamarra y avenida 25 de Mayo, advirtieron la llegada de un Fiat Uno blanco en el que se trasladaba “Morenita” junto a su familia. Al verlo bajar del auto, se aproximaron para detenerlo.
De acuerdo a la información policial, Marín, sin mediar palabra, extrajo una pistola Bersa calibre 9 milímetros y disparó contras los efectivos, que respondieron la agresión.
Como consecuencia del enfrentamiento, Marín cayó muerto, mientras que dos policías -un comisario y un cabo primero- sufrieron heridas, el primero de ellos un roce de bala en el antebrazo izquierdo y el otro, dos impactos en pierna y glúteo Izquierdo, detallaron las fuentes.
Por orden del Juzgado Federal 1 de Corrientes, a cargo de Juan Carlos Vallejos, se dio intervención a Gendarmería Nacional para que trabaje en la escena del hecho y realice los peritajes de rigor. Se esperan para las próximas horas los resultados de la autopsia.
El magistrado dispuso secuestrar los autos en los que se movilizaban los policías, el Fiat Uno que usaba “Morenita”, las armas reglamentarias de los efectivos intervinientes y la del prófugo fallecido, al tiempo que ordenó la realización de pruebas de dermotest para todos los involucrados.
Marín había ingresado al Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados tras declarar como “arrepentido”. Su testimonio resultó clave para llevar a juicio y condenar al ex intendente de Itatí Natividad Roger Terán, miembros de fuerzas de seguridad provinciales y federales y al ex juez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila y a sus secretarios.
“Morenita” había comenzado a ser investigado en 2015 en el marco de la denominada “Operación “Sapucay”, en la que se puso el foco en una organización criminal que, con permanencia en el tiempo, ingresaba al país marihuana desde Paraguay a través de Itatí para luego distribuirla en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Chaco, Santiago del Estero y Catamarca.
Según se estableció en la causa, los cruces se hacían por el río Paraná, a la altura de Itatí, y se llegaron a transportar hasta 700 kilos de marihuana en viajes que duraban menos de cuatro minutos.
Marín fue apresado en 2018 en Itatí, aceptó una pena de 12 años de prisión en un juicio abreviado y declaró como arrepentido, por o que la Justicia le redujo la pena y estuvo preso hasta 2022, cuando le otorgaron el arresto domiciliario que violó en febrero al fugarse.
El abogado Barboza dijo que Marín “tenía aún varias causas pendientes, en Corrientes, Santiago del Estero, Tucumán” y que le esperaban “no menos de 30 años de prisión”.
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