Doble crimen de Vicente López: las pruebas clave con las que enviaron a juicio a Martín Del Rio

El hijo menor de las víctimas está acusado del parricidio y este jueves se conoció que enfrentará a un jurado popular. Las cámaras de seguridad, el rastreo a su celular y la peculiar forma de caminar son algunos de los indicios en su contra

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Martín Del Río será juzgado por los crímenes de sus padres
Martín Del Río será juzgado por los crímenes de sus padres

José Enrique del Río (75) y su esposa María Mercedes Alonso (72) fueron encontrados asesinados el 25 de agosto del año pasado dentro de su auto estacionado en el garaje de su casa en Vicente López. Trece días después del macabro hallazgo, los investigadores del caso detuvieron al hijo menor de las víctimas, Martín, como presunto asesino. Según la acusación, el móvil fue económico. Este jueves, justo un año después del doble parricidio, la Justicia elevó la causa a juicio por jurados.

Así, Martín del Río será juzgado bajo la acusación de un “doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa”, o sea, matar para lograr la impunidad.

En su resolución, el juez de Garantías N°1 de San Isidro, Ricardo Costa, avaló la investigación de los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, que direccionó la autoría del crimen hacia el imputado sobre una base de pruebas e indicios claves.

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Una de las principales pistas surgieron de las cámaras de seguridad de la zona, que registraron a un hombre encapuchado entrando y saliendo de la casa de las víctimas, entre las 17.33 y las 18.30 de aquel 24 de agosto, es decir, el periodo en el que ocurrió el doble crimen. Para los fiscales, no hay dudas de que esa persona era Martín del Río.

María Mercedes Alonso y José Enrique del Río, las víctimas del doble crimen
María Mercedes Alonso y José Enrique del Río, las víctimas del doble crimen

Las filmaciones muestran al sospechoso con un defecto en su andar, sin guardar línea recta al caminar, producto de algún tipo de patología o defecto en su pierna izquierda. Ocho testigos del caso reconocieron en los videos a Martín a partir de su particular modo de desplazarse. Uno, muy convencido, incluso señaló que el imputado “camina así, con la cabeza hacia adelante, como encorvado, con pasitos cortos y un tanto zigzagueante”.

En los videos, por otra parte, se advierte que el sospechoso se aleja del lugar con un morral colgando en su espalda y una bolsa en sus manos. Esa bolsa, justamente, es de relevancia, ya que tenía el logo de una firma para la cual trabajaba una ex pareja de Del Río, que declaró como testigo en la causa. La mujer contó que le había regalado varias bolsas similares al acusado y que De Río solía guardarlas en su camioneta porque las usaba para transportar dinero.

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Cabe recordar que en el vehículo del imputado se halló una bolsa de la misma firma.

El video que muestra a Martín Del Rio saliendo de la casa de sus padres en Vicente López

Los investigadores creen que Del Río hijo llegó a pie al domicilio de sus padres e ingresó a la vivienda por sus propios medios a través del garaje. Luego, de acuerdo a su hipótesis, engañó a las víctimas e hizo que se subieran a su auto. María Mercedes se ubicó en el asiento del conductor, su esposo se sentó del lado del acompañante y el acusado se colocó en el asiento trasero: desde allí disparó.

En su reconstrucción marcaron un detalle de la escena del doble crimen y apuntaron que el autor “debería tener la suficiente cercanía y confianza con el matrimonio asesinado como para lograr que ellos, voluntariamente, suban a su vehículo, con todos sus enceres personales (billetera, camperas de abrigo, bastón ortopédico de José, teléfonos celulares de ambos -el de Mercedes debidamente acomodado en la guantera del rodado-,etc.), correctamente vestidos para salir, aseados, peinados y arreglados, y con ambos cinturones de seguridad del rodado abrochados”.

También agregaron que, como parte del “plan que había diagramado”, Del Río luego simuló una escena de robo en el interior de la vivienda de Vicente López y se llevó el equipo de grabación de las cámaras de seguridad ubicadas dentro de la misma. Esto refuerza la hipótesis de que el homicida tenía “la información necesaria sobre la logística y movimientos propios de la vivienda”.

Más imágenes incorporadas al expediente
Más imágenes incorporadas al expediente

Al retirarse, el sospechoso caminó hasta la zona de Núñez, donde había dejado estacionada su camioneta. En el interior del coche estaba su celular.

En su primera declaración como acusado, Del Río aseguró que, en el horario en que mataron a sus padres, se había quedado en su camioneta en Núñez “contestando mensajes de WhatsApp y respondiendo algún mail”. Sin embargo, un informe que consta en el expediente habla de que en esa franja horaria su celular no tuvo prácticamente movimiento.

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Los fiscales encontraron otras contradicciones en las indagatorias que brindó el acusado. Una fue en relación al control remoto del garaje de sus padres, que fue hallado escondido en su camioneta.

En la causa se menciona que existían cuatro que podían abrir el portón de la casa de Vicente López. Dos estaban en poder de las víctimas, otro lo tenía Martín y un cuarto estaba en poder de Diego, el hermano mayor. Pero al momento del hecho desapareció uno de los controles pertenecientes a las víctimas.

Los elementos encontrados en el allanamiento del departamento que Martín Del Rio había alquilado
Los elementos encontrados en el allanamiento del departamento que Martín Del Rio había alquilado

Ese dispositivo fue localizado debajo de la rueda de auxilio de la camioneta en la que se movía Martín cuando fue detenido. El acusado declaró que, en realidad, era de una alarma y que no abría el portón de sus padres. Al hacer la prueba se comprobó que mentía.

Al analizar el caso, el juez Costa llegó a la conclusión de que Del Río fue “metódico” a la hora de elegir los lugares para desplazarse, “pues trató de evitar sitios con mayor concentración de cámaras fílmicas”. “Pero existe un dato que, al contrario de lo aquel pretendió ocultar, pone de manifiesto su posible vinculación con el suceso y es el recaudo de haber ocultado toda su integridad mediante el uso de gorra, capucha, barbijo, abrigo de mangas largas”, se lee en el documento de elevación a juicio.

El sospechoso vestía un buzo azul, pantalón negro y calzado de color claro. También tenía colocado un barbijo, siendo que “el clima de ese día no lo ameritaba”, ya que en los videos incorporados al expediente se observan a varias personas circulando en remera.

Martín Del Río en uno de los traslados posteriores a su detención (Télam)
Martín Del Río en uno de los traslados posteriores a su detención (Télam)

Los fiscales Gómez, Semería y Musso creen que el móvil del doble crimen fue económico y está vinculado a los desmanejos financieros del imputado con los bienes y negocios familiares, y la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.

Esto último quedó comprobado, principalmente por los mensajes que intercambiaron padres e hijo. De hecho, la mañana de ese 24 de agosto Mercedes se había comunicado con el detenido para preguntarle por novedades acerca del camión de mudanza que debía llevar sus cosas, las cuales ya tenían listas para trasladar.

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