La primera prueba en contra de Máximo Agustín Real (18) fueron las cámaras de seguridad. Luego, las luces forenses que reaccionaron e iluminaron como un árbol de Navidad las zonas en donde se había lavado la sangre en la camioneta y la casa de la localidad de Del Viso que ambos compartían. Pero, quizás, el elemento más contundente en la imputación por el crimen de su padre fue un trozo de navaja grabada que los forenses hallaron incrustado en el cráneo del piletero Marcelo Fabián Real (46).
Fue tal la violencia de la puñalada en la cabeza que se partió la hoja de la navaja que usó el asesino del piletero del partido Pilar antes de descartar su cuerpo en un zanjón del barrio El Faro, a tan solo seis kilómetros de la escena del crimen.
Según pudo saber Infobae, una foto del acusado con esa arma blanca aportada por un testigo y un grabado especial sobre la hoja fue lo que terminó de sellar la suerte del hijo de la víctima: el fiscal del caso, Raúl Casal, de la UFI N°1 descentralizada de Pilar, este jueves pidió formalmente que quede detenido, acusado de homicidio agravado por el vínculo. La pena en expectativa es la de prisión perpetua.
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La trama del homicidio de Marcelo, un piletero muy conocido de la zona de Pilar, se comenzó a desentrañar el domingo de las PASO cuando los vecinos del barrio El Faro de Del Viso llamaron a la Policía Bonaerense para alertar sobre el hallazgo de un cadáver en un zanjón del cruce de las calles Carlos Calvo y Laprida.
Las cámaras de seguridad de la zona fueron el puntapié inicial del caso: captaron la llegada de una camioneta Partner blanca con un portaequipaje peculiar. Pero no se veía la patente. Así que la identificación de la víctima fue crucial.
“El cuerpo no tenía documentos, pero sí sus huellas dactilares aparecían en el sistema, ya que había sido prontuariado por una causa por averiguación de ilícito de vieja data por la Policía Federal”, explicaron las fuentes del caso consultadas por este medio sobre cómo identificaron a Marcelo.
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En paralelo, ante una comisaría de la zona, la ex pareja de la víctima y otra de sus hijas hacían la denuncia ese domingo de elecciones por averiguación de paradero, ya que nada sabían del piletero. Acotaron que Marcelo tenía una camioneta Partner blanca y que no tenía socios en su negocio Natatorios del Pilar.
Esa información llegó hasta el fiscal del caso y, entonces, pidió un allanamiento en la casa que Marcelo compartía con su hijo, ubicada en Club Náutico San Isidro al 2100, en Del Viso. Las luces forenses fueron determinantes: en la Partner blanca de la víctima y en la propiedad mostraron rastros de sangre por todos lados.
Las cámaras de seguridad de los vecinos de Marcelo y el detenido completaron el plexo probatorio: “El piletero había entrado a su casa el sábado a las 16.30 y no salió nunca más. Al hijo, en cambio, se lo ve entrar y salir en varias oportunidades. Incluso, se fue con su novia a una casa de comidas rápidas”, ampliaron las fuentes del caso.
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Las cámaras también lo captaron saliendo con la Partner blanca el domingo 13 de agosto pasado antes de descartar el cuerpo. Justamente, esas imágenes ilustran esta nota. Desde entonces, el chico de 18 años está detenido.
La data de muerte estimada por los forenses es del sábado entre las 18.30 y las 24. A Marcelo, su asesino, además de la puñalada en la cabeza donde quedó el trozo de navaja, antes le aplicó un tajo en el cuello que le provocó un shock hipovolémico.
Lo que no pudieron determinar los investigadores por ahora es el móvil del crimen. “Todos cuentan que la víctima era muy cordial en su trato, en cambio, al chico desde el arresto se lo notó inmutable”, destacaron las fuentes.
Lo cierto es que, cuando el hijo del piletero -acompañado de su defensora oficial- se sentó frente al fiscal del caso, se negó a declarar. Ahora, aguarda en una comisaría un cupo en el Servicio Penitenciario Bonaerense. Los investigadores aseguran que el caso está esclarecido.
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