Hoy miércoles por la mañana, el fiscal Daniel Ichazo pidió la prisión preventiva del comisario mayor Francisco Centurión, acusado de ser parte de la trama que terminó en el doble homicidio de Lautaro Morello, asesinado en diciembre pasado en medio de una trama de corrupción policial junto a su amigo Lucas Escalante, cuyo cuerpo sin ser hallado hasta hoy. El pedido fue elevado al juez de Garantías del caso, Julián Busteros.
Por el doble crimen también se encuentran detenidos a su hijo Cristian y su sobrino Maximiliano, presos en penales de la zona de Magdalena, acusados del secuestro y muerte de ambos jóvenes.
Centurión, que se niega a declarar hasta hoy, fue detenido el mes pasado en su casa de Florencio Varela por la División Homicidios de la PFA. Una oficial de la fuerza le disparó en la pantorrilla izquierda mientras huía, al creer que el policía de la Bonaerense tomaba su arma para abrir fuego.
A Centurión se lo acusa de los delitos de sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia. Por lo pronto, no se encuentra imputado por matar a Lautaro y Lucas, pero si de participar en sus cautiverios.
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Los policías de la Federal le incautaron cinco teléfonos, así como tres cajas de seguridad que, se descubrió luego, estaban vacías. Su ex mujer y su pareja actual fueron allanadas, tal como su hijo y su sobrino en sus celdas. A todos les encontraron smartphones. La actual pareja tenía el pasaporte del policía, lo que hace suponer un plan de fuga.
Esos aparatos fueron peritados. Entre ellos, hay pistas de lo que pudo haber ocurrido con el cadáver de Lucas: “No hay algo contundente, pero sí indicios de algunos lugares”, afirma una fuente de máxima importancia en la causa.
La semana pasada, el cuerpo de Lautaro fue exhumado en el cementerio municipal de Florencio Varela a pedido de su familia, para la toma de huellas y su correcta identificación.
El caso
Lautaro Morello (18) y Lucas Escalante (26), salieron a bordo del BMW de Escalante desde Florencio Varela el 9 de diciembre pasado. El cadáver de Morello fue hallado incinerado seis días después en el Camino del Buen Ayre. Lucas sigue desaparecido hasta hoy. Se cree que Lucas sufrió una muerte violenta luego de haber pasado “al menos más de un mes” privado de su libertad por los Centurión. La muerte de ambos ocurre luego de que, supuestamente, Cristian Centurión, el hijo del comisario, les iba a entregar vales de nafta de policía, un robo a la caja chica de la Bonaerense que habría sido orquestado por el comisario mayor.
En el medio, algo salió horriblemente mal. Se cree que el comisario se sumó posteriormente al plan de su hijo y su sobrino para llevar adelante sus cautiverios.
Los primos Cristian y Maximiliano fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular. En una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve al hijo del comisario cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Daniel García, jefe máximo de Centurión y de la Policía Bonaerense, declaró como testigo en el expediente.
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