José Eduardo Figueroa, el principal sospechoso del femicidio de Mercedes Kvedaras, ocurrido en un barrio privado de la ciudad de Salta, recibió el alta y se sentó frente a frente ante la fiscal del caso, quien lo imputó de manera provisional por el delito de “homicidio doblemente calificado por el vínculo”, en perjuicio de quien fuere su pareja. Como se abstuvo de declarar, permanecerá detenido.
Figueroa ingresó al Servicio de Emergencia del Hospital San Bernardo en código rojo: tenía heridas cortantes en el cuello y el resto del cuerpo. Tras ser estabilizado, fue intervenido y, este lunes, el Servicio de Cirugía y de Salud Mental de la institución decidió dale el alta, aunque manteniendo controles médicos de forma ambulatoria.
En ese contexto, según informó el Ministerio Público Fiscal salteño, el acusado se presentó junto a su defensora oficial ante la fiscal penal de la Unidad de Femicidios que investiga el caso, Mónica Poma. “Enfrentó la acusación en silencio y se abstuvo de prestar declaración ante las autoridades”, contó El Tribuno.
Tras la audiencia, desde la Fiscalía se solicitó al Juzgado de Garantías interviniente que permanezca detenido, con el objetivo de asegurar su presencia durante el proceso de investigación y evitar que pueda entorpecer el caso.
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Hasta el momento, la principal hipótesis de los investigadores apunta a Figueroa como el responsable del femicidio de Mercedes Kvedaras, con quien tenía tres hijos. La autopsia reveló que sufrió asfixia y un fuerte golpe en el rostro. Tras el asesinato, se sospecha que el detenido se autolesionó, aunque todavía se desconoce si lo hizo para quitarse la vida o con la intención de montar una escena.
El hecho investigado ocurrió el 4 de agosto pasado en el barrio privado El Tipal, ubicado sobre la ruta provincial 28 que conecta a la localidad de San Lorenzo con Salta capital. Todo comenzó con un llamado al 911 de un amigo de Figueroa, que denunciaba la supuesta desaparición del matrimonio. De acuerdo con el testimonio de este hombre, que mantuvo su identidad reservada, el femicida le había enviado un mensaje vía WhatsApp para contarle que “no podía con esto”.
Según contó El Tribuno, el denunciante explicó que decidió comunicarse con los servicios de emergencia, ya que tenía conocimiento de que la pareja atravesaba una crisis matrimonial. Por ese motivo, pidió ingresar al barrio cerrado y constató que ninguno se encontraba en el domicilio que compartían en el lugar.
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Automáticamente, la Policía activó un operativo cerrojo en la zona hasta que, en una recorrida por el barrio, el amigo de Figueroa encontró a ambos sin signos vitales dentro de un vehículo, estacionado en el terreno de una vivienda vecina.
En ese momento, los miembros de una unidad del Sistema de Asistencia Médica para Emergencia y Catástrofes (SAMEC) constataron la muerte de la mujer, pero alertaron que el agresor aún se encontraba vivo. Figueroa fue trasladado en código rojo al Hospital San Bernardo, en donde fue intervenido quirúrgicamente. Este lunes le dieron el alta.
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