Una joven encontró a “Kupper”, el perro de Fernando “Lechuga” Pérez Algaba que estaba desaparecido, en el barrio porteño de Villa Lugano y publicó el hallazgo en sus redes sociales. El bulldog francés color beige fue reconocido por un amigo del comerciante que fue asesinado y encontrado descuartizado en una valija Ingeniero Budge, y lo entregó a la Policía, informaron fuentes judiciales a Infobae.
La mascota fue hallada en la plaza Sudamericana, conocida como “El Ombú”, ubicada sobre la avenida General Roca y Lisandro de la Torre, cercana al complejo de edificios de Villa Lugano 1 y 2 por una joven que caminaba por el lugar.
“Estaba tranquilo, no asustado, pero sí desorientado. Estaba súper limpio y en excelente estado. Tenía un bucito gris con una capuchita. Cuando lo traje a mi casa sí estaba con mucha sed. Lo publiqué en redes sociales y me contactó una pareja preguntando si era Kupper y cuando vinieron a ver, efectivamente, sí era”, aseguró a la agencia de noticias Télam.
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Las fuentes detallaron que el amigo de la víctima fue a buscar al perro y lo llevó a lolcalidad bonaerense de Pilar, donde vive. Luego, lo entregó a los investigadores en la Dirección Departamental (DDI) de Lomas de Zamora. Este lunes, los detectives llevarán al bulldog francés a la empresa que le colocó un chip de seguimiento para confirmar que se trata del animal de “Lechuga”, agregaron.
El dispositivo que lleva la mascota puede resultar clave para la investigación, debido a que permitirá a los investigadores rastrear las ubicaciones en la que estuvo “Kupper” antes de separarse de su dueño. Pérez Algaba, de 41 años, fue denunciado como desaparecido el 19 de julio pasado por la propietaria del departamento que alquilaba en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Ese día, el comerciante debía entregar la unidad ubicada en un edificio de la calle Olazábal, pero no logró contactarlo.
Cuando los investigadores allanaron el departamento, no hallaron a la mascota ni el celular de Pérez Algaba, pero encontraron dos notebooks -que están siendo peritadas- y un certificado de su psiquiatra en el que se consigna que “Lechuga” presentaba un cuadro depresivo y de ansiedad. En el mismo, el médico le aconsejaba que viajara con su perro.
En sus redes sociales, la víctima del cruento homicidio solía postear imágenes y videos junto a “Kupper”, en los que le dedicaba emotivas palabras. Incluso -tal como lo recomendó el psiquiatra- lo acompañó a Barcelona y Miami, donde buscaba radicarse.
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Al momento de su desaparición, el comerciante se movilizaba en una camioneta Land Rover Range Rover Evoque, del año 2012, a nombre de Antártida Compañía Argentina de Seguros S.A.. Ese vehículo fue entregado el viernes pasado en la DDI de Lomas de Zamora por un empresario de la construcción vinculado a la trama de amenazas contra el trader.
Se trata de Maximiliano Pilepich, un hombre que se había cruzado en redes y por mensajes con la víctima, tras una deuda y una denuncia por intento de homicidio realizada por Nahuel Vargas, amigo del constructor, contra Pérez Algaba, en febrero pasado.
Según relató en una declaración espontánea que hizo en la DDI, Pilepich le había prestado a “Lechuga” la camioneta cuando regresó de Estados Unidos. También admitió que él y Vargas le debían 150 mil dólares. De acuerdo a su versión, la mitad de ese dinero fue saldado en una escribanía de Castelar.
Luego dijo que, “la otra mitad del dinero adeudado, fue saldado días después, el 18 de julio, en un descampado de General Rodríguez”, detallaron.
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Pilepich declaró que en ese punto se encontró con Vargas y “Lechuga”. Según dijo, ambos llegaron en la Land Rover y que, luego de entregarle el dinero, el comerciante asesinado le devolvió la camioneta. Después de la transacción, él y Vargas se retiraron en el vehículo, mientras que la víctima se quedó en el lugar, “ya que les refirió que alguien pasaría a buscarlo”.
Las fuentes indicaron que el fiscal a cargo del caso, Marcelo Domínguez, solicitó cámaras de seguridad para corroborar el recorrido que declaró el empresario, imágenes que se sumarán a las que ya están siendo analizadas por los investigadores que intentan reconstruir las últimas horas de la víctima.
“Va a pagar por todo lo que hizo”, había prometido Pilepich en una serie de videos que viralizó en su momento para defenderse de una supuesta acusación en las redes de Pérez Algaba por la deuda.
El ajuste de cuentas por un móvil económico es la principal hipótesis del caso. Aunque el abanico es amplio: los investigadores revelaron que tenía más de 200 mensajes amenazantes en su celular de distintas personas, entre ellos, audios del barra de Boca Gustavo Iglesias que, al igual que su hijo Nazareno, declararon en la causa de forma espontánea.
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