La juez federal Morón Alicia Vence procesó con prisión preventiva a Nicolás Nahuel Guimil, alias “Chaki Chan”, al considerarle jefe de una organización narco que dominaba, principalmente, la venta al menudeo en el Barrio Villegas de Ciudad Evita, en La Matanza. Además, le trabó un embargo de $22.000.000.
En la resolución, a la que tuvo acceso Infobae, se deja entrever la protección policial y judicial con la que habría contado el narco, a través del testimonio de dos oficiales que intentaron identificarlo en octubre de 2022, cuando se desplazaba con miembros de su banda en un Peugeot 208.
Tras amenazas contra las agentes y una visita a una dependencia policial, Guimil, también conocido como “El Patrón de La Matanza”, siguió su camino pese a que se lo vinculaba con la venta de droga en la zona desde, al menos, agosto de 2019, aunque fechan su primera mención en 2018.
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Los investigadores sospechan que su actividad comenzó mucho antes de ese año en el asentamiento al que inundó con “alita de mosca” (cocaína). Hubo varias causas que se archivaron, entre ellas, una investigación por su presunta participación en el homicidio de dealers en San Vicente y otra por portación de una pistola marca Glock modelo 21, calibre .45 PLG, que llevaba en la guantera de un Chevrolet S-10 en el que intentó darse a la fuga.
En mayo de 2023, su nombre volvió a resonar con fuerza tras el intento de “toma” por parte de sus soldados del Barrio Las Antenas, en Lomas del Mirador. Dos meses antes se había conformado el Equipo Conjunto de Investigación integrado por el fiscal federal de Morón, Sebastián Basso, Patricia Cisnero de la Procunar y el Ministerio Público de La Matanza.
Durante todo ese tiempo, no dejó de presentarse, de forma intempestiva, en los pasillos de Villegas, intimidando a vecinos, con violencia, armas de fuego y atacando a otros dealers de la zona. Llegaba para supervisar a sus bolseros (vendedores de calle), satélites, y a los soldados armados apostados en los principales puntos de venta: “Rotonda del 800 y El Cuadrado”.
Habitualmente, detalló la investigación, lo hacía con un BMW a nombre de su cuñado y en otros autos de alta gama. También solía usar un Mercedes Benz, que lo tenía como autorizado para conducir, y que solía manejar a una gran velocidad, pasando semáforos en rojo. Una situación que hacía imposible seguirlo, de acuerdo a los federales que lo tuvieron en la mira en 2021.
Esos dos vehículos fueron vistos estacionados en diferentes oportunidades en la puerta de la ferretería “Nicolás”, ubicada en la calle Santiago Lumdsen. Aunque en los papeles esa era la principal actividad del narco, el comercio -que era atendido por los hermanos Héctor y Andrés Dibernard- era la base de operaciones de la banda, según la investigación que interceptó comunicaciones entre ambos pidiendo “arroz y fideos”, productos que no son del rubro.
También lo vieron trasladarse en un Audi. Siempre junto a sus custodios fuertemente armados y en otras camionetas tipo Ranger.
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En octubre de 2022, sobre “Chuki Chan” avanzaron agentes de División Operaciones Área Metropolitana de la Policía Federal Argentina, con el objetivo de desbaratar a la banda criminal, dar con sus partícipes, sus roles específicos y zonas de influencia. El 7 de marzo de este año lo localizaron en el “Hotel Bagú Ayres de Mar”, de Pinamar, donde se habría registrado con la identidad falsa de Federico Nestle. Para esa época, ya tomaba “grandes recaudos”, debido a que se lo mencionaba en notas periodísticas vinculado a homicidios ocurridos en Las Antenas.
También extremaba los cuidados para contactarse con el resto de la banda criminal, evitando las comunicaciones telefónicas. Creen que lo hacía a través de Whatsapp, Signal Facebook y/o Instagram, entre otras. Además, la coordinación de sus movimientos era siempre realizada por su persona de mayor confianza, su hermana Natalia Guimil.
La mano derecha de “Chuki” no sabía que su celular estaba intervenido cuando, el 18 de mayo se comunicó con una productora y consultó respecto de la contratación del grupo musical “La T y la M”, cuyo servicio costaría veintidós mil dólares (U$S 22.000), para el cumpleaños de su hermana, que se iba a realizar en agosto, en una propiedad de Virrey del Pino.
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Los miembros de la banda y el entorno del jefe narco nunca dejaron de lado los lujos que le garantizaba la venta de droga. “Las bolsas tienen 100 papelitos de 500 pesos cada uno y que en un día se podían llegar a vender unos $500.000, unas diez bolsas; eso en un día de cobro en un solo turno. Es decir, que por un día completo se podía recaudar 1 millón de pesos, solo por venta de pasta base en el cuadrado de la 800″, reveló un testimonio que consta en la causa.
En redes sociales, familiares de detenidos y prófugos ostentaban esa “vida de lujos” fotografiándose con grandes fajos de dólares y pesos, pese a que no presentan ninguna actividad económica y laboral que les permita solventar esos gastos y esa cantidad de efectivo.
Finamente, detectives de la PFA que realizaban tareas de campo en el domicilio de su pareja, lo detuvieron el 3 de julio de este año. Cuando el narco advirtió su presencia “fue contra ellos”. Incluso, le sacó el celular a una oficial.
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