Cinco personas fueron detenidas esta semana por Gendarmería Nacional en Salta luego de que un grupo de efectivos interceptó en la Ruta Provincial 29 a un camión cisterna que simulaba trasladar combustible a Santiago del Estero pero que en su interior llevaba 400 paquetes rectangulares de cocaína: un total de 423 kilos.
La droga, que había ingresado al país en avioneta desde Bolivia, en un posible narcobombardeo con los estupefacientes lanzados desde el aire, fue inicialmente descargada en una finca salteña para luego ser enviada a distintos puntos del país en esos vehículos.
En los cinco allanamientos realizados en Salta, tras el hallazgo, se incautaron USD 10.400 dólares, más de $1 millón, seis armas de fuego, una caja fuerte, tarjetas de crédito y otros elementos de interés para la causa.
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La causa, a cargo del ala NOA de la PROCUNAR -el área de la Procuración que investiga delitos narco bajo el fiscal Diego Iglesias- comenzó a fines del año pasado, luego de tareas de prevención en la zona de Anta al sur de la provincia de La Plata donde se encontraron bolsos típicos de los que se usan en lanzamientos de droga desde el aire. Entonces, PROCUNAR NOA comenzó una causa y identificó a varios sospechosos.
Entre los detenidos está Juan Noria, salteño, con domicilio en la capital provincial, el principal sospechoso. Luego, se detuvo a dos hombres de la zona de Anta que eran “sus brazos operativos para localizar campos, recibir la droga”, aseguran fuentes del caso a Infobae. También se arrestó al transportista del camión y el acompañante. Los proveedores, que se sospecha que son oriundos de Bolivia, todavía no fueron identificados.
El modus operandi de la organización narcocriminal se trataba del “narcobombardeo”. Una avioneta proveniente de Bolivia arrojaba el estupefaciente en una finca ubicada en la localidad de Joaquín V. González, del departamento salteño de Anta, que era utilizada como una pista de aterrizaje clandestino para luego transportar la droga en vehículo hacia distintos puntos del país.
En ese mismo lugar se simulaba la fabricación de carbón, postes labrados de quebrachos colorado y extracción de leña. Además, el principal investigado había incrementado su patrimonio durante el transcurso de la investigación, con la adquisición de vehículos y cambios de divisas. Así, tras recibir inteligencia sobre el envío en el camión, salieron a interceptarlo.
Los gendarmes, en simultáneo, detuvieron sobre la Ruta Nacional N° 34 a Noria, que viajaba en una camioneta Toyota Hilux.
El narcobombardeo es un ítem caliente en el negocio actual de la droga. Semanas atrás, una avioneta con 234 kilos cayó en la zona de Avia Terai, provincia de Chaco, una aeronave oriunda de Bolivia.
El hecho puso en relieve uno de los métodos más utilizados por los grandes narcotraficantes para ingresar cargamentos de cocaína a la Argentina y exportarlos a Europa. Los narco vuelos, a cargo de los “transportistas” o “jefes de transporte”, son un eslabón esencial en la cadena. Reciben no menos de 25 y hasta el 45 por ciento de la carga de los grandes envíos al exterior, estiman investigadores. Todo depende del riesgo y los costos de una maniobra en la que no se descarta la connivencia policial, judicial y política.
Las zonas que eligen los encargados de la logística tienen características básicas. Según explicaron fuentes calificadas a Infobae son cercanos a las fronteras de Bolivia y Paraguay, según la carga de combustible, deben ser campos de difícil acceso, al que solo se pueda llegar con 4x4; que no tengan cobertura telefónica (para ubicarse y comunicarse usan teléfonos satelitales, GPS o handy) y que no existan viviendas en las cercanías, excepto por el “puestero”, un hombre dedicado a la custodia de los ladrillos de polvo blanco.
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