Un joven de 18 años fue asesinado a balazos en un domicilio ubicado en Rosario luego de haber sido perseguido por dos sicarios que le dispararon hasta diez veces. Las autoridades investigarán si había algún nexo previo entre él y los atacantes, quienes todavía no han logrado ser identificados. Con este crimen, ya se sumaron un total de 169 personas que murieron en la ciudad este año.
El hecho sucedió el viernes a las 20 horas aproximadamente en una vivienda ubicada en la calle Juan B. Justo al 7900, cuando la víctima, que fue identificada como Naim David Núñez, fue atacada por dos personas que se trasladaban en una motocicleta y entraron a la casa directamente a asesinarlo a balazos.
Según el relato de los vecinos, el joven estaba de visita en el domicilio en el que encontró la muerte, mientras que otros testigos señalaron que estaba en un quiosco cuando se percató de que habían comenzarlo a seguirlo, por lo que se habría refugiado en la vivienda de su amiga.
A pesar de que Núñez habría intentado resguardarse, el sicario ingresó en la vivienda y lo persiguió hasta el patio trasero, en donde moriría producto de cuatro impactos de bala, según la información obtenida por Rosario 3. Finalmente, los agresores se dieron a la fuga y todavía no habrían sido identificados por las autoridades.
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De acuerdo con los datos recopilados por Télam, el fiscal que quedó a cargo de la causa fue Ademar Bianchi, quien convocó a la Policía Científica para peritar la escena del crimen. Luego de que se realizara el procedimiento, los voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron haber encontrado nueve vainas servidas en el exterior de la casa y otras cuatro en el interior que serán examinadas para poder determinar cuál habría sido el arma de fuego utilizada para cometer el crimen.
Por el momento, la secuencia de los hechos no estaría definida por los investigadores, ya que no lograron determinar si el joven era perseguido por los sicarios o si se los habría cruzado en el trayecto hacia el inmueble.
Por otro lado, las autoridades no descartarían que el crimen fuera consecuencia de un conflicto entre bandas delictivas, debido a que la víctima contaba con un antecedente de haber sido detenida mientras portaba un arma de fuego.
El pasado 5 de diciembre, Núñez había sido perseguido por agentes policiales hasta ser detenido en la calle Felipe Moré al 500 bis, ubicada en el sector noroeste de la ciudad. En esa oportunidad, el joven viajaba como pasajero en una motocicleta, cuando descartó una pistola 9 milímetros con 16 municiones cargadas segundos antes de que fuera aprehendido junto a su cómplice. Sin embargo, no informaron el motivo que habría desencadenado el procedimiento.
Después de que se descartara que la casa en la que fue asesinado fuera la propiedad en la que vivía, se descubrió que Núñez poseía dos domicilios en las zonas de Empalme Graneros y Ludueña. De hecho, la última vivienda que se ubicaría en la calle Einstein al 6400 había sido el blanco de una balacera ocurrida en mayo de este año. A pesar de este dato, los investigadores no tendrían indicios que pudieran relacionar el tiroteo con el asesinato del joven.
Hace un mes, un homicidio similar se reportó en la zona oeste de la ciudad después de que un joven de 21 años llamado Oscar Daniel Ordoñez fuera asesinado de un disparo mientras circulaba en bicicleta. El agresor se encontraba a pie cuando lo cruzó en la calle Pasaje Volta al 7100, del barrio Godoy, y se retiró de forma inmediata tras haber efectuado el disparo.
Cuando arribó el personal del Servicio Público de Emergencias (Sies), los médicos constataron que se encontraba sin signos vitales y con al menos unas cuatro heridas producidas por municiones. Más tarde, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) señaló que había un total de seis vainas servidas junto a la bicicleta.
En este caso, la investigación fue asignada al fiscal de turno Adrián Spelta, quien ordenó que se realizara una autopsia al cuerpo de la víctima en el Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de Rosario para determinar las causales del fallecimiento. Hasta el momento, el agresor continuaría en libertad al no poder ser identificado por las autoridades.
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