En las inmediaciones de lo que fue el “corralón de Tarzan” en el Barrio 31, base operativa de la organización conformada por personas oriundas de San Pedro de Paraguay, hoy sede del Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral porteño (CEDEL), la División Antidrogas Norte de la Policía de la Ciudad capturó a un vendedor ambulante de caramelos.
Lo más curioso del caso es que el supuesto comerciante, identificado como Epifanio Javier Cainero, que ofrecía los dulces en “El Playón”, debajo de la Autopista Illía, en realidad, vendía dosis de paco.
Poco queda de la gran banda narco que integraron “Los Sampedranos”, liderados por Francisco “Tarzan” Fouz Acosta, en el Playón Este del barrio de Retiro. Pero algunos eslabones siguen operativos en la zona que fue recuperada tras una investigación del fallecido fiscal federal Jorge Di Lello, indicaron fuentes policiales a Infobae.
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El disfraz del delear no logró engañar a los agentes que, mediante filmaciones y tareas de campo en las manzanas 109 y 108, lograron establecer que se abastecía de la droga en un domicilio ubicado en la calle Sara Beatriz Fernández al 400.
Cainero, que se encontraba en situación de calle, fue capturado tras un operativo ordenado por el Juzgado Contravencional con Competencia en lo Penal Nº 3, a cargo de Fernando Elizalde, con intervención de la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE), bajo la titularidad de la fiscal Cecilia Amil Martín.
El hombre señalado como proveedor del falso vendedor de caramelos también fue detenido por los detectives porteños. Se trata de Francisco Ramón Benítez, un ciudadano de nacionalidad paraguaya, de 36 años.
Luego de subir por la escalera caracol e irrumpir en la propiedad de Benítez, los agentes secuestraron cajas de caramelo que ocultaban 14 envoltorios de paco, con un peso de 2,7 gramos cada uno, un envoltorio de nylon con picadura de marihuana, una balanza de precisión, 44 mil pesos y mil dólares en efectivo.
Tras el megaoperativo de 2016 llevado a cabo por la Policía Federal, orquestada por Di Lello y su secretario Javier Delio, el juez Ariel Lijo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal dispuso la entrega de tres propiedades que funcionaban como enclaves narco de las principales organizaciones que dominaban el barrio de Retiro.
Uno de ellos fue el ex “corralón de Tarzan”, hoy sede del CEDEL. El segundo fue la ex Casa del Pueblo, centro de operaciones del capo peruano César Morán de La Cruz, más conocido como “El Loco César”, que aún mantiene su dominio sobre el pasillo de los zombies en otro sector del asentamiento.
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Por último, la Justicia confiscó la casa 38 de la manzana 105, territorio paraguayo, en la que Fabio Sanabria, de 34 años, alias “El Tuerto”, había invertido para equiparla con un aire acondicionado y un colchón de marca con sommier, un nuevo piso de cerámica y baño con azulejos. Un monoambiente que olía a cemento fresco cuando fue allanada en 2016.
En su pared trasera tenía una segunda puerta, que no le sirvió para huir cuando la PFA llegó para buscarlo. Se sospecha que Sanabria era los jugadores de mayor peso de “Los Sampedranos”, una banda que también fue investigada por el fiscal Federico Delgado.
En ese búnker, la ex procurada Alejandra Gils Carbó inauguró, hace siete años, la Biblioteca “Popular de Derechos Carlos Mujica”, destinada a la Dirección General de Acceso a la Justicia (ATAJO).
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