Así fue la secuencia que terminó con el crimen de la emboscada en Castelar

Domingo Acosta Aquino pactó la compra de un auto pero fue víctima de un engaño. Se resistió al robo y murió de un balazo en la cara. Qué declaró la esposa, testigo del homicidio

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El auto robado que pertenecía a la víctima
El auto robado que pertenecía a la víctima

El plan de Domingo Acosta Aquino, un carnicero de 58 años con domicilio en la localidad de Gregorio de Laferrere, y su esposa Braulia González, era comprarle un auto a su hijo Cristian Damián, de 29. Contactaron al vendedor por Facebook Marketplace tras ver una oferta, pactaron el precio y definieron los detalles de la operación. Sin embargo, todo fue un engaño que terminó en muerte.

Así, se encontraron este martes en horas de la tarde en el cruce de las calles Ventura Bustos y Padre Arrieta, en Castelar Norte, muy cerca del Plaza Oeste Shopping, del Acceso Oeste y de la avenida Juan Manuel de Rosas. La esquina fue previamente fijada como punto de encuentro con los supuestos vendedores también de manera virtual.

Cuando Domingo y su familia llegaron al lugar acordado, fueron abordados por delincuentes armados que lo asesinaron de un tiro en la cara para llevarse el dinero con el que el hombre pensaba pagar el auto para su hijo: cinco millones de pesos. Luego, los ladrones huyeron en el vehículo de las víctimas y todavía no se sabe nada de ellos.

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Fuentes judiciales indicaron a Infobae, en base a la declaración que Braulia dio en la Comisaría 7ª de Morón, cómo fue la secuencia del homicidio. Ella, su esposo, su hijo y su nuera llegaron al lugar pactado a bordo de un Ford Focus de color blanco. La familia se trasladó por más de 15 kilómetros hasta Castelar con la ilusión de comprar un vehículo de la misma marca y modelo del que tenían. La diferencia es que el dueño sería el joven de 29 años.

Una vez que arribaron a la esquina del encuentro, después de las 14, Braulia, el hijo y su nuera se bajaron del auto. Domingo, en cambio, se quedó a bordo del vehículo, en el asiento del conductor. Como no vio a nadie, Cristian les envió un mensaje de texto a los falsos vendedores para decirles que los estaban esperando. Los delincuentes le respondieron que estaban por llegar. Fue entonces que se desató la tragedia.

Las cámaras de seguridad captaron el escape de los delincuentes
Las cámaras de seguridad captaron el escape de los delincuentes

Allí, dos delincuentes encapuchados y armados se dirigieron directamente a Domingo. Le exigieron a punta de pistola que les diera el dinero, pero la reacción inmediata del hombre fue bajarse de su Ford Focus y enfrentarlos. Tras forcejear con ellos y moverse hasta la parte de atrás de su auto, uno de los ladrones le pegó un disparo en el rostro.

Cristian, por su parte, corrió para ayudar a su padre y también fue herido: recibió un tiro en la pierna izquierda. Con padre e hijo completamente reducidos y heridos, los delincuentes se subieron al auto de los Acosta y huyeron con los cinco millones de pesos.

Ese Ford aparecería horas después en la esquina de las calles El Escudo y Mazzarello, en la localidad de Villa Tesei, partido de Hurlingham. Mientras eso ocurría, Cristian quedaba internado en un hospital de Haedo, fuera de peligro. Las mujeres resultaron ilesas.

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Una de las sospechas es que la intersección de calles donde acordaron la venta del auto, ubicada a pocas cuadras de la autopista del Oeste, no fue elegida al azar, sino con la posibilidad de fuga que les permite esa autovía. En un momento trascendió como parte de la hipótesis que el auto ofrecido por Marketplace era una camioneta Renault Sandero que estaba estacionada allí, en la escena del crimen. Al respecto, Cristian, propietario de ese vehículo, le dijo a los medios que recién se enteraba de esa situación y negó que estuviera a la venta.

Las fuentes judiciales aclararon que en realidad el señuelo fue un Ford Focus similar al que la familia ya tenía. “Quería comprarle otro al hijo. Lo de la Sandero es porque estaba justo detrás del Ford. Pero no tiene nada que ver”, detallaron los investigadores.

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El caso, calificado como homicidio criminis causa, está en manos de la fiscal Valeria Courtade, integrante de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 3 de Morón. La funcionaria ordenó una serie de medidas para dar con los asesinos, como el análisis de cámaras de seguridad de la zona. La autopsia al cuerpo de Domingo se hará en las próximas horas.

Acosta Aquino trabajaba en Gregorio de Laferrere como carnicero desde hace varios años. “Hacía tres meses le habían robado su camioneta en la puerta de la casa. Aparentemente, le cruzaron un auto. Fue a los tiros, la sacó barata. Son una familia laburante y buenas personas”, afirmó Fernando, un vecino de las víctimas que este miércoles habló ante la prensa.

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