Desde Chaco.- Una advertencia de dos policías encargadas de la custodia de Marcela Acuña, imputada como coautora del femicidio de Cecilia Strzyzowski, provocó que la Justicia chaqueña disponga la intervención de un equipo de salud mental para examinarla. También, que se refuerce su guardia penitenciaria en la oficina de la Comisaría 6ª de Resistencia, donde se encuentra alojada. La acusada pareciera no querer entender que está presa, y mucho menos que no la dejen ver a su esposo, Emerenciano Sena, y a su hijo, César, ambos detenidos. En ese contexto, ahora avisó que resignará los “pocos beneficios que tiene” a modo de protesta.
Acuña lo expresó mediante dos cartas que escribió de puño y letra en las últimas horas. Allí amenazó con tomar “medidas extremas” hasta que pueda reunirse, al menos, dos horas semanales con Emerenciano y con su hijo. Hay que recordar que, según la reconstrucción que realizó el Equipo Fiscal Especial (EFE), los tres están detenidos y acusados como coautores del crimen de Cecilia, quien desapareció el 2 de junio pasado-
Producto de las manifestaciones que realizó la detenida, tanto a los agentes policiales como en sus cartas, se incrementó el nivel de control sobre ella por parte de las dos uniformadas encargadas de custodiarla.
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En los nuevos escritos, a los que accedió Infobae, y como lo ha realizado en reiteradas oportunidades, Acuña se quejó de algunas condiciones de su detención. La dirigente piquetera recibe tres visitas semanales de una hora cada una, puede hablar telefónicamente durante 15 minutos por día mediante un celular que su familia le otorgó y que es administrado por el personal policial, y está aislada del resto de detenidas.
Al igual que en la División de Violencia Familiar y Género donde estuvo detenida desde el 9 de junio hasta el 5 de julio pasado, en la Comisaría 6ª se encuentra alojada en una oficina bajo constante supervisión. No suele salir de ese espacio y dedica varias horas a la lectura de libros que recibió de la gente que ha ido a verla.
Las principales visitas que recibe la imputada son de la familia de su esposo. Y, una vez por semana o hasta dos, ve a su hermana Patricia Acuña. Este domingo, a las 17, fue el turno de Marcelina Sena, cuñada de Acuña, a quien quiso entregarle una carta que terminó retenida por el personal de la Comisaría 6ª.
En el escrito, que iba dirigido a la Fiscalía N°4 de Resistencia y al responsable de su lugar de detención, les informó que desde las 22 de este domingo renunciaba “a los pocos derechos” que se le otorgan: refiriéndose a las visitas personales y a las llamadas telefónicas.
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Indicó también que sostendrá esa medida hasta poder acceder “al derecho básico” que le “corresponde como mujer, esposa y madre”. Acuña busca acceder a ver a su marido una vez por semana durante dos horas y a “tener una visita para ver el estado de salud y mental” de su hijo “César Mario Alejandro Sena”.
Sobre el encuentro que reclama con su hijo, la detenida alega que pretende conocer “su situación, tanto física como psíquica”. Y siguió: “Considerando que es mi hijo y me corresponde, como madre por sobre todo; que él mismo en estos meses pasó eventos de torturas y vejámenes”.
En una carta previa, firmada el 17 de agosto pasado y que aún no se encuentra incorporada al expediente, dijo que la causa que investiga el crimen de Cecilia Strzyzowski es “todo un show creado por la justicia, los medios hegemónicos de comunicación, algunos policías sueltos sin formación periodística y un sector político que usa el caso para atacar al actual gobernador del Chaco, Jorge Milton Capitanich”.
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Insistió en que ella y su familia son presos “sin pruebas” y en que el Equipo Fiscal Especial no desmintió “las barbaridades que se dijeron” sobre el macabro hecho. “Han creado hipótesis morbosas que no la desmintieron; sabiendo de la falsedad de las mismas. Han encarcelado a Emerenciano, sabiendo que es inocente, como a toda nuestra familia”, consideró la detenida.
Con “prioridad en ver a su familia”, Acuña espera conocer la resolución de la Cámara de Apelaciones que resolverá este martes si su hijo y los cuatro acusados de “encubrimiento agravado” continúan o no detenidos.
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