Quedó detenido este jueves Horacio Córdoba, el comisario de la Policía de la Ciudad implicado en el crimen de Fernando Pérez Algaba, el comerciante descuartizado y arrojado al Arroyo Del Rey de Ingeniero Budge. El arresto se produjo luego de que fuera indagado por el fiscal del caso, indicaron fuentes judiciales a Infobae.
Los investigadores, con el fiscal Marcelo Domínguez de Lomas de Zamora a la cabeza, creen que Córdoba le facilitó a Maximiliano Pilepich el celular con el que se comunicó desde el 18 de julio pasado, el día que habrían asesinado a Pérez Algaba, con sus cómplices, entre ellos, Nahuel Vargas, que continúa prófugo.
Además, cámaras de seguridad y las antenas de telefonía celular lo habrían registrado la madrugada del 19 de julio, en el predio de “Renacer”, a donde acudió el comerciante para el cobro de una deuda, y en Moreno junto a la camioneta Mercedes Benz G500.
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El agente, que fue pasado a disponibilidad este lunes luego de conocerse su imputación, trabajaba para Subsecretaría de Tecnología e informática del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. A su cargo tenía el monitoreo de los efectivos y móviles de la Ciudad.
Con el arresto, ya son siete los detenidos que tiene la causa en manos del fiscal Domínguez, acusados por “homicidio cuádruplemente agravado por el empleo de arma de fuego, por concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía, por placer y codicia.
Se trata de Pilepich, Luis Alberto Contreras, Gastón Carrizo, Matías Gil, Flavia Bomrat y Alma Nicole Chamorro.
En el caso de Córdoba, el titular de la UFI N°5 de Lomas de Zamora cree que prestó asesoramiento a Pilepich, el agente inmobiliario que habría estado al frente del plan homicida y que fue detenido este miércoles por la DDI de Lomas de Zamora y el Departamento de Homicidios en una vivienda de Paso del Rey.
Este jueves, además, Contreras declaró y confesó su rol en el crimen. Aunque se despegó del asesinato, admitió haber participado del descarte del cadáver cercenado.
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Dijo que Pilepich y Vargas llegaron a su casa en un VW Polo y un Ford Ka. Indicó que, al abrir el baúl del primer auto, vio una mano que se asomaba de una bolsa. De acuerdo a su versión, les señaló donde podrían tirar el cuerpo y les dio la valija roja en la que lo ocultaron, hasta que el 22 de julio pasado fue descubierto en el arroyo.
Para el Ministerio Público, el crimen del empresario Pérez Algaba fue cometido por una deuda de 50.000 dólares y 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima, quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio pasado hasta el predio “Renacer” de General Rodríguez a encontrarse con él.
Camino a ese campo, “Lechuga” envió un mensaje de audio en el que aseguró que temía por su vida ante la posibilidad de ser baleado, según las pruebas aludidas por el fiscal.
El fiscal consideró que, más allá de sus negocios en común, entre Pilepich y Pérez Algaba existía “una relación de amores y odio, en la que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones, peleas y amenazas que se efectuaban entre ambos”.
Pérez Algaba fue visto por última vez la tarde del 18 de julio cuando, a bordo de una camioneta Range Rover blanca que le había prestado Pilepich, fue junto a Vargas al predio “Renacer” a cobrar esa deuda.
La desaparición del empresario fue denunciada al día siguiente por la dueña de un departamento de Ituzaingó que la víctima había alquilado de manera temporal. Al no tener noticias suyas, la mujer se presentó en una comisaría para radicar un pedido de averiguación de paradero.
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