Hoy por la mañana, la división Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la PFA arrestó a ocho sospechosos por órdenes del fiscal federal Sebastián Basso. Les encontraron dos kilos de cocaína, trece de porro, cinco pistolas y revólveres, 155 balas y un tambor para 50 municiones nueve milímetros, medio millón de pesos, balanzas de precisión típicas del uso transa.
Hasta aquí, nada que no ocurra casi todas las semanas. La lista de detenidos es lo verdaderamente interesante.
Hay dos jugadores: Julio Jorge Cácerez, “El Pachi” y María Eugenia Ayala, “La Paca”.
Cácerez, de 40 años, tiene un perfil curioso. Está registrado en los rubros de servicios financieros en la AFIP. Hace diez años había trabajado para el consorcio de un edificio. Ayala, de 48, cobra una pensión y un plan para acceder a una garrafa, con domicilio registrado en La Reja.
Para Basso, ambos serían los nuevos jefes del narcotráfico en las villas de Moreno, en zonas como 25 de Mayo, Francisco Álvarez, La Reja y Lomas de Moreno.
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La causa comenzó el 21 de marzo, tras una denuncia anónima. Así, Basso envió a la Federal a sondear el territorio. Determinaron que “esta actividad de menudeo, según la fuerza preventora contaría con una recaudación bruta estimativa, según el caudal de personas observadas que arriban a dichos domicilios, de $150.000 diarios por cada punto de venta. Asimismo, no se descarta la posibilidad que comercialicen otro tipo de sustancias prohibidas en otra modalidad de venta y entrega”, asegura un documento del expediente.
“La Paca” y “El Cachi” no son socios, sino capos separados. Ayala “controlaría aproximadamente 6 propiedades que utilizaría para toda la logística de la actividad”, seis kioscos y búnkers con su base en la zona de Lomas de Moreno. Sus hijos, entre ellos el mayor, alias “Cara de Nena”, y Enzo Tomás, hoy detenido, serían los jefes de los “bolseros” que se encargan de repartir el stock de cocaína. Franco Correa, alias “Cuadrado”, uno de sus soldaditos que tenía la costumbre de posar con pistolas en Instagram, ya se encuentra detenido.
“Pachi”, por su parte, controlaría cinco búnkers, con su novia enrolada en la lista de la banda.
Hay una ironía más en la historia. Al parecer, no son enemigos, sino que son amigos entre ellos.
Un tramo de la causa asevera:
“Habiendo descripto a los grupos que operan en ambos barrios, resta mencionar que las constancias plasmadas en el sumario policial muestran que el dominio territorial de estas personas se han establecido a través de las tareas de campo desarrolladas en los puntos de venta, que mostraron que las personas investigadas los frecuentan en ambos barrios, a la vez que se han plasmado los lazos de amistad que demuestran la existencia de vínculos personales entre los mismos, obtenido esto de la exploración efectuada en redes sociales”.
Los detenidos serán indagados hoy viernes por el Juzgado Federal N°1 de Morón.
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